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Una visita a Zaragoza por tierra, mar y aire

El bus turístico vuelve a recorrer las calles y ya se puede subir de nuevo a la torre del Pilar para contemplar la ciudad desde las alturas.

Vistas desde el mirador de la torre del Pilar
Vistas desde el mirador de la torre del Pilar
José Miguel Marco

Con el bus turístico de nuevo recorriendo las calles de Zaragoza y el ascensor de la torre del Pilar ya en funcionamiento, la ciudad va recuperando su oferta turística. En este verano atípico, calzarse los zapatos de turista y conocer desde otra perspectiva el entorno más cercano es una alternativa nada desdeñable para ocupar los fines de semana o las vacaciones.

Por tierra, mar (o agua dulce, la del río Ebro) y desde las alturas, las visitas, rutas y actividades turísticas que ofrece Zaragoza están de nuevo disponibles. Aquí varias propuestas para disfrutar de la ciudad sin las prisas del día a día y contemplarla desde otro ángulo.

Zaragoza desde las alturas

Contemplar Zaragoza desde 90 metros de altura es la atractiva propuesta que ofrece el mirador de la torre del Pilar. Desde 2011, cuando fue rehabilitado el ascensor existente en la torre de San Francisco de Borja desde hace medio siglo, es posible subir hasta la cúpula en apenas 20 segundos. El último tramo es en escalera de caracol para llegar hasta la parte más alta de la atalaya noroeste.

De las cuatro torres de la basílica, ésta es una de las dos a orillas del Ebro. Está equipada con un ascensor que lleva hasta dos zonas de mirador panorámico de uso turístico. Desde allí se pueden obtener vistas de toda la ciudad, del río y de sus principales edificios, incluso del Moncayo, al oeste, y de los Pirineos, que en días claros se atisban hacia el norte.

El ascensor asciende hasta el chapitel de la torre, donde se sitúa un primer mirador desde el que ya se obtienen unas vistas privilegiadas. Se encuentra por encima de las cúpulas de la basílica y a la altura del resto de torres. El último tramo hasta la segunda zona de mirador, que ésta acristalada y protegida, se debe recorrer a pie, por una escalera de caracol, ya que no hay espacio para que el ascensor llegue hasta allí.

Desde este punto más alto, se obtienen una visión panorámica de la ciudad, con el Ebro y sus 15 puentes a los pies. Dando la espalda al río, la inmensa plaza del Pilar se vuelve más pequeña desde las alturas. En la parte más occidental, se puede ver la catedral de la Seo, la Lonja, el museo del Foro y el Ayuntamiento. Siguiendo de izquierda a derecha, aparece la calle de Alfonso I y, a continuación, la fuente de la Hispanidad, las murallas romanas y el recién reformado Mercado Central. Sin alejar la vista del casco antiguo, desde aquí se puede ver también el torreón Fortea, la iglesia de Santa Isabel o la torre de San Pablo.

Más en la lejanía, el mirador ofrece vistas del recinto de la Expo 2008, con su torre del agua y el parque del agua o de Luis Buñuel, así como de la estación intermodal de Delicias.

Subir al mirador de la torre del Pilar, al que se accede por la ribera del Ebro, en la esquina con la calle de Jardiel, vuelve a estar disponible desde el pasado 1 de julio. El precio de la entrada es de cuatro euros y está abierto todos los días de 10 a 13.30 horas y de 16.30 a 18.30 horas.

Como novedad, con la recuperación de las visitas guiadas, se ha creado una entrada común para visitar la catedral de la Seo con el museo de los tapices, que se ubica en su interior, y con la que también se tiene acceso a la torre del Pilar. El precio en este caso es de 7 euros y el tiquet conjunto se puede adquirir en la puerta de la Seo.

Vuelve el bus turístico de Zaragoza
Vuelve el bus turístico de Zaragoza
J. Belver / Ayto.

Zaragoza a pie de calle

Una de las mejores maneras de ubicarse en una ciudad cuando se visita por primera vez es tomar el bus turístico. También es una alternativa si se quiere recorrer sin prisa y sin estar al volante, como sucede la mayor parte del tiempo para quienes viven en ella.

El bus turístico de Zaragoza reanudó sus viajes a mediados de junio, solo los fines de semana, y ha vuelto al servicio diario en julio. Hay siete horarios de salida (10.30, 12.00, 13.30, 15.00, 16.30, 18.00 y 19.30 horas) desde la calle de Don Jaime, en la plaza de la Seo.

Cada trayecto tiene una duración de 90 minutos pero el billete tiene una validez de 24 horas, por lo que el usuario puede subir y bajar del bus como quiera y en cualquier de sus 16 paradas durante ese día. El precio es de 8 euros y los tiquets se pueden adquirir a través de internet o en las oficinas de Turismo, pero no se venderán en el propio autobús.

