Josep Espluga: “La visión sobre Leonard Cohen hoy es muy diferente a la de 1988”

n El escritor y docente de Alcampell (Huesca) ha publicado un ensayo sobre el boicot al cantante canadiense acaecido en su concierto de Binéfar hace 36 años

Josep Espluga, con dos ejemplares de su libro.
Josep Espluga, con dos ejemplares de su libro.
H. A.

Josep Espluga Trenc ejerce como profesor de Sociología en la Autónoma de Barcelona desde hace 28 años. Este docente universitario es de Alcampell (Huesca) y estudió en Zaragoza antes de recalar en Barcelona. En noviembre de 2023, la editorial Milenio publicó su libro ‘El año que boicoteamos a Leonard Cohen’, ‘mea culpa’ en primera persona del plural sustentado por un minucioso proceso de documentación.

El título alude al concierto que el artista canadiense ofreció en La Algodonera de Binéfar (a 15 kilómetros de Alcampell) el 11 de junio de 1988, un hecho atípico que generó reacciones encontradas en el seno de la localidad oscense. Espluga ofrece un poco de contexto desde su óptica personal. “En mi época de estudiante en Zaragoza colaboraba los fines de semana en Radio Binéfar, ponía música de grupos aragoneses y hablábamos de lo que se cocía por la noche en Zaragoza”.

La valoración negativa tenía una raíz económica y, además, un baremo de ‘timing’: el artista no era moderno. “Era un gasto grande y no todo el mundo pensaba que estaba justificado; además, el entorno en el que me movía no comulgaba mucho con la música de Cohen, era un dinosaurio en ese momento, así que brotaron las reticencias, que tomaron cuerpo y cristalizaron en un boicot”.

El concierto no fue un éxito, con apenas mitad del aforo ocupado y una imagen grotesca: fans irredentos de Cohen escuchando desde fuera por el “qué dirán”, conjugando el desdén a la organización con el placer de escuchar buena música. Veinte años más tarde, Espluga reflexionó sobre todo aquello con una perspectiva sociológica, y decidió abundar en el germen y las razones de aquel plante. “Un día piensas que Leonard Cohen vino al pueblo de al lado y colaboraste a torpedear su concierto. ¿Por qué? Entre 2012 y 2014 entrevisté a muchas personas involucradas en la organización del concierto y en el boicot; tras ese análisis ya pude identificar una secuencia de hechos”.

"Explicando lo que pasó en este concierto explicaba también el desarrollo del sistema político español en el ámbito local durante los últimos años de la transición"

Hecha la documentación, faltaba articular el relato, pero el profesor de la Autónoma de Barcelona prefirió posponer la tarea. “La pandemia y el confinamiento me hicieron recuperar el tema. Además, acumular más distancia temporal con los hechos me ayudó a hallar el modo de contarlo, apelando al rol que cada actor de la historia jugaba en su momento: la gente del Ayuntamiento, las peñas, la radio… Al final, explicando lo que pasó en este concierto explicaba también el desarrollo del sistema político español en el ámbito local durante los últimos años de la transición”.

Espluga, consciente de que relata un episodio que no deja en buen lugar a su tierra natal, recalca que “la visión sobre Leonard Cohen a día de hoy es muy diferente a la de 1988. Su mayor éxito de masas le llegó al final de su vida, entre 2008 y 2016. Cuando pasó por Binéfar presentaba ‘First we take Manhattan’, que luego fue un éxito pero se había editado solamente en Europa, porque en Estados Unidos se le daba por muerto artísticamente. Era una reliquia para la modernidad y, de pronto, estaba en MTV”.

Leonard Cohen, en 2009, durante una actuación en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.
Leonard Cohen, en 2009, durante una actuación en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.
Oliver Duch

‘Pentimenti’ anímico

En la intrahistoria hay detalles muy curiosos. Los Proscritos de Jose Lapuente, el grupo más potente que ha salido de Binéfar, no fueron al concierto. En Radio Binéfar no se ponía música de Cohen para calentar el concierto, aunque era una emisora municipal y la contratación del canadiense había salido de las arcas municipales. “También fue revelador el tratamiento mediático nacional de la gira: hablaban de Binéfar como un pueblo entre Huesca y Lérida: no lo tenían en el radar”.

Josep Espluga no tiene problema en reconocer su arrepentimiento por haber formado parte de aquel boicot a Cohen. “Desde luego, me gustaría haber actuado de otro modo. Estas navidades repartí libros a los entrevistados y la mayoría compartía mi arrepentimiento. La presión social de la gente con la que convivimos nos lleva muchas veces a hacer cosas que no queremos hacer: hay que asumir las propias contradicciones. Como profesor de sociología, este caso constituye una práctica muy gráfica para explicar este tipo de comportamientos”.

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