"Si me toca el Gordo de la Lotería de Navidad, me voy a Bali". ¿Tú que harías?
Apenas quedan tres días para que se celebre el sorteo extraordinario más esperado del año y las esperanzas en que nos caigan millones de euros nunca se pierden. ¿Qué harías tú?
El 22 de diciembre es un día perfecto en España para soñar despierto, gracias al sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad. No tiene que acabar en pesadilla; lo más probable es que se concluya la mañana del sorteo con algún premio menor o ninguno, con lo que la vida seguirá su curso del mismo modo en que se suponía que iba a hacerlo cuando nos despertamos. Sin embargo, y hasta que los niños y niñas de San Ildefonso canten un número de cinco cifras y esos cuatro millones de euros a la serie que se le asignarán, todo el mundo que tenga un número pensará “oye, ¿y si me tocara a mí?”.
La siguiente pregunta, que muchos tienen ya contestada de antemano, sería el destino de esos miles de euros; los deseos o posibilidades cambian según el valor del premio, porque no es lo mismo armar un plan para 400.000 euros (328.000 tras los impuestos), 125.000 del segundo (108.000 tras impuestos) y 50.000 del tercero (48.000 netos) que hacerlo con los 20.000 de un cuarto o los 6.000 de un quinto premio, que no deja de ser una gran alegría, por supuesto. La frustración grande de tener el 37454 o el 37456 y que el Gordo sea el 37455, por ejemplo, se alivia con un premio de 20.000 euros por terminación de aproximación; las 1.794 pedreas se pagan a 5 euros por euro jugado, y hay otros muchos premios pequeños que dan para una buena cena, un regalo especial para tu persona especial o un capricho navideño cualquiera.
¿Y si te tocara a ti el Gordo de la Lotería de Navidad? ¿Qué harías?
Cuando el premio es sustancioso, los planes varían mucho, pero hay algunas pautas comunes. Lo de llenar agujeros es un clásico, sobre todo hipotecas o deudas contraídas por impagos y aumentadas por los intereses bancarios de demora. Es común que se reparta con familiares y amigos cercanos, no faltan los que se plantean dar la vuelta al mundo o la compra de un inmueble como primera o segunda vivienda, y también buscar alguna inversión: se tira más a las menos arriesgadas, pero de todo hay.
También hay casos de gente que consigue de golpe con el premio el capital inicial que buscaban para empezar un negocio. Y aunque los afortunados sean discretos, para no atraer a los cacos, es normal dar una fiesta a todo trapo para los amigos. En fin, que con semejante suerte se debe disfrutar, sin olvidar que esa lluvia de euros no suele llegar más de una vez en la vida para la mayoría de los mortales, y que es bueno pensar un poco antes de derrochar el dinero caído del cielo, o de los dos bombos gigantes instalados en el Teatro Real de Madrid este jueves 22 de diciembre.
