debate de investidura

Pedro Sánchez: 48 horas para afinar la banda

Tras la investidura fallida de Sánchez, con 170 'noes', la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha convocado de nuevo al Pleno para el próximo jueves a las 13.30.

El candidato socialista Pedro Sánchez.
El candidato socialista Pedro Sánchez.
Efe/Emilio Naranjo

Consumada sin éxito la primera votación para la investidura de Pedro Sánchez, el candidato tiene 48 horas para lograr más síes que noes en un segundo y definitivo intento que, en palabras del portavoz de Compromís, Joan Baldoví, permitiría tocar "juntos" en la banda musical de un gobierno de izquierdas.

Porque la "banda" del "plan Sánchez" formada por izquierdistas e independentistas que este lunes se inventó, con un sentido mucho menos musical, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, intenta afinar a toda prisa sus instrumentos, con el tictac del reloj sobre la mesa, entre cierta sensación de pesimismo y mirándose de reojo para decidir el voto final. La segunda jornada del debate de investidura ha servido para ver a Gabriel Rufián reinventado desde su anterior imagen bronca en hombre de diálogo que cita a Unamuno y su "venceréis, pero no convenceréis", que admite que a él no le roba España, sino Rato, Pujol y Bárcenas y que proclama a Sánchez: "Estamos condenados a entendernos".

Su intervención, la primera de la mañana, se ha seguido con un silencio solemne, casi litúrgico, por un hemiciclo al que ha regalado titulares a mansalva, y a cuyo flanco izquierdo ha alertado de que está jugando "a la ruleta rusa" por la posibilidad de nuevas elecciones y de que los "trillizos" de PP, Cs y Vox gobiernen.

"Enorme" es, según ha recalcado, el esfuerzo que hace ERC para actuar así y no "con el estómago" y si bien su voto hoy ha sido "no", ha dicho que lo cambiaría el jueves a una necesaria abstención si Unidas Podemos y el PSOE llegaran a un acuerdo para ese primer gobierno de coalición de la democracia que el portavoz del PNV, Aitor Esteban, también ha reclamado a las partes contratantes.

El vasco ha recordado a Sánchez que "para sumar hay que ceder" y le ha pedido que dé "un paso flexible y decidido al frente" llevándoselo de setas, que no de Rolex, como en el chiste, ya que, según él, aspirar al reloj sería una quimera que no debe cegar a quienes tienen la oportunidad de llenar la cesta de "excelentes perretxikos", ese valorado manjar del norte.

Los del PNV se han abstenido con muchas cautelas, en una delicada tesitura que no ha impedido a Esteban devolver a Rivera la gracieta de la "banda" de Sánchez al apuntarle que le imagina en una banda "de mariachis", dando "la nota" desde la tribuna y la "serenata" desde el escaño.

Pocos chistes han hecho gracia este martes al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, autoexcluido como futuro ministro de Sánchez, quien se ha mantenido serio, poco hablador y un tanto ausente mientras en los pasillos y el patio del Congreso se sucedían corrillos y rumores sobre el avance de las negociaciones, nulo según los indicios y pese a haber ofrecido una vicepresidencia a la portavoz morada, Irene Montero, ausente de la sesión por su avanzado estado de gestación.

En sus réplicas, en un tono muy sosegado, Pedro Sánchez ha agradecido su actitud a Rufián y Esteban, así como que hayan tocado los problemas sociales que él quiere solventar con sus propuestas, pero ha subrayado muy mucho que está intentando pactar con Unidas Podemos, su socio preferente, y que pese al poco éxito obtenido hasta ahora todavía no pierde la "esperanza".

Más contundente ha sido con Laura Borrás, portavoz del JxCAT y doctora en Filología Románica que hasta le ha recitado de memoria un poema titulado 'Orejas' sobre la necesidad de escuchar después de anunciar su voto en contra, y a quien ha reprochado que su partido lleve mucho tiempo instalado en la "antipolítica".

Durísima ha sido con Sánchez la portavoz de CC, Ana Oramas, quien le ha espetado sin contemplaciones: "Su soberbia le está matando".

Pero sí se ha llevado la abstención de EH Bildu y la de Joan Baldoví, de Compromís, quien le ha animado a dirigir una "banda valenciana" para "tocar juntos muchas piezas que harán felices a muchas gentes de este país" con políticas de izquierdas en la partitura. Y si Sánchez ha mantenido un talante moderado en sus réplicas ha tenido que llegar la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, para animar a las bancadas justo antes de la votación, con un discurso en el que ha repartido estopa con ganas, especialmente a Rivera y Ciudadanos, a los que ha llegado a decir que "han vendido su alma" por pactar con Vox.

"Han rechazado a los partidos de la mano tendida y han elegido a los del brazo alzado", ha sacudido para regocijo del PSOE, cuyos diputados la han aplaudido a rabiar, le han dedicado una última ovación en pie y después le han felicitado con entusiasmo.

Se ha reservado Sánchez las últimas palabras antes de la votación para pedir a sus señorías "Gobierno, estabilidad y legislatura".

Para entonces, la portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, ya había votado "no" a su investidura, ya que lo hizo de manera telemática a primera hora, antes del arranque del pleno. Ha sido el único voto negativo de su grupo porque, afinando afinando, la formación morada ha pasado en la mañana de este martes del "no" a la abstención para dar así una última oportunidad a la música, a tan solo 48 horas del estreno.

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