Los Héroes que apostaron por el rock and roll

El documental ‘Héroes: Silencio y Rock & roll’, dirigido por Alexis Morante y producido por el cineasta zaragozano Miguel Ángel Lamata narra el ascenso del grupo zaragozano desde su formación, en 1984, hasta su disolución, doce años después.

Una de las fotografías de la sesión para la portada de 'Senderos de traición'.
Una de las fotografías de la sesión para la portada de 'Senderos de traición'.
javier clos

El pasado jueves se estrenó en los cines Aragonia el documental ‘Héroes: Silencio y Rock & roll’, que también está disponible desde el 23 de abril en Netflix y ya se ha colocado entre los 10 contenidos más destacados entre las tendencias de esta plataforma de contenidos. A este lanzamiento cinematográfico se suma la reciente publicación de ‘Héroes de leyenda’, de Antonio Cardiel, un libro que repasa la historia de Héroes del Silencio.

La película dirigida por Alexis Morante y producida por el cineasta zaragozano Miguel Ángel Lamata narra el ascenso del grupo zaragozano desde su formación, en 1984, hasta su disolución, doce años después.

‘Héroes: Silencio y Rock & roll’ cuenta con un abundante material audiovisual y gráfico sobre el origen de la banda aragonesa y sus componentes: Enrique Bunbury, Juan Valdivia, Pedro Andreu, Joaquín Cardiel y Alan Boguslavsky (en su última etapa), cuyos testimonios reconstruyen la historia de una formación surgida en Aragón, esta tierra de “polvo, niebla, viento y sol” _como cantaba José Antonio Labordeta y cuya voz suena en los primeros minutos del documental_ , que desde el principio tuvo muy claro que quería llegar a lo más alto.

No lo tuvieron fácil desde que comenzaron, casi a mediados de los 80, y durante toda su periplo, con una parte destacada de la prensa nacional en contra (tildados de anomalía, grupo de peluquería o llamados los ‘Hombres G del Moncayo’) y, aun siendo profetas, en su tierra también se contaban unos cuantos ‘haters’ locales. Sin embargo, fijaron un rumbo y no se apartaron de él hasta conseguir su objetivo.

De aquel tiempo todavía se recuerda la movida madrileña surgida a finales de los 70, y que se extendió a ciudades como Barcelona, Valencia, Vigo o Málaga. La capital aragonesa también vivió la suya. Y aunque en el programa ‘Cachitos de hierro y cromo’ emitido en La 2 hace un par de meses, que llevaba por título ‘Las otras movidas’, no apareciese ni un solo grupo aragonés en relación a aquella época, la verdad es que existió un movimiento similar y había decenas de bandas en Aragón. En fin, ‘los chicos de provincias somos así’ -dice un tema de Mestizos-.

Sea como fuere, en 1984 se celebró en la capital aragonesa la I Muestra de Pop-Rock y Otros Rollos y aquella iniciativa fue el germen de muchas cosas, entre ellas de que allí confluyeran, en sus diferentes grupos de aquel entonces, Enrique Bunbury (Proceso Entrópico), Juan Valdivia (Zumo de Vidrio) y Joaquín Cardiel (Tres de Ellos y Edición Fría).

En la muestra organizada por el GOM (Grupo Organizador de la Muestra) -donde estaba entre otros el promotor Chema Fernández- participaron 50 bandas aragonesas y asistieron 26.000 personas. Además de música, la cita, que tuvo lugar los días 24, 25 y 26 de marzo, también estaba dedicada a la fotografía, el vídeo, el cómic o el diseño.

El documental muestra imágenes de aquellas jornadas que tuvieron lugar en el Pabellón Francés de la antigua Feria de Muestras, donde hoy se encuentra el Auditorio de Zaragoza, y aparecen testimonios de músicos como Mariano Casanova y Curro Fatás, y del periodista y crítico musical Matías Uribe, recogidos por un reportero de TVE Aragón que no era otro que Joaquín Carbonell

En la película de Morante suena unos instantes la canción del grupo Más Birras ‘Apuesta por el rock’n’roll’ mientras se ven imágenes de archivo de Mauricio Aznar y sus banda. El tema compuesto por Aznar y Gabriel Sopeña alcanzaría una dimensión internacional años después con la versión de Héroes del Silencio.

El 10 de marzo de 1985 Héroes del Silencio ofreció su primer concierto en las matinales del Cine Pax en Zaragoza. En la fotografía, unos jóvenes Enrique Bunbury y los hermanos Pedro y Juan Valdivia. Comienza la leyenda.
El 10 de marzo de 1985 Héroes del Silencio ofreció su primer concierto en las matinales del Cine Pax en Zaragoza. En la fotografía, unos jóvenes Enrique Bunbury y los hermanos Pedro y Juan Valdivia. Comienza la leyenda.
Ángel de Castro / Archivo Heraldo

El grupo de Enrique, Juan, Pedro y Joaquín no llegó a publicar “seis o siete elepés” de estudio necesarios “para definir el estilo del grupo”, como dice al principio Juan Valdivia. Él y Enrique se conocieron en el bar Los Navarros de la calle de Azoque, después de la muestra del 84, y Bunbury se incorporaría a Zumo de Vidrio, el grupo de Juan y Pedro Valdivia, como bajista. La banda se transformaría hasta convertirse en Héroes del Silencio, con Enrique como ‘frontman’ y la incorporación posterior de Joaquín Cardiel al bajo y Pedro Andreu a la batería (su grupo hasta ese momento eran Los Modos).