Como novedades, este año se ha cambiado la locución de las explicaciones, lo que invita a repetir a quienes ya hayan tomado este autobús anteriormente ya que se trata de una experiencia diferente. Además de los idiomas que ya se empleaban (español, inglés, francés, alemán e italiano), se ha incorporado para esta temporada el chino.

Saliendo desde la plaza de la Seo, el bus turístico asciende por la calle de Don Jaime para realizar su primera parada en la plaza de España. Desde allí, por el paseo de la Independencia, el autocar se detiene en Sagasta, para contemplar la casa de Juncosa y Retuerta, que hace chaflán con Gran Vía. El parque de José Antonio Labordeta, el Caixa Forum y el museo Pablo Serrano, la estación Delicias, el parque del agua o la calle de los Diputados, junto al palacio de La Aljafería son otras de las paradas que realiza el bus durante su hora y media de viaje por las calles de Zaragoza.

También se ha recuperado el servicio de Megabus, orientado a niños. El viaje dura una hora con animación infantil y se ofrece la posibilidad de adquirir entrada conjunta con el Acuario de Zaragoza. El precio del billete es de 12 euros y la hora de salida, las 20.

Ribera del Ebro.
Ribera del Ebro.
Heraldo

Zaragoza a orillas del río Ebro

Peatonales, históricos, solo para vehículos, combinados… Desde Monzalbarba hasta La Cartuja Baja, con la pasarela del Bicentenario, son 15 los puentes que cruzan el río Ebro a su paso por el término municipal de Zaragoza.

La mayoría de ellos están en el casco urbano y unos pocos se sitúan en el centro de la localidad, con el paseo de Echegaray y Caballero en la margen derecha del río, y el paseo de la Ribera y la avenida de José Atarés, en la izquierda.

La ruta a orillas del Ebro no tiene pérdida. Basta con seguir el curso de las aguas. En dirección a la corriente, desde el puente del Tercer Milenio, construido con motivo de la Expo 2008, hasta el azud, en el barrio de Vadorrey, también levantado en la misma época, se cuentan hasta nueve puentes o pasarelas. El paseo es de casi cinco kilómetros, una hora aproximada a pie durante la que se puede ir realizando paradas en lugares de interés.

En el punto de salida, en la margen izquierda, se puede tomar un camino desde el parque del agua, que pasa por debajo del Pabellón Puente para bordear el recinto Expo a orillas del río. Pronto aparecerá el conocido como muro del Actur, construido cuando el barrio comenzó a urbanizarse con el fin de contener las crecidas del río.

Para verlo desde la otra orilla, se puede cruzar fácilmente por la pasarela del Voluntariado, un puente peatonal construido para la Exposición Internacional que conecta a pie los barrios de Almozara y el Actur.

Siguiendo el curso del río por la margen izquierda, la ruta continúa por la avenida de José Atarés, con amplias aceras, zonas verdes y carril bici. En la otra orilla, el palacio de la Aljafería se encuentra muy próximo al puente de la Almozara, por el que se puede cruzar tanto en coche como a pie, con un cómodo andador central.

Entre este y el siguiente puente, el de Santiago, se recorre por un sendero uno de los sotos que perviven en la zona urbana de Zaragoza a orillas del río. El paseo se produce entre álamos, chopos y algunos sauces, continuando por el andador contiguo al Centro de Natación Helios, ya casi en el siguiente puente.

Aquí, la arboleda de Macanaz aparece como un amplio espacio verde a orillas del río, en la margen izquierda, con vistas a la basílica del Pilar, en la otra orilla. Antiguamente, en este espacio se celebraba la Cincomarzada y ahora sigue siendo zona de recreo de familias y paseos en bici. Un buen lugar para realizar un descanso a la sombra.

Con las fuerzas recuperadas, el paseo de la Ribera llevará al visitante hasta el balcón de San Lázaro, donde se ubicaba el convento del mismo nombre, y el puente de Piedra. Es de estilo gótico y fue construido en el siglo XV, aunque al parecer sus orígenes son romanos, dada la existencia en aquella época de un puente en esta localización. Los imponentes leones de sus extremos y los espacios de descanso que se abren mientras se cruza el puente son escenarios perfectos para tomar fotos con el Pilar y el río Ebro de fondo.

Desde este punto hasta el Azud se puede continuar durante algo menos de dos kilómetros por el paseo de la Ribera, dejando a un lado, primero el puente de Hierro. Desde su restauración, hace una década, la estructura, que históricamente era de color verde, se pintó en azul y blanco. La combinación es un guiño popular al Real Zaragoza, ya que la decisión se sometió a la votación vecinal.

El puente de la Unión, también conocido como el de Las Fuentes, por conectar este barrio de la margen derecha con la otra orilla, será el siguiente y último antes de llegar al azud. Su nombre oficial es el de Manuel Lorenzo Pardo, en honor al ingeniero de caminos fundador de la Confederación Hidrográfica del Ebro

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