¿Cómo dormir con calor? Trucos para combatir una noche de bochorno
Descansar en verano es muy difícil. El bochorno que se mete en las habitaciones es un factor limitante del buen dormir y la conciliación del sueño.
Con la llegada del verano y las altas temperaturas, resulta casi misión imposible pegar ojo por las noches. Dormir se convierte en un reto y combatir el bochorno que se cuela en las habitaciones es una tarea costosa. La conciliación del sueño se dificulta por culpa del sudor, las posturas incómodas y la desesperación. Aunque por suerte, en algunas ocasiones, la brisa nocturna da tregua, el calor es el gran protagonista de la noche. La falta de descanso deriva en disminución del rendimiento y cansancio general, incrementado también por el mercurio que está presente durante el día.
Por ello, resulta de vital importancia conocer algunos trucos que ayuden a dormir y descansar o, al menos, minimicen la afección que supone el calor a la hora de conciliar el sueño. Algunas de estas recomendaciones son tan sencillas como las siguientes:
- Evitar cenas abundantes: un consejo válido para siempre, haga o no calor. En caso de altas temperaturas, esto es especialmente importante, asegurándonos de haber hecho la digestión antes de acostarse.
- Cena rica en sales minerales: el calor provoca sudoración, más aún en personas propensas. Así pues, es necesario reducir el consumo de grasas por la noche y aumentar el de verduras, frutas y ensaladas para equilibrar el gasto de sales con el sudor.
- Importancia del agua: el consumo de agua debe verse aumentado en fechas de calor. La pérdida de electrolitos hace necesario la ingesta continua de agua y otras bebidas, incluso sin tener sed. Las bebidas alcohólicas y azucaradas no entran dentro de las posibilidades, pues suponen pérdida de agua corporal.
- Temperatura del dormitorio: controlar la temperatura del dormitorio durante el día será importante para llegar a la hora de dormir sin que el cuarto parezca un horno. Hay que poner en práctica trucos como cerrar ventanas y bajar persianas cuando pegue el sol directo a la ventana, uso de ventilador o aire acondicionado que reequilibren las temperaturas, abrir en caso de que se levante algo de viento (no caliente) y haya corriente...
- Estilo de cama: hay que tener en cuenta que las sábanas de algodón son más frescas, así como los pijamas de este material. Humedecer un poco la cama antes de acostarnos también puede servir para mitigar el calor.
- No hacer deporte antes de dormir: cuanto más retrasemos la hora de hacer deporte, más tardará nuestro organismo en desactivarse. Aunque sea una tentación hacer deporte una vez se ha escondido el sol, es posible que esto repercuta luego a la hora de conciliar el sueño, pues nuestro cuerpo no estará relajado hasta no menos de tres horas después de la práctica deportiva. Así, es mejor hacer deporte por las mañanas, antes de que comience a azotar el calor, en vez de por la noche.
- ¿Una ducha antes de dormir?: puede ser un truco efectivo. Eso sí, la ducha deberá ser de agua templada, ni muy caliente ni muy fría, con el fin de evitar desequilibrar la temperatura corporal.
