La verdad sobre el seguro obligatorio para perros por la Ley de Bienestar Animal
Este viernes entra en vigor la controvertida nueva ley sobre la protección de los derechos y el
bienestar de los animales.
Este viernes 29 de septiembre entra en vigor en España la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales publicada en el BOE del 28 de marzo. Sin duda, se trata de un antes y un después en el conjunto de obligaciones de quienes poseen mascotas para con sus animales: además del cariño y la consideración que se supone a quien decide tener un animalillo en casa, entrarán otros detalles en juego, algunos de ellos polémicos desde antes de su llegada.
El que más inquietud ha causado es la obligatoriedad de tener un seguro de responsabilidad civil para perros, por ser mayoría abrumadora entre los animales domésticos. La respuesta es que esa obligatoriedad no es inmediata: aún debe aprobarse el reglamento necesario para su puesta en marcha. Según la publicación del BOE, en el caso de la tenencia de perros y durante toda la vida del animal, la persona titular deberá contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, que incluya en su cobertura a las personas responsables del animal, por un importe de cuantía suficiente para sufragar los posibles gastos derivados, que se establecerá reglamentariamente.
Lo mismo pasa con el curso obligatorio (gratuito) para dueños de animales domésticos. La llegada de un nuevo Gobierno de España será el punto de salida para la implementación de este y otros reglamentos contemplados en la nueva ley.
Las organizaciones en defensa de los derechos de los animales, que llevaban mucho tiempo esperando la llegada de esta nueva legislación, confían en que se desarrolle plenamente. Por su parte, la inquietud es la sensación más repetida entre los dueños de animales, que temen severas sanciones por incumplimientos de normativas que aún desconocen. Lo que sí está claro es que a partir de este otoño, tener un animal doméstico en casa conlleva una mayor responsabilidad, que se extiende a hechos tan cotidianos como asegurarse de recoger sus excrementos, no poder atarlo a la puerta de una tienda o someterse a una dura sanción económica por tratarlo de modo violento.
La ley incluye una batería de obligaciones a los dueños de los perros; entre otras, identificar a sus mascotas, garantizar sus servicios sanitarios, recurrir a un profesional de comportamiento de animales cuando existan problemas de convivencia, evitar la reproducción indiscriminada o manejarlos con métodos que no les causen sufrimiento.
