Del alquiler a la sastrería: la apuesta de la Familia Real por las tendencias más sostenibles de la moda

Más allá de lo estético, la indumentaria de madre e hijas en la Jura de la Constitución supone un mensaje a favor de la economía circular.

La infanta Sofía, la princesa Leonor y la reina Letizia
La infanta Sofía, la princesa Leonor y la reina Letizia
Jack Abuin/AP

La moda de archivo, reaprovechar la ropa y apostar por lo local y artesanal. Son tres de los principales apoyos sobre los que se sostienen algunas de las tendencias más sostenibles de la moda.

Este martes, la Jura de la Constitución el día del 18 cumpleaños de la Princesa Leonor fue un despliegue de mensajes en torno al compromiso de las mujeres de la Familia Real por estas nuevas maneras de consumo de ropa.

En el caso de la reina Letizia lo hizo con algo a lo que ya nos tiene acostumbrados: repetir modelo. Y hacerlo no solo en actos institucionales de menor calado sino, últimamente, en dos que quedarán para la Historia de España: la Jura de Bandera del pasado 8 de octubre en la Academia Militar de Zaragoza y la de la Constitución del pasado martes en el Congreso de los Diputados.

En ambos, Doña Letizia eligió sendos Carolina Herrera, una de sus firmas de cabecera. Para el acto militar se decantó por un vestido que ya había utilizado en otro, el Día de la Fuerzas Armadas en Huesca, azul y de topos. Para el de Madrid, volvió a sacar del armario una prenda ya utilizada, del mismo color, azul, que lució por primera vez hace casi justo un año, en la visita oficial que los monarcas hicieron a Alemania. Es un modelo de cóctel, con fruncido en la cintura y como único adorno dos prendidos florales cerca de los hombros. Como complemento, un bolso de Magrit al tono.

Pero el martes no fue la única que apostó por opciones sostenibles. En el caso de la protagonista del día, la princesa Leonor se enfundó un traje-pantalón en blanco, austero, un conjunto hecho a medida en una sastrería centenaria y familiar de Madrid, Serna, que suele vestir al propio rey Felipe VI, incluido el día de su boda. Una apuesta por la moda artesanal y local

Pero es la infanta Sofía, la que generalmente aporta a todos los actos un toque más juvenil y desenfadado, la que más claramente abraza la tendencia. No solo en su indumentaria sino en la manera de consumirla.

Su vestido, levemente sofisticado, de estampado floral y vaporosa capa, es una prenda alquilada. El diseño, de la marca británica Erdem, es de temporadas pasadas. Algo que desde hace un tiempo ha dejado de ser motivo para que la ropa duerma el sueño de los justos. La tendencia de la moda de archivo, vinculada con el vintage, aboga por recuperar prendas del pasado más reciente, sobre todo diseños de marca que siguen mereciendo la pena años después de lanzarse al mercado. En el caso del vestido de Sofía, además, se ha alquilado. El modelo Theola costaba cuando salió al mercado 1.770 euros, pero en la plataforma Borow, especializada en el alquiler de ropa, adonde ha recurrido la joven, se ofrece a 268 euros.

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