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Las muñecas de Famosa se dirigen al portal... de Youtube

La red social y sus 'influencers' son, no sin peligros y controversia, cada vez más decisivos en los niños a la hora de decidir los juguetes. ¿Qué pueden hacer los padres para controlar el consumismo sin aguar la ilusión?

Nancy Youtuber (izquierda) y una nancy basada en una 'influencer' infantil.
Nancy Youtuber (izquierda) y una Nancy basada en una 'influencer' y 'youtuber' infantil.
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"La tele sigue siendo el medio principal por el que los niños deciden qué pedir en la carta a los Reyes Magos o Papá Noel. Lo que tiene campaña televisiva se vende mucho más. También es importante el boca a boca en el cole", dice Eduardo Ramos, encargado de la tienda de Toys'r'Us en el centro comercial zaragozano Puerto Venecia. Sin embargo, añade, "las redes sociales entran cada vez más en juego, con YouTube y sus vídeos demostrativos o a través de Instagram". Isabel Cebrián, de la juguetería Abacadabra, abunda en la idea. "Sabemos más o menos por nuestra experiencia qué es lo que se va a vender cada navidad, pero en un momento puede haber alguna cosa que se agote porque los niños se lo han visto a algún youtuber. Cada vez es más complicado anticiparse", opina.

Lo cierto es que el fenómeno de los 'youtubers' es tan amplio y ha calado tanto entre los más pequeños que también los hay especializados en juguetes. El más común es el canal tipo 'unboxing', que consiste en abrir cajas de cosas de todo tipo, haciendo una demostración de cómo funciona lo que contienen y que tiene igualmente su versión juguetera. Algunos de estos canales han alcanzado gran fama junto a sus protagonistas, muchas veces niños, aunque no sin controversia. Para empezar, Youtube no permite su uso a menores de 13 o de 14, previo permiso del padre o tutor a través de un link especial. Además, ha habido investigaciones sobre si estos vídeos, de evidente contenido comercial, cumplen los mismos requisitos legales que la publicidad tradicional, muy regulada en lo que se refiere al público infantil.

Lo que está claro es que estos 'influencers' son pequeños solo en edad. Porque juguete que tocan, juguete que se vende. Un fenómeno al que no son ajenos las marcas. En España hay ya algún claro ejemplo. La niña alicantina Arantxa y su canal 'Los juguetes de Arantxa' tiene más de 3 millones de suscriptores aficionados a ver cómo descubre y juega con lo que le envían. El fenómeno es tal que ella misma se ha convertido en muñeca de la mano de Famosa. Nada menos que en la más emblemática de la firma, la Nancy, que ha sacado el modelo 'Un día con Arantxa'.

No es la única. Famosa también ha lanzado una sobre otra 'influencer', en este caso gimnasta: Cloddet. Y ofrece otra Nancy-Youtuber, con el símbolo de la red social en la camiseta.

Pero el de Famosa no es un caso aislado. Muchas casas jugueteras trasladan al mundo de las muñecas el universo adulto de los'influencer'. Es el caso de Barbie. La más coqueta de las muñecas ha llegado a lanzar la cuenta @BarbieStyle en Twitter y en Instagram, en las que posa haciéndose selfis. También están las Snapstars, descritas directamente como "muñecas influencers'.

Barbie, en su cuenta de Instagram Barbie Style.
Barbie, en su cuenta de Instagram Barbie Style.
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Volviendo a Youtube, a comienzos de este año, Save the Children y el presidente del programa Recurra-Ginso, el exdefensor del Menor de la Comunidad de Madrid Javier Urra, pidieron a la Fiscalía de Menores de Barcelona que iniciase una actuación "de oficio" sobre una cuenta de Youtube de dos niñas de seis y siete años, que cuenta con 11 millones de suscriptores y promociona productos de maquillaje.

La voz de alarma la puso el Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) en un informe en el que denuncia un vídeo con casi 40 millones de reproducciones que, bajo el título 'Las Ratitas se maquillan y se van a la disco a bailar', dos menores de seis y siete años se maquillan con diferentes productos y "reproducen estereotipos de género". Las dos menores cuentan con un canal de Youtube con más de once millones de suscriptores desde el que suben vídeos editados y de calidad profesional dirigidos a un público infantil. Sus padres son, a su vez, dos 'youtubers' que, sin embargo, aglutinan tres millones de seguidores menos que sus hijas. Aún no hay decisión judicial sobre este asunto.

Teóricamente, ningún niño menos de 13 debería estar asomado ni a Youtube ni a Instagram. Y, en todo caso, hacerlo acompañado de sus padres. Pero como la realidad demuestra todo lo contrario, la psicologa María González recomienda poner cierto orden, con sensatez, en la lista de peticiones de los más pequeños en Navidad. Una carta que a menudo, más allá del puro consumismo, la ilusión de la 'magia' navideña puede disparar las expectativas.

La clave es tener claro el presupuesto y, sobre todo, priorizar. "Lo ideal sería hacer con los hijos, en común, un ranquin de preferencias. Charlar sobre por qué piden en realidad lo que piden, que dediquen un ratito a pensar sobre por qué lo quieren, cuánto creen en realidad que van a jugar con determinadas cosas que les han entrado por los ojos, sin más", sugiere María. "También los padres pueden informarse y explicar a los niños en qué consisten los juguetes, porque a veces se hacen ideas erróneas", sobre todo a través de las redes sociales.

En todo caso, María González cree que en Navidad se puede "ser un poco flexible, precisamente por esa ilusión. Podemos permitir que pidan algo que sabemos que va a dar mal resultado o con lo que van a jugar poco, pero quizá siempre recuerden la ilusión con la que lo recibieron".

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