¿Saben aquel que diu que Eugenio está de moda?: diez cosas que quizás no sepas sobre el humorista

El cuentachistes se hace ubicuo con cinco documentales, dos recopilatorios y una película sobre su figura.

El humorista Eugenio.
El humorista Eugenio.
H. A.

"¿Saben aquel que diu que un hombre está rezando y dice: Dios mío, dame paciencia... ¡Pero dámela ya!". Leído puede resultar un chiste más bien malo. Pero si, usted, lector, lo oyera en la voz de Eugeni Jofra Bafalluy seguro que ahora mismo estaría tronchado. Eugeni, Eugenio para la historia del humor español, falleció de un infarto un 11 de marzo de 2001, a los 59 años. Era un final casi anunciado, triste colofón de la decadencia de una brillantísima carrera consagrada a hacer reír a los españoles mientras navegaban de la dictadura a la democracia consolidada.

Cómico insólito, Eugenio basó su éxito más en la forma que en el fondo, en el continente que en el contenido. Contaba chistes de toda la vida, muchos no particularmente ocurrentes, pero de una forma tan distinta y personal que resultaban hilarantes. El misterio de su aura risible emanaba del contraste con su triste figura, más cercana a la de un enterrador que a la de un humorista: siempre de negro, con su inseparable cubata y encadenando cigarros, se enfrentaba a la audiencia impertérrito, con apenas un característico movimiento de ceja. Más que los chistes, lo que Eugenio dominaba eran los silencios. A lo que había que añadir su particularísimo timbre: "Algún día esa voz te dará mucho dinero", le dijo visionariamente su abuelo.

La negrura de Eugenio no solo era una pose de cara al público porque, si bien se creo una bien merecida fama de noctámbulo y juerguista -faceta que puso muchas veces por delante de su familia-, se prodigó en numerosas entrevistas y llegó a ser personaje interesante para la prensa del corazón, el catalán tenía tendencia a la depresión y, en sus últimos años, cayó en las drogas. "El humor es una válvula de escape para evadirse de la realidad, el humor no es cuando uno está contento, el humor verdadero es de penas, de desgracias, es ahí cuando se demuestra el sentido del humor", dijo.

Su particular carácter sigue fascinando más de 20 años después de su muerte, como lo demuestran el buen número de documentales, especiales y hasta un largometraje que en los últimos tiempos se han estrenado sobre él.

La conexión aragonesa

La madre de Eugenio, Manuela Bafalluy, era natural de Benabarre. A la localidad aragonesa acudía la familia cada verano: el propio humorista y su hermana Núria, a la que estaba muy unido. Ella recuerda aquellos días como "los más felices de nuestra vida".

Iba para joyero

Inclinado hacia las artes, la primera vocación de Eugenio fue la de joyero. Se formó para ello en la Escuela Massana y aquel gusto por los dijes le acompañó toda su vida: anillos, pulseras y exagerados colgantes, en particular una característica cruz de madera, eran de los pocos adornos que se permitía en su austera uniformación para el escenario.

Conchita I, la mujer de su vida

Eugenio tenía en los 60 novia formal y fecha de boda. Pero se le cruzó en la vida Conchita Alcaide, una joven de origen andaluz que se convertiría en la mujer de su vida. Era poseedora de una preciosa voz y juntos viraron hacia la verdadera pasión de Eugenio: la música. Ambos formaron el grupo Els Dos, con el que hicieron sus pinitos centrados en un género que entonces comenzaba a nacer, la 'nova cançó' catalana. La pareja llegó a grabar algunos discos y a tener cierta repercusión, pero no la suficiente como para poder vivir de ello. En sus conciertos en los clubes, Eugenio, entre canción y canción, hacía alguna broma y contaba chistes, que en ocasiones eran reclamados por el público más que su música. Un obligado viaje de Conchita a Andalucía para cuidar a su madre enferma dejó a Eugenio solo en el escenario. El dueño del local -sabedor de que el alma del dúo musical era Conchita- le animó a decantarse por los chistes en ausencia de la voz femenina. El resto es historia.

Se presentó a Eurovisión

La carrera de Els Dos terminó en fracaso, pero tuvo un hito que los llevó a televisión y a codearse con lo más granado del panorama musical de la época: la carrera previa a Eurovisión de 1970. Eugenio y Conchita cantaron una canción de innegable aire folk de título 'La balada del maderero'. Pero el ganador fue... Julio Iglesias con 'Gwendolyne'.

