gastronomía

Una muestra de la evolución del vino en Aragón

Profesionales y aficionados han disfrutado de las principales novedades en el Auditorio de Zaragoza.

Juan Cacho, Javier Domeque, que recibió un reconocimiento, y Jesús Flores.
Juan Cacho, Javier Domeque, que recibió un reconocimiento, y Jesús Flores.
Javier Cebollada

El II Salón de los Vinos de Aragón se celebró el pasado miércoles en el Auditorio de Zaragoza como punto de encuentro del sector bodeguero y de los aficionados al mundo del vino. De hecho, en la práctica hubo dos salones: uno profesional que tuvo lugar por la mañana, mientras que por la tarde los aficionados pudieron acceder al recinto para catar los vinos de las 16 bodegas de todas las denominaciones de origen aragonesas que estuvieron presentes.

"Al final –comentaba Kiko Pérez de la Ossa, director del certamen–, el público tiene que ser el principal prescriptor de los vinos de Aragón; por eso lo hemos abierto, para que cualquier persona pueda conocer de primera mano las principales novedades".

En general, los profesionales consultados pusieron el acento en que «se ha producido una evolución muy grande en la calidad de los vinos de Aragón, con más protagonismo de la fruta que de la madera; agradables y versátiles».

El salón contó con la presencia de Jesús Flores, director del Aula Española del Vino, que en el mes de junio había participado en el concurso para elegir los mejores vinos aragoneses en distintas categorías. También asistió el presidente del jurado, Juan Cacho.

En esa cita, precisamente, se hicieron públicos los que habían obtenido la mayor puntuación en el desarrollo de la cata. De su experiencia tras probar los vinos aragoneses, Jesús Flores destacó los tintos, en los que, en general, "he encontrado una buena maduración fenólica, equilibrio y una madera que no eclipsaba el carácter frutal". En este sentido, puso el foco en su evolución y en el hecho de que "la viticultura ha dado un vuelco y detrás llega la enología; sin una agricultura coherente con el ecosistema es imposible hacer grandes vinos".

Este experto quiso acompañar al enólogo Javier Domeque en el momento en el que recibió el premio a la trayectoria profesional. Pero este no fue el único galardón que se concedió en el II Salón de los Vinos de Aragón.

En concreto, estas fueron las distinciones: mejor tinto con crianza (Castillo Ducay Roble 2021); tinto joven (Cachirulo Syrah-Merlot 2021); blanco joven (12 Lunas Blanco 2022); blanco con crianza (Pirineos Chardonnay 2022); rosado (Pedrovolta Rosado 2022); vino dulce (Moscatel Gran Palafox 2022); espumoso (Reyes de Aragón Gran Reserva 2021) y vermú (Vermouth Larre Rojo).

Por último, se entregaron dos reconocimientos más: a la mejor carta de vinos de los restaurantes de Aragón, al restaurante La Senda, y a la divulgación del vino aragonés al periodista José Luis Solanilla, quien impulsó la información gastronómica desde HERALDO.

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