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Híjar apuesta al esplendor de su sinagoga

La restauración de una de las edificaciones sagradas del judaísmo mejor conservadas de España ha superado una nueva fase, y acomete ahora el rescate de las pinturas.

Foto de Híjar
Museo de la Semana Santa en forma de bombo, con los diferentes pasos
Laura Uranga

En Híjar se conjugan las culturas judía, cristiana y morisca. Una representación literal de ese encuentro de referencias es subir desde la calle La Meca hacia la parroquia de Santa María y desviarse a la izquierda para llegar a la judería en el barrio de San Antón; allí, rebautizada y repensada como iglesia católica en honor al mentado santo, está una de las sinagogas mejor conservadas de España, inmersa además en un proceso de rescate que, según confían en el municipio bajoaragonés, devolverá al edificio buena parte de su esplendor.

Asegurar, reparar, apuntalar, catar (las paredes) y valorar. Se ha efectuado y se va a seguir efectuando un trabajo minucioso para entender en su totalidad lo hallado en esta sinagoga. “Ha concluido la segunda fase de la restauración –explica el alcalde de Híjar, Luis Carlos Marquesán, un entusiasta del enclave– y queda apenas el trabajo en los muros, el análisis en profundidad de las pinturas que han salido a la luz, las joyas que nos regala este edificio. Tras las catas se está preparando una memoria para valorar las próximas actuaciones; se sacará el paño del que probablemente fue el antiguo retablo, y se buscarán las pinturas más antiguas”.

Luis Carlos recuerda la importancia de los judíos de Híjar en un gremio concreto. “Manejaban la imprenta en los primeros tiempos del invento; poco antes de la expulsión de los judíos, solamente había impresores en Zaragoza y aquí por esta zona. Los de Híjar identificaban sus textos con el emblema del león rampante; la historiadora local Lucía Conte, que viene trabajando en el proyecto de la recuperación de la sinagoga y toda la judería, ha hallado este emblema en varias ciudades de Europa y el norte de África, en escritos posteriores a la expulsión de los judíos de España. Esos profesionales de aquí viajaron mucho”.

Una obra delicada

La sinagoga corrió riesgo de colapso, pero ya se ha resuelto el problema estructural. “Se aligeró el peso en la techumbre al quitar material resultante de obras, que llegaron a desplazar los arcos con la humedad. El coro se añadió en el siglo XIX, es un aporte católico de finales del XIX, y también se ha reforzado. Hay un recrecido, un arco doble, que indica con la diferencia de alturas la evolución del edificio a tenor de su confesionalidad; el campanario, obviamente, tampoco formaba parte de la sinagoga, llegó después y servía para la llamada a la oración a los franciscanos, que se instalaron en Híjar tras la marcha de los judíos”.

Partiendo de este edificio, la idea es reforzar el atractivo de todo el barrio; no se trata únicamente de un esfuerzo pío o turístico. “Se estudia la posibilidad de nuevos usos, incluyendo los sociales; solamente se emplea una vez al año como iglesia de San Antón, el día del santo, 17 de enero. La idea es plasmar estas posibilidades en un plan director para desarrollar el potencial del barrio, generar puestos de trabajo e interés para el visitante. Estamos en la Red Europea de Patrimonio Judío, somos los únicos representantes españoles en esta organización. Hay dos localidades polacas, tres alemanas, una italiana y la Fundación para la Herencia Judía de Londres; con ellos estamos trabajando estrechamente para materializar estos planes”.

Un gran tambor de Semana Santa en lo más alto del Calvario

En 2019 se cumplieron 500 años desde que el duque de Híjar encargara a los franciscanos, recién asentados en el pueblo, poner un poco de orden en las celebraciones de la Semana Santa religiosa. Antes, los toques eran pura anarquía. En la primavera de ese mismo año se inauguró el Museo dedicado a la Semana Santa en lo alto del parque del Calvario, junto a la Casa del Hijarano. Los aportes del Ayuntamiento y los fondos FITE lo hicieron posible. “Siempre hemos tratado de promocionar nuestra Semana Santa dentro y fuera de Aragón, desde Mariano Laborda hasta las visitas de TVE; no obstante, queríamos desestacionalizar el tema de la Semana Santa; con el festival Tamborixa ya había actividad desde el fin de semana anterior, del Viernes de Dolores, pero queríamos más”, explica Luis Carlos.

El alcalde entendía la necesidad de un espacio visitable para admirar peanas y pasos. “Estaban en una nave del hostal de la Casa del Hijarano. Cuando se consiguió la financiación para el Museo, surgió la idea de la forma: un gran tambor en el que cupiesen las 13 peanas en forma radial. El arquitecto fue Alfredo Murlanch, hijarano; le trasladamos la idea y la plasmó a la perfección. Nos permite, además, entrar y salir con las peanas al hombro. Algunas llevan trancas, y son más largas, otras optan por las ruedas. Todas y cada una de las peanas son una maravilla”.

En el edificio falta culminar el proceso museístico, parado por la pandemia. “Estamos trabajando con Carlos Millán, también hijarano, de la empresa zaragozana Gozarte. Alrededor de los pasos, y teniendo en cuenta sus tamaños diversos, se hará un recorrido por la cuerda de la circunferencia interior con paneles llenos de fotos antiguas y nuevas de los pasos, junto a textos explicativos de cada uno”.

Los tejados de la localidad bajo el mirador de los Jardines de Tobarra

Tobarra está en Albacete, cerca de Hellín. También figura como nombre de los jardines más altos de Híjar, junto a la iglesia de Santa María la Mayor. “Entramos en contacto con ellos –explica el alcalde de Híjar, Luis Carlos Marquesán– por medio de Mariano Laborda, ya fallecido; es hijo predilecto de Híjar en 1992 y creó el concurso de Tambores y Bombos en 1965, fue también impulsor e ideólogo en la creación de la Ruta del Tambor y del Bombo en 1970. José María Hurtado, de Tobarra, había estudiado el origen de los toques de tambor en su pueblo y concluyó que había llegado de Híjar, desde la Reconquista. Además, sus santos coinciden con los nuestros: San Antón, San Valero, San Blas… hablamos, nos visitamos mutuamente, cristalizó un hermanamiento entre las dos localidades, nos pusieron una calle y nosotros les dedicamos los jardines de la parte alta”.

Comarca. Bajo Aragón.

Cómo llegar. Desde Teruel, su capital de provincia, hay 160 kilómetros por la N-420 y la N-232.

Dónde comer y dormir. El restaurante Arse, a la salida (dirección Alcañiz) es la referencia culinaria, junto a los bares Quemao, El Volante (con sus viernes de tapas de autor) y Papi, al borde de la carretera. Se va a reabrir la Casa del Hijarano, antiguo hostal; se ha remozado el bar y el salón comedor. La idea es que haya allá 19 habitaciones y que abra en el primer semestre del año.

El Calvario. Sus andadores, la ermita del Santo Sepulcro y el mirador, el Museo, la Casa del Hijarano, el viacrucis... un pulmón verde para el municipio.

Álex Mirasol. Muralista, pintor e ilustrador local, tiene abundante obra en las calles de Hìjar.

Fernando Monzón. La popular tienda de alimentación en la curva que hace la carretera en el mismo centro del pueblo tiene producto gourmet del Bajo Aragón y el Matarraña; en temporada no falta el tomate rosa de Híjar, todo un manjar.

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