POESÍA ARAGONESA. OCIO Y CULTURA

Pedro Bosqued: “Antes que nada soy escritor y para eso es necesario ser un gran lector”

El novelista y crítico literario abraza la poesía y publica en Olifante el poemario 'Polonio', con ecos de William Shakespeare

Pedro Bosqued dice que "la poesía tiene que ser verdad".
Pedro Bosqued dice que "la poesía tiene que ser verdad".
A. C./Heraldo.

El escritor, crítico literario y farmacéutico Pedro Bosqued (Zaragoza, 1970), tras publicar un libro de viajes y una novela, ofrece ahora su primer poemario, 'Polonio' (Olifante, 2023) y lo presenta el lunes 29 de mayo en la Fundación Caja Rural de Aragón, antiguo Casino Mercantil, en compañía de Fernando Sanmartín. 

Empecemos por lo primero: ¿cómo entiende y vive la literatura?

Entiendo la literatura como el modo de ayudar a comprender todo lo que en la realidad es inexplicable. La vivo como fuente de alegría por lo que ayuda a la comprensión de la misma.

Acaba de publicar en Olifante su primera libro de versos: ‘Polonio’. ¿Desde cuándo escribe poemas?

Desde hace que puede demasiado tiempo. Desde que no entendía las cosas que sucedían en la vida y buscaba un asidero para tener más aire y darlo a los demás.

¿Por qué ese título tan nítido, ‘Polonio’, el padre de Ofelia y por tanto ecos de Shakespeare, y a la vez nada fácil de entender, al menos a primera vista?

Tiene dos partes. Siete, días de la semana, por doce, meses del año, da 84, el número atómico del Polonio. Veneno. Pero en esto viene la literatura y nos salva. En ‘Hamlet’, Polonio le pregunta: “¿Qué leéis mi señor?”. Y le responde: “Palabras, palabras, palabras”. Eso es la poesía. Y el personaje de Polonio muere sin merecerlo ni Hamlet desearlo, que comete homicidio y luego no se apiada de él. La bipolaridad de Hamlet se la entrega a lo químico y literario del título de este poemario.

Explíquenos esa estructura: los días de la semana y los doce meses del año. ¿Qué guiños quiere hacer o plantear: un año, una semana, la reiteración, etc.?

La sensación corpórea de ciertos instantes inesperados de la vida. Cuando de repente te sientes pleno de vida en una terraza en Bolonia y descubres que es martes de febrero. Era impensado y ya es imperecedero. A partir de ahí se fueron añadiendo otros momentos imborrables y sorprendentes que conforman el esqueleto impensado que, queramos o no, todos somos.

¿Cuál diría qué es el tema, la filosofía del libro?

La filosofía es recoger esos momentos hechos costilla y que, al darle estructura de poemario, adquieren el esqueleto emocional.

"Si el ensayo tiene que ser verídico y la narrativa verosímil; la poesía tiene que ser verdad. De la manera que sea, pero verdad. Y escribirla es una de las mayores fuentes de energía"

¿Cómo se aborda lo cotidiano y con esa mirada suya, tan distanciada en apariencia y tan juguetona, sobre el mundo?

Con parsimonia, empatía y celebración de la vida. Los golpes de la vida son inevitables, aprender de ellos, vital. Aprender que no olvidar. No en vano, la poesía, entre otros motivos, trata de abolir el olvido. Valiente envite.

En el libro hay de todo: juego, ironía, sorpresa, burla, pero también emoción. ¿Es así?

Todos somos todo eso. Hay emoción, y lo liviano hace de guarnición. Pero hay algo evidente. Si el ensayo tiene que ser verídico y la narrativa verosímil; la poesía tiene que ser verdad. De la manera que sea, pero verdad. Y escribirla es una de las mayores fuentes de energía.

¿Cómo se enfrenta a la poesía? Da la sensación de que, en ocasiones, quiere desmitificar la escritura lírica.

No quiero deshacer nada, sería una calamidad si lo hiciese. Me enfrento como nos enfrentamos a la verdad; nos paramos, la asimilamos y obramos en consecuencia. Y la consecuencia de un poeta es mostrar a los demás mediante las palabras lo que se puede hacer con la verdad. Calar.

Pedro Bosqued, en una de las noches de poesía, tertulia y amistad en La Scala.
Pedro Bosqued, en una de las noches de poesía, tertulia y amistad en La Scala.
A. C./Heraldo.

Es, quizá antes que nada, un apasionado lector. ¿Quiénes le han acompañado en este libro de manera más constante?

Antes que nada soy escritor y para eso es necesario ser un gran lector. En este poemario me han acompañado, siempre y de manera discreta sin interferir, el humor inmensurable del helenista y poeta Ramón Irigoyen y los rostros de Clara Janés, Joan Margarit, Wislawa Szymborska y muchos más que no caben aquí. Pero esa sonrisa de la poeta polaca premio Nobel, es uno de esos momentos imperecederos de los que hablábamos antes. La sonrisa de Szymborska. Pura ternura.

Ya lo dicho: es, ante todo, escritor. Y es un escritor que va a su aire y a la vez le gustan muchos los rituales literarios: es colaborador de Cálamo y de ‘Artes & Letras’, participa en tertulias literarias, ha escrito novelas, libros de viajes, es prescriptor y un presentador-entrevistador constante. ¿Dónde o cómo se siente más cómodo?

Me siento más cómodo, mejor dicho, mejor, cuando algo de lo que he escrito o dicho sirve de línea de pensamiento a alguien. Cuando muestras algo a alguien o le lleva a otro lugar que le sirve para su vida. Si la literatura no fuera útil, y la poesía lo es, habría desaparecido. Nos iremos pero los libros, no. No desaparecerán, seguirán como los poemas de ‘La Odisea’. Es indiscutible.

¿Para quién ha pensado este libro, para quién escribe Pedro Bosqued?

Para todo el que quiera disfrutar un poco más de la vida y de aprender. A cualquier edad, somos seres humanos en potencia, en nuestra mano está el desarrollarnos. Y un poemario es una espita para saber, valorar y conocerse más a raíz de lo que expone el libro.

Viene la Feria del Libro. ¿Cómo lo afronta y qué significa para usted?

Es muy divertido que, en esta época tan digital que preconizan, estemos encerrados en una caseta. Es delicioso porque aún así corre el aire, en la del Retiro de Madrid. En la de Zaragoza corre el cierzo, y eso es un plus, que decían los poetas griegos. Y es imborrable poder hablar sin prisas con la excusa de un libro nuevo de las cosas imperecederas y recurrentes de la vida con desconocidos.

Recomiéndenos tres libros, que puedan estar en la feria, para estos días.

‘El rumor y los insectos’ de Ignacio Ferrando, uno de los cinco mejores escritores españoles actuales al que llegarán muchos lectores que todavía no lo saben. ‘El baile de los pájaros’ de Basilio Sánchez. Internista y premio Loewe -por ‘He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes’, imborrable título-. Médico y poeta parecen antagónicos, es aditivo y adictivo. Y algo recién salido, ‘Un pájaro bajo la cama’’ de Nuria Mendoza. Pudor y verdad.

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