Para qué sirven los dientes de dragón, la nueva señal de la DGT en las carreteras

La Dirección General de Tráfico comenzó a implementar el año pasado en España nuevas señales horizontales de tráfico, como los dientes de dragón, para obligar a los conductores a reducir la velocidad.

La nueva señalización, conocida como Dientes de dragón, en la calle Pedro Porter, barrio Oliver en Zaragoza
La nueva señalización, conocida como Dientes de dragón, en la calle Pedro Porter, barrio Oliver en Zaragoza
Rubén Losada

Las señales de tráfico son el talón de Aquiles de aquellos que aspiran a sacarse el carnet de conducir. Son demasiadas, y aunque algunas son sencillas y conocidas por todo el mundo, otras son un tanto confusas. Hay que hacer muchos test e 'hincar' codos para no fallar en las preguntas ‘trampa’ y aprobar el teórico lo antes posible. Este año se incrementa la dificultad, ya que llega una nueva remesa de señalizaciones a las carreteras españolas que debemos conocer. El objetivo de la Dirección General de Tráfico (DGT) es aumentar la seguridad en la red de carreteras de España.

Este verano están apareciendo en distintas carreteras del país nuevas señales de tráfico. Pero lo cierto es que no son tan nuevas, ya que la DGT comenzó a implementarlas en fase de prueba en 2021

Los conocidos como 'dientes de dragón' son unas señales de tráfico horizontales pintadas en la carretera para dar la sensación de que la calzada se estrecha y, así, conseguir que el vehículo reduzca su velocidad de circulación. Forman parte de la nueva normativa que la DGT está realizando a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para luchar contra la siniestralidad en las carreteras de España.

Su nombre viene por la forma que presentan. Se trata de una serie de triángulos situados en fila a lo largo de los límites del carril dando la sensación de que nos encontramos dentro de una dentadura. Se colocan en las entradas a los poblados con el objetivo de reducir la velocidad y adecuarla al límite establecido dentro del casco urbano. Marcan el límite entre la carretera y la entrada al municipio y aumentan la precaución del conductor.

Según indican los expertos, cuando el ojo humano percibe unas líneas en los laterales interpreta que el carril estrecha, lo que nos impulsa a levantar el pie del acelerador y reducir la velocidad del vehículo. Su ubicación es clave, por lo que suelen estar situadas junto a pasos de peatones, tramos con una alta concentración de accidentes o puntos negros de las carreteras.

La estricta normativa que regula estos triángulos es la siguiente: deben estar separados entre sí por una distancia de 1 metro y medio y la arista que limita con la línea del carril debe medir 75 centímetros. Además, son visibles a larga distancia: tienen que aparecer en la vía 30 metros antes de que se llegue al punto 'crítico' en el que se debe reducir la velocidad. Por el momento continúan en fase de implantación.

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