Acertar con el regalo: los trucos de los expertos

¿Existe el arte de regalar? Qué y cómo regalamos puede decir mucho de nosotros. Estos días, encontrar el obsequio perfecto es una misión en la que podemos aplicar algunos trucos.

Imagen de archivo de regalos de Navidad debajo del árbol
Imagen de archivo de regalos de Navidad debajo del árbol
Pixabay

¿Qué dice de nosotros la manera en que regalamos? ¿Hay trucos para acertar? Elegir qué regalar es un acto muy subjetivo, sujeto a numerosas variables en las que el dinero que tenemos para gastar y el gusto del regalado serían las principales. Pero en ese abierto panorama se pueden establecer carriles que tienen que ver con la empatía mucho más que con el poder adquisitivo.

Muy defensor de esta idea es Javier Carnicer, jefe de protocolo de la DGA, quien ha ejercitado mucho en su carrera el músculo ‘regalador’. Si bien él lo hace a nivel institucional, su experiencia puede ilustrar a los que estos días se ven en la tesitura de pensar con qué agasajar, no solo a ese novio de turno que sabemos que no va a sentarse en la mesa familiar el año que viene, sino a personas cercanas, a las que conocemos bien pero, sencillamente, tienen de todo.

A la hora de obsequiar, Carnicer lo tiene clarísimo: el precio es lo que pagas, el valor es lo que recibes. Para él, los regalos trascienden al mero objeto, poseen también "un concepto abstracto, que tiene unos códigos, se presenta con determinados rituales y responden a un relato que es transmitido por diversos canales de percepción". Y así, "acertar con un regalo que apele a los códigos afectivos garantiza éxito en lo que se quiere comunicar".

El diplomático predica con el ejemplo. Él mismo y su equipo han fabricado con sus propias manos muchos de los regalos que, de acuerdo a cuestiones desde sentimentales a políticas, han ido a parar a manos de numerosos mandatarios. Ellos han buscado los materiales, los han recortado, los han pegado... Todo eso se acaba percibiendo. Por ejemplo, recuerda el que recibió el que fuera presidente Uruguay, José Mújica, en su visita a la Puebla de Albortón, tierra de origen del prócer uruguayo José Gervasio Artigas. Fue un sencillo estuche con tierra de un solar atribuido a la familia Artigas, los apellidos de los 138 habitantes del pueblo y un brote de olivo.

Más a pie de calle se sitúa Ángel Elipe, quien el año que viene cumplirá 15 años al frente de la tienda Shuave (Méndez Núñez, 10), un referente del artículo de regalo en Aragón. Su experiencia detrás del mostrador es muy variada, pero si algo tiene claro es que la principal dificultad hoy en día para encontrar un regalo es que, en general, "todos tenemos de todo".

En este sentido, desde Shuave apuestan por “darle a las cosas un pequeño giro”, aunque el regalo sea un cliché. Por ejemplo, “si es para alguien que conocemos poco y queremos acertar o para esa persona a la que ya le hemos regalado de todo, podemos elegir los consabidos calcetines, pero con un toque diferente, sin llegar a ser estrambótico pero sí especial”.

El terremoto del amigo invisible

Cuando a Elipe se le pregunta por los cambios en la costumbre de regalar desde que abrió enseguida se refiere al "terremoto". Así califica la progresiva expansión y normalización de la costumbre del amigo invisible. "Hace 15 años podía haber algún regalo de este tipo, era más indefinido y puntual. Ahora mismo está normalizado a todos los niveles". "Tengo clientes que se llevan hasta cinco cosas para amigos invisibles: del trabajo, la familia, el gimnasio o de los padres del colegio... Ha sido una explosión que nos ha beneficiado muchísimo", indica el dueño de Shuave.

Añade: "Últimamente también noto mucho que hay que innovar y devanarse los sesos para traer cosas que sean el giro del giro del giro. Por un lado, para sorprender. Por otro, para competir con las plataformas digitales, ya sea con productos totalmente nuevos o con otros, clásicos, pero en los que se busca que sean más creativos o que tengan un factor sorprendente. Ese ‘efecto wow’ que cada vez es más difícil. Cuando empecé, era más fácil sorprender. Esa exigencia también es un reto que nos gusta", asegura.

Como Carnicer, Elipe considera que regalar es un ejercicio de empatía. Ponerse en la piel del otro es fundamental, por lo que el dueño de Shuave aconseja algo tan sencillo como, si el regalo no es pactado previamente, "que no condicione". Algo que empezaría, sin ir más lejos, por no regalar cosas de gran tamaño.

En el plano puramente pecunario, Ángel cree que en estas fechas hay más alegría en los bolsillos. “Se regala más, pero sobre todo más caro. A lo largo del año vivimos más de artículos de entre 10 o 20 euros. En Navidad hay presupuestos de 100 euros. Es habitual que la gente “se reserve” para estas fechas, se siente que es “el momento”.

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