El alimento que debes cenar para perder peso sin esfuerzo

Hay que comer correctamente todo el día, pero la última ingesta de la jornada es fundamental, porque además de tener un balance de nutrientes debe ser moderada, y poner una especial atención en la calidad y cantidad de los postres.

Una mujer comiendo fruta.
Una mujer comiendo fruta.
Courtneyk de Getty Images Signature

Hay muchas verdades ‘absolutas’ en la nutrición que acaban cayendo por su propio peso. Cuando vienen de especialistas, los consejos tienen un porcentaje de acierto muy superior, y las teorías apoyadas en datos y pruebas quedan reforzadas ante las dietas mágicas y lo que hizo la vecina o el primo cuando quiso perder unos kilos. Una de las cosas que sí están probadas es que los atracones nocturnos, a no ser que se cuente con un metabolismo de los que destruyen la grasa sin esfuerzo, es algo malo en la lucha contra el sobrepeso, así como en la correcta conciliación del sueño.

Hay que comer correctamente todo el día, pero la última ingesta de la jornada es fundamental, porque además de tener un balance de nutrientes debe ser moderada, y poner una especial atención en la calidad y cantidad de los postres.

Abusar de la fruta tampoco es una buena idea, pero siempre va a ser mejor opción que la bollería industrial, los refrescos carbonatados o las grasas saturadas en general. Hay un fruto en concreto que tienen grandes beneficios para esta última comida del día: las fresas. Los beneficios de este fruto en concreto están fundamentados en un sabor fantástico, su gran cantidad de agua (el 85%: es saciante, pero no se queda en el michelín), sus pocas calorías y el aporte de polifenoles, que previenen de enfermedades cardiacas. Según la Academia Española de Nutrición y Dietética las fresas “solo tienen 36 kilocaloría por cada 100 gramos (4 ó 5 fresas)".

Más beneficios de la fresa

Con nata son un manjar, sin duda, pero solas también saben de maravilla y son mucho más sanas. Tienen vitaminas: C, E, K y B6, concretamente. Incluso, según afirma la Academia Española de Nutrición y Dietética poseen un gran aporte de vitamina C, muy similar al de la naranja. También aportan hierro, ácido fólico, magnesio y fósforo. Su carga de flavonoides ayuda a cuidar un elemento muy sensible, la retina, y también es antioxidante, por lo que su consumo regular se nota en el aspecto de la piel.

Por si fuera poco, tienen poder antiinflamatorio, aportan fibra, regulan el colesterol malo y el azúcar en sangre. Otro detalle: apoyan el blanqueamiento dental y son bactericidas, por lo que ayudan con las encías inflamadas y las caries. Actualmente estamos en plena temporada y, por tanto, es un momento ideal para engancharse al tren de la fresa en el viaje vital que emprendemos cada día. 

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