semana santa

Se mantiene la sugerencia de celebrar las procesiones tras el verano

Las celebraciones de Semana Santa, el Triduo Pascual, serán a puerta cerrada en el Vaticano, excepto el vía crucis que está previsto en una desierta plaza de San Pedro.

El Papa Francisco rezó el angelus en 'streaming'.
El Papa Francisco rezó el angelus en 'streaming' hace unos días como medida ante el coronavirus.
Riccardo Antimiani/EFE

La Semana Santa de este año ha quedado marcada por la pandemia del coronavirus. El Vaticano ha anunciado este viernes cómo serán los actos en la Santa Sede. Las medidas presentadas coinciden con las recogidas en el decreto que la semana pasada presentó la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos a todas las diócesis del mundo.

En ese mismo documento se recogió que "la Pascua, corazón del año litúrgico, no es una fiesta como las demás (…) no puede ser trasladada". Por esa razón se mantienen los ritos en la fecha, el Triduo Pascual, pero se sugería una nueva data para la celebración de las procesiones en las calles. Al final de la misiva se proponía aplazarlas al mes de septiembre. "A juicio del Obispo diocesano podrán ser trasladadas a otros días convenientes, por ejemplo, el 14 y 15 de septiembre", referenciaba. Desde el Arzobispo de Zaragoza recordaron que esas fechas coincidían con la celebración de la Exaltación de la Santa Cruz (14) y con Nuestra Señora de los Dolores (15). Desde la institución aragonesa consideraban que se trataba de una opción "acertada", aunque aseguraban que "todavía no se ha contemplado".

Donde sí que se ha planteado una muestra religiosa en el exterior es en la Ciudad del Vaticano. El tradicional vía crucis se celebrará en la plaza de San Pedro y no en el Coliseo donde se realizaba ininterrumpidamente desde 1964. Se mantendrán los textos que Francisco hizo escribir a los reclusos de la cárcel de Padua, aunque no se ha comunicado cómo se desarrollará el rito ni tampoco.

El resto de ceremonias que acojan en el Vaticano se han adecuado al decreto de la Congregación para el Culto Divino, organismo presidido por el cardenal Robert Sarah, y se oficiarán sin fieles, a puerta cerrada. El papa presidirá, como estaba previsto, la misa del Domingo de Ramos, pero dentro de la basílica y no en la plaza, como ocurrirá con el culto del Jueves y Viernes Santo. No se ha comunicado si Francisco estará totalmente sólo o si habrá concelebrantes y algunos sacerdotes sentados en los bancos de la basílica guardando la distancia requerida por precaución. También dentro de la basílica se celebrará la misa de Resurrección del domingo tras la cual se impartirá la bendición 'Urbi et Orbi'.

El Arzobispado de Zaragoza, por ejemplo, ya había tomado esas medidas y las celebraciones tendrán lugar en la Basílica del Pilar y serán oficiadas por el arzobispo don Vicente Jiménez. Los ritos de estos días santos está previsto que sean retransmitidos en directo a través de internet, como ya se hizo con otras misas desde el Camarín de la Virgen o en la ordenación de tres diáconos el pasado fin de semana. En el Vaticano, al igual que en la capital aragonesa, tampoco se ejecutará el tradicional lavado de los pies que Francisco solía hacer en centros de acogida de migrantes o en las cárceles.

Mientras, se cancela la Misa Crismal del Sábado de Gloria, en la que se bendicen los olios que sirven para las celebraciones de los sacramentos durante el año, ya que cómo se indicó puede ser celebrada en otro momento. En la diócesis de Zaragoza ya hay fecha: será el 4 de junio. Ese día coincide con la festividad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote y es una misa en la que los religiosos podrán renovar sus votos, como se acostumbra cada Semana Santa.

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