preacuerdo de gobierno PSOE-Podemos

Entre misterios y ministerios

Poco se sabe del preacuerdo firmado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, más allá de que este ocupará una vicepresidencia y la representación de su partido en el Gobierno pasa por dos o tres carteras de corte social.

El preacuerdo de gobierno de coalición entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en imágenes.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, tras firmar su preacuerdo de Gobierno.
Agencias

El pacto que el martes firmaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias puede que haya batido algún récord por firmarse dos días después de la cita con las urnas, pero pasará a la historia por no haberse rubricado seis meses antes y sin una repetición electoral de por medio.

El pasado domingo, el electorado los castigaba a ambos -760.000 apoyos menos para los socialistas y medio millón de votos menos para la formación morada- y hacía más complicadas las sumas para la investidura de Sánchez. Pero además, el mapa político cambiaba por la derecha, con el desplome de Ciudadanos y, sobre todo, con el auge de Vox hasta colocarse como tercera fuerza política. Todo un 'shock' que ha hecho reaccionar, esta vez sí, tanto al presidente en funciones como al líder de Podemos.

Sánchez nunca quiso un Gobierno de coalición. Y solo cedió a negociarlo cuando Iglesias renunció a estar en el Consejo de Ministros. Pero tampoco entonces hubo acuerdo. El líder morado, por su parte, siempre insistió en que la coalición era la única vía de acuerdo, y no se cansó de decir que tenía que estar en el Gabinete porque no se fiaba de Sánchez.

Y con estas tarjetas de presentación volvieron a pedir el voto. El resultado ya lo sabemos.

Gabinete sin conformar

No hay detalles de la estructura de Gobierno que han pactado ambos líderes, y de hecho tanto Sánchez como Iglesias señalaron al anunciar el acuerdo que la letra pequeña se conocerá en los próximos días, incluso pasado el debate de investidura, aún sin fecha. En cualquier caso, la representación del PSOE y Unidas Podemos en el Gabinete iría de acuerdo a su presencia en el Congreso, con lo que el partido morado, con sus 35 asientos, podría ostentar entre dos y tres ministerios, todos ellos, probablemente de corte social. 

El presidente en funciones sí avanzó en campaña que quería que la vicepresidencia económica fuera ocupada por Nadia Calviño, y tampoco puso en duda que Carmen Calvo, actual vicepresidenta, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, seguiría en su puesto. Al parecer, con la vicepresidencia social del Gobierno confirmada para Pablo Iglesias, el líder de Podemos habría planteado la inconveniencia de tener tres vicepresidencias. Fuentes socialistas han explicado que la estructura del nuevo Ejecutivo con tres Vicepresidencias es una propuesta del PSOE aunque está condicionada por las negociaciones que en las próximas semanas se mantengan con Unidas Podemos para la investidura de Sánchez.

En el caso de que hubiese tres vicepresidencias, Carmen Calvo no podría pasar ahora a ser la nueva presidenta del Congreso, como se preveía. Esto puede significar que Meritxell Batet continúe en el puesto. Su trabajo al frente del Ministerio de Política Territorial “gustó mucho”, según recoge 'El Confidencial Digital', y podría ser “fundamental” en la nueva etapa de diálogo con Cataluña.

Carteras "vacías de contenido"

En la anterior negociación, que culminó con una investidura fallida, el PSOE ofreció a Iglesias una vicepresidencia social para Irene Montero, número dos de Podemos y pareja del líder de la formación morada, y tres ministerios. Oferta que fue rechazada al considerar Iglesias que estas carteras estaban “vacías de contenido”. Ahora, el propio Iglesias ocupará esa vicepresidencia social que no quiso para Montero, que previsiblemente entrará en el Gobierno con un ministerio del mismo corte. También entraría en el Ejecutivo Yolanda Díaz, diputada electa de Podemos por Pontevedra, y entre las carteras que ambas podrían ocupar están Sanidad y Trabajo, respectivamente. Aunque fuentes de Podemos en Galicia dudan de que Iglesias las incluya a las dos en el Ejecutivo y creen que Díaz debería asumir la portavocía parlamentaria de Unidas Podemos, puesto clave en un Congreso tan fragmentado.

Sánchez quiso recalcar que se trata de un acuerdo "para cuatro años", "de legislatura", basado en la "cohesión, la lealtad y la solidaridad gubernamental". Se aprovecharán "los perfiles más idóneos" de las dos formaciones, indicó, dando a entender que los ministros que integren el nuevo Gabinete serán los más capaces. Y ambos líderes destacaron que las políticas feministas y la lucha contra el cambio climático y contra las casas de apuestas son los ejes sociales incluidos en su preacuerdo.

Los números de Sánchez

En cualquier caso, dicho documento todavía tiene que pasar el examen del Congreso. A falta de cerrar los detalles de ese pacto y el reparto de ministerios y responsabilidades en el nuevo Ejecutivo, la investidura cuenta ya a priori con 159 votos a favor, lejos todavía de la mayoría absoluta que se requiere en primera votación.

Son los 120 votos del PSOE, los 35 de Unidas Podemos y sus confluencias, el diputado del Partido Regionalista de Cantabria, socio del PSOE, y los tres de Más País y Compromís que, aunque no ha sellado el preacuerdo, se ha comprometido en todo momento a apoyar un Gobierno progresista.

Con esos 159 apoyos, Pedro Sánchez ya podría ser investido en segunda vuelta, en la que son necesarios más votos a favor que en contra, siempre que se abstuvieran en la votación ERC, Cs, el PNV, CC, EH-Bildu, BNG y Teruel Existe.

Con ese escenario, el PP, Vox, Na+, JxCat y la CUP votarían en contra, sumando 152 votos negativos.

En el caso de que Cs, actualmente un partido descabezado por la dimisión de Albert Rivera, se decantara por el voto en contra a Sánchez, ya haría falta que otro partido como el PNV o ERC pasara de la abstención al sí en esa votación de investidura en segunda vuelta.

Si el PNV se suma a la investidura, Sánchez sería investido en segunda votación con 166 votos a favor y 162 en contra. Si además llegara a ese acuerdo ERC, lo haría ya por mayoría absoluta, 179 apoyos, tres más de los necesarios.

Aún hay otra opción que no demandaría de la participación del PNV, ni de ERC. Que Coalición Canaria, el BNG y Teruel Existe pasarán de la abstención al sí. Las cuentas serían 163 votos a favor y 162 en contra. Por contra, si ERC, junto a JxCat y la CUP, decida votar no a Sánchez en bloque, las cuentas se complican.

En ese caso haría falta que partidos como Cs o el PNV se pasara de la abstención al sí para garantizar una investidura en segunda votación.

Pedro Sánchez ha expresado en numerosas ocasiones que no desea contar con el apoyo de los independentistas para la investidura, así que la clave de la votación puede estar en Ciudadanos, cuya abstención facilitaría esas cuentas que, a buen seguro, ya han hecho en la Moncloa.

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