Arturo Ansón: "A los 15 años, Goya no era un pintor genial"

Nacido en Zaragoza en 1954, es comisario de una muestra en el Museo Goya de Ibercaja en la que presenta tres obras hasta ahora desconocidas del pintor de Fuendetodos.

Arturo Ansón, en la muestra que ha comisariado.
Arturo Ansón, en la muestra que ha comisariado.
Oliver Duch

La exposición ‘La estela de Corrado Giaquinto en España’, que puede verse hasta finales de septiembre en el Museo Goya de Fundación Ibercaja, ¿es como la había soñado?

Me he quedado bastante satisfecho de su contenido y características. Giaquinto es un pintor muy importante, al que incluso en su Italia natal no se le ha dado la importancia que tuvo. Influyó en los mejores pintores españoles de la segunda mitad del siglo XVIII.

Lo que ocurre es que la mayoría del público va al museo no solo por Giaquinto. Quiere ver los ‘nuevos’ Goyas.

Lógicamente, es así: se trata de Goya. Y de sus primeros años como pintor se conocían un ‘Tobías y el arcángel San Rafael’, firmado y fechado en 1762, que estaba en Granada y que no he podido localizar para esta muestra, y las puertas del armario que pintó en Fuendetodos, que se perdieron en la guerra civil. Y casi nada más. Poco a poco vamos poniendo jalones para demostrar que, pintando, Goya mejoraba con cierta rapidez.

Pero, ¿no era un genio?

Se fue haciendo poco a poco. No fue precoz, como han podido serlo algunos músicos u otros artistas. Pero ya en su juventud fue dejando rastros de su genialidad en sus obras: en Aula Dei, en su primer autorretrato, en la ‘Regina Martyrum’ del Pilar... En esta cúpula está la semilla de su genialidad, que explotó después.

Quizá tendríamos que estar más orgullosos de lo que tenemos de Goya en Aragón. Divulgarlo más.

Por supuesto. El Goya más perfecto, por cantidad y calidad, está en el Museo del Prado, eso está claro. Pero casi todo lo que tienen en Madrid puede fecharse a partir de 1775 (cuando el pintor tenía 31 años) y para saber lo que hizo en la década de los 60 y primeros años de los 70 hay que acudir a Zaragoza. No se puede entender a Goya sin ver lo que dejó en Aragón: lo que se exhibe en los museos Goya y de Zaragoza, lo del Pilar y Aula Dei, Calatayud, Remolinos...

Pero hay especialistas que dudan de algunas de las obras que se le atribuyen en la provincia de Zaragoza.

Soy de los que piensan que no se puede desvestir a un santo si no tienes un traje mejor para ponerle que el que ya tenía previamente. En cualquier faceta de la ciencia la duda es razonable, pero si alguien piensa que una obra tradicionalmente considerada como de Goya no lo es, tiene que decir a qué otro artista pertenece y por qué. Y yo hasta ahora no he visto con claridad eso. Se ha hablado de algún otro pintor coetáneo a Goya, como Diego Gutiérrez, que a mi particularmente me descoloca por la mediocridad de algunas de sus pinturas.

¿Goya lo firmaba todo?

Ojalá. Tal vez al principio le gustara hacerlo, pero llegó un momento en que quizá no tenía tanta necesidad.

Hace unos años se hablaba de que escondía microfirmas en sus cuadros. ¿Se lo cree?

Esa hipótesis siempre me ha parecido un disparate, me ha sonado a algo esotérico. No me imagino a Goya haciéndolo. Reconozco que me gustaría que el pintor resolviera algunas dudas que tengo pero me temo que no va a ser así. La única manera de atribuir nuevos cuadros a Goya es el estudio, el cotejo de varias fuentes complementarias, el ojo y la paciencia.

¿Es pintor que lo aguanta todo?

Sinceramente, creo que se han cometido algunos excesos con él, principalmente de estudiosos foráneos que alegremente y sin argumentos han ‘descatalogado’ algunas de sus obras.

En la exposición del Museo Goya usted ha sacado a la luz varias obras ‘nuevas’ de una sola tacada. ¿No es demasiado?

El que busca, encuentra. Y en los próximos años aparecerá alguna obra más, porque un artista como él no surge de la nada. Nadie se pone a pintar y a los pocos meses ya es maravilloso. Ahora bien, tampoco podemos pensar que a los 15 o 16 años ya era genial.

El Museo del Prado acaba de reatribuir a Goya ‘El coloso’.

Yo no he dudado de esa obra jamás, y las noticias que están llegando me confortan. Las aguas están volviendo a su cauce.

Alguna explicación tendrá que dar la pinacoteca...

Muchas. Por qué una o varias personas lo descatalogaron, si hubo debate interno al respecto, si se tuvieron en cuenta opiniones de especialistas de fuera del museo, qué se ha hecho desde entonces...

¿Qué balance hace por el momento del Año Goya?

Creo que aún es algo prematuro hacerlo. Diputación de Zaragoza y Gobierno de Aragón preparan exposiciones en las que espero se aporten novedades. Si lo que nos ofrecen es un ‘déjà vu’ no habrá tenido sentido gastar dinero público en ellas.

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