Luctuosas casualidades

La historia de amor con la que siempre fue la mujer de su vida, Conchita, acabó trágicamente con la prematura muerte de ella por un cáncer de pecho cunado solo tenía 37 años (Eugenio, uno más). El humorista quedó a cargo de los dos hijos de la pareja, Gerad e Ivens, de solo 11 y 8 años y  seriamente afectado por la pérdida, si bien, según reconocen sus hijos en varios documentales, eso no le impidió entregarse a la noche durante la enfermedad de su esposa. La casualidad quiso que Conchita falleciera el mismo día de la comunión del menor de sus hijos. Esa misma noche, Eugenio respondió al dolor marchándose a actuar a la plaza de toros de Alicante, adonde llegó conduciendo su propio coche.

Conchita II, segunda oportunidad al amor

Eugenio dio otra oportunidad al amor con, casualidades de la vida, otra Conchita. Su segunda mujer también era andaluza y aportaba un hijo anterior, Daniel. Con ella vivió los mejores momentos profesionales y, por ende, económicos. "Es como si Conchita (refiriéndose a su primera mujer) se hubiera ido cuando sabía que yo ya iba a estar bien". El humorista compró un lujoso chalet en las afueras de Barcelona que  además de nido familiar hacia las veces de cuartel general de grandes juergas. El nacimiento del único hijo en común de la pareja, Eugeni, comenzó a resquebrajar el matrimonio. Eugenio se ausentaba del domicilio conyugal durante semanas e incluso meses. A la par, empezó a coquetear con las drogas, circunstancias todas que llevaron al fin de la relación.

¿De dónde sacaba los chistes?

Volviendo a su faceta profesional uno puede preguntarse de dónde sacaba Eugenio los miles de chistes que llegó a contar a lo largo de casi 30 años de carrera. Su madre Manuela cuenta en varios de los documentales biográficos que desde pequeño tenía la costumbre de apuntar los que oía en un cuaderno. Algunos también se los inventaba porque no solo era un cuentachistes sino alguien de fina inteligencia y sentido del humor. Pero hay un episodio curioso que se recoge, por ejemplo, en el 'biopic' cinematográfico de David Trueba sobre el catalán. Durante una de sus actuaciones barcelonesas, Eugenio recibió la visita de una señora que le entregó miles de chistes que su marido dejó en varias cajas al fallecer.

El Sausalito

La aproximación de la señora se produjo en el Sausalito, donde Eugenio y Conchita Alcaide comenzaron su carrera musical y llegaron a regentar. El club formaba parte de una nutrida y exitosa ruta de locales que hacían de la barcelonesa una de las noches más efervescentes de España. El local cerró en 1987.

El fenómeno de las casetes

Ahora puede parecer algo viejuno, pero la idea de grabar chistes y venderlos en cassettes fue algo realmente visionario en su día. Los de Eugenio fueron un verdadero fenómeno superventas, más que muchos grupos musicales, e incluso antes de que el cómico diera el salto a televisión. Hasta diez millones de españoles compraron uno de estos cassettes que forman parte de los recuerdos de muchas personas, sobre todo de los viajes familiares en coche.

¿Qué se puede ver ahora de Eugenio en la tv?

No ha hecho falta ningún aniversario redondo para servir de excusa a la cantidad de producciones en torno a la figura del humorista catalán que ahora mismo están coincidiendo en televisiones y plataformas.

Donde más material hay, gracias a su importante archivo, es en la web de RTVE. Allí se reúne abundante metraje de sus actuaciones televisivas, medio en el que llegó a ser una estrella, englobadas dentro del programa contenedor 'Cómo nos reímos'. Además, el canal público ofrece sendos especiales: uno biográfico y otro con sus entrevistas. Completa la oferta una entrega de la serie 'Imprescindibles'. En la plataforma Filmin el catálogo incluye el documental 'Eugenio', con la presencia destacada de sus familiares más cercanos: sus hijos -ncabezados por el mayor, Gerard, que fue muchos años su mánager-, su exmujer Conchita Ruiz, la hermana del humorista y muchos amigos y compañeros de profesión. Es, quizá, la aproximación más veraz y cercana a su figura.

Más recientemente, Movistar + ha estrenado ‘Eugenio solo hay uno’, una propuesta en la que varios humoristas actuales homenajean al cómico que, a su vez, es de alguna manera resucitado por la inteligencia artificial.

Eugenio ha sido también objeto de un largometraje dirigido por David Trueba, 'Saben aquell', que  atesora 11 candidaturas a los Goya, entre ellas las de Mejor Película y Mejor Actor para David Verdaguer, el encargado de dar vida a Eugenio de manera muy convincente. Carolina Yuste encarna a su mujer Conchita Alcaide y también aspira a premio. El 'biopic' se centra sobre todo en los comienzos de su carrera y en su historia de amor con su primera mujer. La película estará disponible en alquiler el 29 de enero en Filmin.

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