Ensayaban en el barrio de las Delicias, en un local de la calle de Capitán Pina y su primera maqueta había comenzado a sonar en ‘El Selector’, el programa de Cachi en Radio Zaragoza. El 10 de marzo de 1985 dieron su primer concierto en una matinal en el cine Pax, con Alphaville y Bodas Rubias.

Ese mismo año, los granadinos 091 tocaron por primera vez en Zaragoza, el 1 de mayo, junto a Héroes del Silencio en el pabellón de San José. El periodista y escritor Miguel Mena recuerda aquel segundo concierto de la historia del grupo zaragozano en su libro ‘Micromemoria’ (Papeles de Trasmoz) con “Pedro Valdivia en la batería, Juan Valdivia en la guitarra y Enrique Ortiz de Landázuri, bajo y voz. Recuerdo que el organizador me dijo las entradas que habían vendido: ciento noventa. Recuerdo que en aquel lugar destartalado, ante tan poco público, Bunbury, con diecisiete años, se comportaba en el escenario como si fuese Sting en el Madison Square Garden”.

Su participación en el concurso ‘El nuevo pop’ de Radiocadena Española, en Salamanca en 1986, es otro de los momentos que repasa el documental. Aunque mencionan se segunda posición, quedaron finalistas por detrás de los ganadores Las Ruedas y de los también madrileños Misión Imposible y los murcianos Tomato. El certamen, con participación de grupos de todas las comunidades autónomos, también contó con los andorranos Acolla, otro grupo aragonés entre los 29 seleccionados en las diversas eliminatorias regionales.

Joaquín Cardiel, Juan Valdivia, Pedro Andreu y Enrique Bunbury.
Joaquín Cardiel, Juan Valdivia, Pedro Andreu y Enrique Bunbury.
Warner

De aquel cuestionado fallo del jurado se repondría la banda. Aquel año actuaron durante las fiestas del Pilar en La Romareda, en un concierto con Franco Battiato y El Último de la Fila. y en 1987 grabarían su primer trabajo, producido por Gustavo Montesano (Olé Olé) y Roberto Durruty. Sorprende que entonces ninguna discográfica quisiera acceder a grabarles un disco y que solo EMI les dejara hacerlo, aunque si no vendían 5.000 discos no habría más oportunidades. Entonces era habitual que las compañías grandes accedieran a grabar un primer álbum a un grupo y si no funcionaba en ventas, se le dejaba en la estacada. Vendieron 30.000 copias de aquel epé en el que aparecía en los créditos un agradecimiento a Matías y Cachi, quienes confiaron en las posibilidades del grupo desde el principio.

Querían romper el silencio y “fue una apuesta por el rock and roll” como señala Matías Uribe en el documental. Aquél éxito les valió continuar en la compañía y grabar al año siguiente el elepé ‘El mar no cesa’ (1988). Ya habían encontrado el camino que iba a guiar sus pasos, unas veces acertados y otros no tanto de la mano de Ignacio Cubillas ‘Pito’, mánager de Gabinete Caligari, Loquillo o Alaska.

La película cuenta con testimonios de Pito, Phil Manzanera, Matías Uribe o Diego Manrique y muestra imágenes televisivas de rostros como Concha García Campoy, Mar Flores, Julio Otero, Isabel Gemio, Mariló Montero, Ángel Casas. Iñaki Gabilondo... y programas de la época como ‘Si lo sé no vengo’, ‘3 x 4’, ‘Rockopop’, ‘Tocata’ o ‘Un, dos, tres’. A través de ellos muestra el ascenso del grupo hasta alcanzar popularidad nacional e internacional con la publicación, sobre todo, del álbum de estudio ‘Senderos de traición’, al que seguirían ‘El espíritu del vino’ y ‘Avalancha’. Fue un carrera corta pero muy intensa, construida a base de trabajo y perseverancia que terminó de manera rápida y abrupta, y que podría haber durado mucho más, cuando en otoño de 1996 se disolvió la banda.

Sin embargo, tras su separación siguieron siendo recordados como uno de los grupos más importantes del rock en español. Su regreso en 2007, con una gira de 10 conciertos en América y España -con Gonzalo Valdivia en la formación- dejó claro que su legado seguía y sigue vivo. Su última actuación juntos tuvo lugar el 27 de octubre de 2007 en Valencia, ante más de 80.000 personas.

‘Héroes: Silencio y Rock and Roll’ cuenta esto y muchas cosas más sobre la historia del grupo, aunque elude profundizar en aspectos personales más allá de lo que atañe a la banda y su música y no incluye opiniones de otros artistas sobre el grupo. Quizá se echan en falta cosas que no se dicen o que no se desvelan del todo, pero deja claro que Héroes del Silencio, gustase o no gustase a todo tipo de público, no dejaba indiferente a nadie ni fue un grupo prefabricado. A lo largo de su carrera mantuvieron su independencia para hacer la música que quisieron hacer en cada momento, con sus aciertos y sus errores, apostando fuerte mientras pudieron. Y ganaron.

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