Esos 20 céntimos que siempre se pagan y nunca se juegan
Los loteros avisan que "donativo" no es lo mismo que "recargo", aunque en el bolsillo se sientan igual.
Vas a buscar a los niños al colegio y te ofrecen la lotería del fútbol. Quedas con tus amigos y compras la de la asociación en la que participa alguno de ellos. Esos son dos ejemplos de lo que se puede denominar 'lotería por compromiso'. A veces no son lotería, sino rifas. Hay otro tipo, esa que se adquiere en la panadería de todos los días o la de tu antiguo trabajo. Esa se podría denominar 'lotería por avaricia'. Es esa que piensas: "A ver si le va a tocar a todo el barrio menos a mí, a ver si le va a tocar a todos mis excompañeros después de tantos años…". Además, muchas veces coincide que la primera de ellas suele llevar una coletilla de "donativo" y la segunda de "recargo". Se trata de 20, 30, 40 céntimos que se pagan, pero que no se juegan.
Pero ojo, no es lo mismo "donativo" que "recargo", aunque en el bolsillo parezca que duele lo mismo. En el caso de muchas asociaciones o entidades es habitual que se trate de un "donativo" adicional, puesto que ese importe se suele destinar a una causa benéfica. Sin embargo, si la palabra que nos encontramos es “recargo” se relaciona con la retención que aplica Hacienda, explican los loteros. Loterías y Apuestas del Estado tiene que autorizar el recargo, que no puede superar el 20% del importe que se juega.
"Si es donativo no estamos obligados a comprarlo, puesto que un donativo es algo voluntario", explica una lotera de Zaragoza, en relación a que es una "opción". Sin embargo, el vendedor del boleto también tiene "la libertad" para no venderlo ante la negativa de pagar ese importe de más.
Esta es una de las cuestiones que se deben dejar claras a la hora de hacer participaciones porque si no, nos podemos topar con problemas en el futuro en caso de que toque. El sorteo, la fecha concreta, el número el importa total que se juega o el depositario son algunos de ellos. Parece imposible que los niños del Colegio de San Ildefonso vayan a cantar el número que tenemos en la estantería, ¿pero y si pasa y no tenemos estas cuestiones bien atadas?
