Cómo purgar (bien) los radiadores antes de encender la calefacción

A través del purgado, el aire acumulado en el interior del radiador desaparece, y permite que la calefacción funcione con total rendimiento.

Es importante ahorrar en calefacción, pero sin pasar frío en casa
Es importante ahorrar en calefacción, pero sin pasar frío en casa
Antonio García

De manera gradual, pero las temperaturas atípicas para este mes de noviembre, ya han comenzado a descender. Al menos las mínimas, que al final son las encargadas de que el calor que todavía perduraba en el interior de las viviendas, comience a desaparecer.

Una situación que anuncia que tarde o temprano habrá que encender la calefacción, lo que conlleva un momento engorroso para muchos ciudadanos, pero muy sencillo de hacer: hay que purgar los radiadores

"Las vacaciones de las que disfruta el sistema de calefacción durante la mayor parte de la primavera y el verano favorecen la formación de bolsas de aire en el interior de los radiadores, que hacen disminuir considerablemente su rendimiento", recuerdan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Cómo saber si un radiador tiene aire o agua en su interior

Para que esto no ocurra y el calor se distribuya de manera correcta y eficiente por la vivienda habrá que hacer lo siguiente: 

  • Primero habrá que comprobar si el purgado es necesario en todos los calefactores. Una señal importante "es que oigas ruidos extraños en el sistema, como gorgoteos". "No obstante, la forma más clara de sentirlo es si, tocando el radiador, la parte superior está más fría que la inferior, ya que el aire tiende a subir", apuntan desde OCU.
  • Una vez identificado el problema, lo primero a tener en cuenta es que el purgado debe hacerse siempre con la calefacción apagada. El radiador debe estar frío, ya que el circuito de calefacción tiene que estar parado para que la bomba de la caldera no mueva el circuito de agua y, como consecuencia, el aire acumulado en el sistema. "Cuando no hay movimiento en el circuito de calefacción el aire al pesar menos se queda en la parte alta del radiador, de este modo facilita el purgado".
  • Después, hay que cerrar la llave de paso de agua al radiador que se vaya a purgar. Lo recomendable es empezar por el que esté más cercano a la caldera, "así seguiremos el sentido del flujo del agua dentro del sistema de calefacción".
  • Una vez hecho esto, hay que girar la válvula de purgado que se encuentra en la parte superior del radiador, y mantenerla abierta hasta que comience a salir agua de forma constante, y sin gorgoteos
  • Una vez terminado el purgado de todos los radiadores hay que revisar la presión del agua de la caldera, generalmente debe estar entre 1 – 1,5 bares. "El manómetro suele estar en la parte inferior de la caldera, y suele tener una zona verde, que es dónde debe colocarse la aguja", recuerdan las mismas fuentes.
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