El restaurante de Zaragoza con dos siglos de historia y un plato perfecto para Halloween
Hay establecimientos hosteleros que ofrecen en sus menús delicias perfectas para estos días de homenaje a los difuntos.
Se podría decir que este establecimiento es un clásico de la restauración aragonesa, pero eso sería quedarse corto. Se trata del restaurante en activo con la licencia más antigua de España. Lo abrieron en 1825 una familia de cocineros franceses que huía de la revolución y, casi dos siglos después, sigue revolucionando los paladares de quienes lo visitan. La verdura de la ribera navarra es la marca de la casa: no hay lugar que saque tanto partido, por ejemplo de unas pencas de acelga. Sin embargo, la profundidad de la carta y el detallismo del menú van mucho más allá.
Crema de calabazas de Casa Lac
Hablamos de Casa Lac y antes de entrar en detalle, hay que destacar que la nueva gerencia ha tenido el gusto de mantener los detalles estéticos que hacen de Casa Lac un verdadero viaje en el tiempo. Se puede combinar ideas de vanguardia con escenarios de otros tiempos; de hecho, es una buena idea. Y entre tantas delicias, Casa Lac ofrece una perfecta para estos días de Halloween y difuntos: una deliciosa crema de calabazas, que está tanto en la carta como en el menú especial. Ese menú comienza, de hecho, con la citada crema, que se hace con calabaza amarilla y se sirve con picatostes.
Otros platos de Casa Lac en Zaragoza
El menú continúa con la duquesa de patata a la importancia en salsa verde con borrajas y quinoa roja crujiente; siguen las alcachofas guisadas con jamón confitado, la penca de acelga rellena de jamón ibérico y velouté de hongos con salsa holandesa en pomada, unos exquisitos pimientos de cristal asados a la leña con velo de papada ibérica y huevo frito y unas pochas de Tudela con piparras en vinagre que quitan el hipo
El postre del menú es una torrija de vainilla Bourbon con helado de vainilla de Madagascar y trufa de chocolate. Entre las delicias de la carta destacan por su eco entre los comensales la barqueta de tomate rellena de pimiento de piquillo asado, el boquerón marinado con mahonesa de tomate y aceite de pimiento y olivas negras y las cebolletas confitadas al chardonnay. Además de exquisiteces diversas en carnes y pescados, otro postre increíble son los higos confitados rellenos de mousse de queso. El restaurante cierra los domingos por la tarde y los lunes.
