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El superalimento que libera estrés y reduce las arrugas
Se trata de un tipo de alimento con muchas propiedades si se consume natural. En el momento que es procesado, gran parte de sus beneficios se pierden por el camino.
Cuidar la alimentación es vital. Los beneficios de los alimentos se multiplican cuando estos se ingieren en su cantidad y momento adecuado. Por supuesto, también en la forma y el tipo de cocinado en que se elabora. Y es que no es lo mismo un consumo natural que ultraprocesado, como ocurre con multitud de productos. Además de tener en cuenta estos factores, también es importante la elección de los alimentos, por sus nutrientes y beneficios en diferentes aspectos del organismo y a niveles de salud, estética y bienestar.
Estos conocidos popularmente -aunque llamados de manera incorrecta- como superalimentos, son muchos y de índole muy diversa. Frutas, granos y otro tipo de productos a los que, sin poderes mágicos de por medio, se les atribuye cierto prestigio por encima de otros. Es el caso del cacao natural -sin ser sometido a alcalinización-, que tiene multitud de beneficios: disminuye la presión arterial, protege el sistema cardiovascular, regula la glucosa y mejora la capacidad cognitiva, entre otras.
Se trata además de un alimento muy versátil. Lo ideal es introducirlo en la dieta, con un consumo responsable, tanto para comer solo como para integrarlo en recetas. Sus efectos, a largo plazo, incluyen la liberación del estrés, previene la formación de litiasis renales, frena la progresión de enfermedades como la piorrea y suaviza la textura de la piel, reduciendo las arrugas de diferentes partes del cuerpo. Esto es gracias a los flavonoides, con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. También reduce la celulitis.
Por otro lado, el cacao conserva un alto valor en colesterol HDL, conocido como colesterol bueno, siendo además fuente de minerales, proteínas y fibra. Para que todos los beneficios enumerados anteriormente se alcancen con la incorporación del cacao natural a nuestra dieta, el resto de la alimentación debe ser sana y equilibrada, así como unos hábitos de vida correctas y la práctica rutinaria de deporte.
