Lorena Álvarez y Rodrigo Cuevas, de la vanguardia a la raíz en la creación musical
Los dos artistas asturianos actúan este mes en Aragón: ella, además, lo hace por partida doble este fin de semana
Más allá de algunos detalles nada nimios, como la presencia activa y frecuente en sus canciones de la electrónica (él) o los coros en polifonía y cierres sutilmente bizarros (ella), la música de los asturianos Lorena Álvarez y Rodrigo Cuevas podría haber encandilado a los jóvenes de los años 40 del siglo pasado. A día de hoy, sus respectivas propuestas musicales unen generaciones en el mismo entusiasmo. Son personalidades voraces en el conocimiento y la exploración, extrovertido uno, introspectiva la otra, unidos ambos a Aragón por un afecto recurrente que en las próximas semanas se plasma en sendos dobletes de actuaciones.
Lorena Álvarez (40 años de edad, natural de San Antolín de Ibias) se presenta este viernes 11 de agosto (21.30) con sus Rondadores en el Museo de Zaragoza, como parte del festival Múver, y al día siguiente acude a Sal a Remolinos, iniciativa de la salinera localidad zaragozana que acumula una notable veteranía tras 26 ediciones. Por su parte, Rodrigo Cuevas (38 años: se define como agitador folclórico, y vive en una aldea de 13 habitantes) actuará en el festival Doña de La Almunia el día 26 de agosto y el 7 de septiembre en la Cartuja de las Fuentes de Sariñena, con uno de los recitales de cierre del festival Sonna.
Filia pirenaica
Lorena Álvarez se enamoró del Pirineo aragonés hace ahora tres años. Antes había cariño de lejos, pero el que brotó en 2020 superó el nivel epidérmico. Concretamente, el amorío fue con el valle de Hecho, tras su estancia creativa en la segunda edición de las residencias artísticas LoMon Contemporáneo. De la experiencia salió un epé, coproducido por la asturiana y Alonso Díaz, para el que contó con el grupo Los Rondadores de La Va D’Echo, integrado entre otros por Juan José Lagraba o el músico de Kiev Cuando Nieva Carlos Aquilué.
El trabajo tiene cuatro temas, registrados en el cine de la propia localidad de Hecho: ‘Dos pájaros en un almendro’ (revisión de los verdiales de Estrella Morente en el tema ‘Monte de Málaga’ de su padre Enrique), ‘La mano ardiendo’, ‘Una rosa’ y una rescatada de esfuerzos previos y adaptada al perfil rondeño: ‘Soy un olmo’, en el que se recuerda con arte aquello de que no conviene pedir peras a tales árboles.
Rodrigo Cuevas, por su parte, está ultimando todos los detalles para el lanzamiento de ‘Manual de romería’, que saldrá al mercado el próximo 22 de septiembre. Es el nuevo paso productivo de este torbellino artístico formado en el conservatorio de Oviedo y en la ESMUC de Barcelona, que saltó a la fama en 2016 por su tema ‘Soy de Verdiciu’;en él mezclaba el folclore astur con la melodía del tema disco ‘Ritmo de la noche’.
Su interés por las músicas del mundo, el cabaret y el circo desembocó en el estudio de un instrumento tan poco usual en el pop como la tuba, pero es que Cuevas no es pop: ha diseñado su propio estilo, que bebe de la tradición asturiana y de las pandetereiras gallegas de su aldea. El año pasado recibió un reconocimiento del ministerio de Igualdad por «su visibilización de la diversidad sexual y de la libre expresión de género recuperando espacios tradicionales como el de la música folk».
Internacionalmente, la carrera de Cuevas está despegando gracias a su alianza con el músico puertorriqueño Eduardo Cabra, el 50% de los recordados Calle 13; juntos han alumbrado el tema ‘Más animal’, integrado en el futuro álbum del asturiano. Además, Cuevas ha colaborado con la hermana de Cabra, Ilé, quien formara parte del cartel de Pirineos Sur en 2017.
Idoipe, el bardo de Estercuel
Con raíces en Estercuel (Teruel) y una avidez tremenda por conocer más de las músicas de tu región, Javier Idoipe dio un volantazo a su trayectoria como DJ y productor para trabajar en un material que, por osado y rompedor, da lustre al concepto del folclore. No es el mismo proceso de sus dos colegas asturianos: Idoipe investiga, elige, desmembra y reformula piezas del cancionero tradicional y, con sumo respeto a los originales, les da una nueva vida como canciones orientadas al baile.
Idoipe también tiene actuación pautada en Aragón este verano. Después de pasar por Lo Mon Contemporáneo 2023 y Santa Cruz de la Serós, actuará el próximo 25 de agosto en el Museo de Zaragoza, dentro del Múver.
Conciertos en Aragón: de Baute a Sho-Hai
La oferta de música en directo este fin de semana en los escenarios aragoneses está bien surtida de nombres populares, debido sobre todo a la coincidencia de festivales y ciclos de largo desarrollo con los festejos patronales. Dentro del Festival de los Castillos es el turno de la zaragozana Elem, que cita este viernes 11 de agosto a sus seguidores en el Castillo de Sádaba (22.00, 10 euros).
Carlos Baute también toca a rebato este viernes en el pabellón de las Peñas de Calatayud (23.00) como plato fuerte de la tercera edición del Interpeñas Fest de San Roque. Todo un veterano del pop latino. En cuanto al cartel compartido por Samuraï y Cariño que propone el patio exterior del Palacio de Congresos de Huesca (igualmente en viernes), la hora de inicio es la medianoche, y el acceso es gratuito. Samuraï es el proyecto musical de la joven madrileña Aroa, que sorprendió el año pasado con su segundo epé, ‘Lo bonito’. Cariño es puro ‘indie’ pop con María Talaverano, Paola Rivero y Alicia Ros.
Este sábado 12 de agosto, Israel Fernández llena (todo vendido) el Monasterio de Veruela de flamenco de pura cepa, mientras que el catalán Pau Vallvé aterriza en el Castillo de Benabarre y Patricia Kraus, en el Anfiteatro Ciudad del Agua de Ejea. Aragón pide paso con Sho-Hai, que ocupa desde la medianoche el mentado patio del Palacio de Congresos Huesca, y Niños del Brasil: tras el forzoso barbecho que siguió al ictus de su teclista Nacho Serrano (ya recuperado), vuelven a la acción este domingo 13 de agosto en la Peña Garnacha de Calatayud.
