275 aniversario goya

Zaragoza como protagonista en 1915

Las imágenes de Aurelio Grasa ilustran un extraordinario dedicado a Zaragoza, en el que el pintor no pudo faltar.

Un exitoso extraordinario goyesco. El número del 12 de octubre de 1915 se agotó en horas, tal y como se contaba al día siguiente.
Un exitoso extraordinario goyesco. El número del 12 de octubre de 1915 se agotó en horas, tal y como se contaba al día siguiente.
HERALDO

El 12 de octubre de 1915, HERALDO DE ARAGÓN publica un número extraordinario de dieciséis páginas ilustradas, que constituye un alarde de impresión tipográfica. Se edita a toda plana un ‘collage’, ‘¡Zaragoza!’, en el que aparece la figura de la ciudad, personificada en una mujer. Es la figura esculpida por Agustín Querol, en su zona culminante, en el monumento conmemorativo de los Sitios, erigido con ocasión de la Exposición Hispano Francesa de 1908, en la plaza que hoy lleva el nombre de aquel episodio.

Como fondo de paisaje, aparece una vista de las torres y cúpula del Pilar, tomada desde la cúspide de la torre de la Seo. Aurelio Grasa se subió a la torre y tomó diferentes placas. Los negativos se conservan en su archivo y se compusieron en los talleres de fotograbado del HERALDO.

En las páginas interiores de este número extraordinario, se publica el reportaje ‘El templo de la Virgen del Pilar’, ilustrado con dos grandes fotografías de Grasa, una apaisada, ‘Vista general del Pilar y el Ebro’, tomada desde la torre del Pilar, y una imagen de la Virgen. El número informa asimismo sobre la basílica, los infantes y el coro y se da a conocer la primera estampa que se grabó de la capilla de la Virgen.

Es de destacar el artículo ‘Goya en Zaragoza’, firmado por Ricardo del Arco. La página en la que aparece está enmarcada en una orla dibujada con escenas de majos en la ribera del Ebro y con evocaciones de ‘La pradera de San Isidro’, una obra del pintor Ángel Díaz Domínguez. Dos fotografías de Aurelio Grasa ilustran dos obras de Goya: la pintura mural ‘La Visitación de la Virgen’ (Casa del Conde de Gabarda), y el ‘Retrato del duque de San Carlos’.

Ricardo del Arco comenta en su artículo las pinturas recientemente atribuidas a Goya de la capilla del Oratorio de Sobradiel. Describe cada pintura y analiza su composición y sus posibles influencias, tanto las de las grandes escenas como las de las pequeñas figuras del Oratorio. Las pinturas fueron encargadas por Joaquín Cavero a Goya en su juventud, para la capilla de su casa.

Años 20, 30, 40

En los años 20 destaca también la firma del gran periodista Roberto Castrovido, que dedica al Goya de Madrid, una serie de artículos: ‘El centenario de Goya’ (30-11-1922), ‘Los frescos de Goya’ (28-5-1924), ‘El Goya de San Antonio’ (6-2-1925), ‘El centenario de Goya y los frescos de la Florida’ (9-1-1926), ‘Goya y Larra’ (31-8-1926), ‘La cabeza de Goya’ (22-1-1928).

Otras firmas goyescas de estos años 20 son las de Eduardo Ruiz de Velasco (cartas de Goya), Manuel Lambarri (los nietos de Goya), José Sánchez Rojas (Goya en Castilla), Ventura Bagüés (el gran Don Ventura, que escribió en numerosas ocasiones sobre el Goya taurino), Miguel Adellac (Jovellanos y Goya), Darío Pérez o Gregorio García-Arista, que se ocupó del aragonesismo en Goya (23-5-1928).

Los años 30 recogen artículos de un jovencísimo Guillermo Díaz-Plaja, con su memorable ‘Zaragoza es ‘El duque de San Carlos’, que luego el escritor barcelonés incorporaría al libro, publicado por Ediciones de Heraldo de Aragón, ‘Goya en sus cartas y otros escritos’ (1980); de Juan José Gárate (20-7-1933) reproducido de la revista ‘Luz’, en torno a un cuadro de Goya inédito; el de Benjamín Jarnés ya mencionado, ‘Goya ante lo cómico’ (3-4-1936), Víctor Sánchez (los goyas de Valencia) y Giacomo Boni (el tema de ‘La Anunciación’ en los tiempos de Goya).

En octubre de 1939 se produce la incorporación al entonces Museo Provincial de Bellas Artes de Zaragoza de unas nuevas salas dedicadas a la arqueología y a Francisco de Goya. Sobre este tema escribirá Luis Horno Liria (‘Goya en nuestro museo’, de su serie ‘Divagaciones’). Luis Torres, crítico de arte de HERALDO, da cuenta el 12 de octubre de 1941 de que ha sido instalada una sala dedicada a los ‘Caprichos’, dentro de la última transformación habida en el Museo.

Los dos grandes goyistas

Pero es a partir de los años 50 cuando surgen los dos grandes goyistas de HERALDO DE ARAGÓN: José Camón Aznar y Julián Gállego. Junto a ellos, no faltará la atenta dedicación a la figura de nuestro pintor –especialmente desde aspectos tan sugestivos como el cinematográfico– de José Pérez Gállego, cronista fiel en estos últimos años de todos los acontecimientos goyescos de la capital española, o, ya a partir de los 80, las frecuentes colaboraciones del matrimonio Carlos Barboza-Teresa Grasa, de César Pérez Gracia y, más recientemente, del arquitecto barcelonés Juan I. de la Vega Aguilar, estos dos últimos, sobre todo, desde las páginas del suplemento cultural ‘Artes y Letras’.

Junto a ellos, aunque con menos frecuencia, estará el magisterio de otros ilustres goyistas como los profesores Federico Torralba, con libros como ‘Goya en la Santa Cueva’, y Ángel Canellas, el compilador del Diplomatorio goyesco.

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