La Navidad en el supermercado no solo está en los lineales de los dulces y en la melodía de villancicos que solo interrumpe el "responsable de congelados acuda a caja 1". Más allá de los turrones, los polvorones y el mazapán, se respira aire navideño. ¿Dónde? En el pasillo de los pañuelos de papel, las servilletas, el papel higiénico y el de cocina.

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En una pirámide –en estos tiempos le llamaremos abeto- se ofertan rollos de papel de cocina con estrellas, bolas y más cosas que evocan la Navidad. Esto puede quedar curioso, parecer original, sorprender a los invitados… bueno, no está mal para echar unas risas. ¿Pero lo del papel higiénico?

Hace una década que una famosa firma de papel de celulosa lanzó "el primero del mercado", así lo catalogaron, con motivos navideños: abetos, copos de nieve, renos, hojas de acebo y serpentinas. Los nueve rollos cuestan algo más de 4 euros, con tres capas y testado dermatológicamente. Eso fue hace diez años, ahora ofrecen un 'pack' de Navidad compuesto de rollos para todo, pañuelos en paquetes y en caja, servilletas y hasta un calendario de Adviento para destapar cada día una sorpresa relacionada con estos productos –ya los hay de todo tipo-. Esta tendencia no solo es cosa de una empresa, es un auténtico mundo. Los venden en cientos de páginas web y de infinitud de modelos. Pueden teclearlo en Google.

Pero es que esto no es lo único navideño que se puede poner en el cuarto de baño. Si están pensando en una flor de pascua, error. En internet también hay multitud de propuestas para decorar el baño, desde la cortina de la ducha hasta una alfombrilla pasando por una funda que cubre la tapa del retrete. También una especie de estuche para el papel higiénico, será para aquellos que no hayan encontrado el del supermercado.