¿Cuál es el periodo de incubación de la viruela del mono? Así afecta al contagiado y a su familia

La reciente aparición de casos de esta enfermedad lejos del África central y occidental, donde su presencia es endémica, ya afecta a 12 países en todo el mundo, España incluida.

Transmisión de la viruela del mono.
Transmisión de la viruela del mono.
K. U.

El pasado 7 de mayo llegó la alarma desde el Reino Unido; se había detectado un caso de ‘moneky pox’, la viruela del mono o ‘monkey pox’ (MPXV). Tras ese primer caso se han identificado casi 100 más en 12 países diferentes fuera del África central y occidental, zona en la que su presencia se considera endémica desde el primer caso registrado en el Congo en 1970. Se trata de una afección grave, que condiciona gravemente la vida de quienes la sufren durante varias semanas, y que puede llegar a ser mortal en los casos más severos. Los roedores son el principal reservorio de este virus, aunque se llame ‘del mono’ a la viruela.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha advertido que los positivos seguirán apareciendo en las próximas semanas. La incubación de la enfermedad se ha fijado en un periodo amplio que va de los 6 a los 16 días, aunque puede ser mayor en el plazo más amplio, hasta llegar a las tres semanas. En España, donde se registran casos en varias autonomías (Aragón incluida) se fijó el pasado viernes 20 de mayo desde el Ministerio de Sanidad un protocolo para la detección precoz y manejo de casos.

El proceso de incubación y cómo se contagia la viruela del mono entre humanos

En el informe ministerial se explica que la MPXV en humanos ocurría “a través de contacto directo (incluyendo su consumo), o indirecto con mamíferos vivos o muertos, principalmente roedores o primates de zonas endémicas”. También hay casos por “contacto directo con fluidos corporales de una persona infectada o con objetos contaminados, como ropa de cama o ropa. Se han documentado otras vías de transmisión, como la transmisión de madre a hijo. La transmisión entre parejas sexuales, debido al contacto íntimo, parece ser el probable modo de transmisión en los casos detectados en las últimas semanas”.

Durante la primera fase de la incubación de la enfermedad no se presentan síntomas; la fiebre es la primera alarma, seguida de dolor de cabeza, dolores musculares, linfadenopatías y cansancio extremo. Entre un día y cinco días después de la aparición de la fiebre aparece una erupción cutánea severa, que suele comenzar en la cara y luego pasa a las extremidades, sobre todo a las palmas de las manos y las plantas de los pies. También se ven afectadas las mucosas orales y, a menudo, los genitales y las zonas conjuntivas.

El periodo de contagiosidad es desde que se observan los primeros síntomas hasta la desaparición de las lesiones cutáneas. Estos molestos síntomas pueden durar entre dos y cuatro semanas. Los casos graves ocurren con mayor frecuencia entre los niños y adultos jóvenes (no vacunados frente a la viruela común) y personas inmunocomprometidas.

Las lesiones cutáneas tienen tamaños variables. La erupción evoluciona de máculas a pápulas, vesículas, pústulas y costras que se secan y caen. El número varía de unas pocas a centenares. Antes de esa evidencia, el método principal de detección es la PCR de las lesiones cutáneas.

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