gastronomía

Las cenas y comidas de Navidad de empresa llenan agendas: "Tenemos reservas desde el verano"

Las reservas en bares y restaurantes se concentran el 15 de diciembre, tanto que algunos ya han colgado el cartel de completo para ese viernes.

En una cena de empresa de picoteo es recomendable servirse en el plato para no picar más de la cuenta.
Imagen de un restaurante.
Unsplash

Turrones en los supermercados, grandes almacenes con espacios dedicados a los regalos, espumillones en los bazares, anuncios de juguetes, ofertas de empleo para la campaña comercial… quedan dos meses para Navidad, pero su espíritu ya comienza a caminar por las calles. Y con estas fiestas también regresa otro clásico: las celebraciones de empresa.

"Como en los últimos años, cada vez se organizan con más antelación y se comienzan a coger citas antes de las Fiestas del Pilar", cuenta José María Lasheras, presidente de Horeca Restaurantes en Zaragoza. En las agendas de algunos bares y restaurantes se barajan varias fechas de la segunda quincena de diciembre, pero entre todas hay una clave: el viernes, día 15 de diciembre.

"La cena del viernes 15, la comida y cena del 16 y la comida del 17 de diciembre las tenemos llenas, además, prácticamente entero desde del verano", detalla Iván Acedo, gerente de Aura, junto al río Ebro. Son unas fechas muy deseadas porque la semana siguiente ya están encima las fiestas señaladas. "Al estar ya reservados esos días, la gente se pasa a fines de semana anteriores, como el del 2 de diciembre", añade el gerente de Aura.

"No obstante, hay empresas que adelantan su celebración a noviembre, ya que en diciembre está el puente de la Constitución, que parte la semana", aporta Lasheras. En el caso de Aura, las fechas de noviembre las reservan para grandes empresas, que concentran a 400 o 500 personas. 

"Hemos detectado que muchas cenas se están pasando a comidas, porque el tardeo se está imponiendo más" 

Cada vez, más comidas

La tendencia de estos encuentros ha cambiado en relación a hace un tiempo. "En los dos últimos años hemos notado que hay más comidas que cenas, que antes ni se lo planteaban", apunta Elisa Navascués, de La Rinconada de Lorenzo, en el entorno de la plaza de San Francisco de la capital aragonesa. "Hemos detectado que muchas cenas se están pasando a comidas, porque el tardeo se está imponiendo más", coincide Acedo, cuyos comensales después pasan a Supernova, donde se juntan con clientes de otros restaurantes.

"Tenemos un menú cerrado, con primeros y segundos, entre los que tienen que elegir y puede salir por unos 25 o 30 euros", explican desde Marula. En este restaurante del centro de Zaragoza tienen un turno de cenas del 15 de diciembre completo y para el viernes siguiente también acumulan varias reservas en horario de comida. Son reservas para una veintena o treintena de personas.

La demanda es diferente fuera del centro. "Hemos tenido varias llamadas y algunas mesas reservadas ya", apunta Ana Abadía de El Candelas de Zaragoza, en el barrio de Las Fuentes. En este caso, se concentran más en la víspera del inicio de las fiestas.

Por su parte, en Gayarre cuentan con clientes fijos que, año tras año, reservan sus instalaciones. "En nuestro caso ofrecemos toda la fiesta aquí", menciona Lasheras, en parte porque se encuentran a las afueras de la ciudad. Sin embargo, también está la opción del cáterin: "Las copas de Navidad están muy de moda, vamos a la empresa que sea y lo damos", añade el hostelero y presidente de Horeca Restaurantes.

Otro ejemplo de diversidad de formatos es el Grupo Palafox, donde  ofrecen "tipo cóctel y también formato almuerzo o cena". La demanda, que va del 11 al 18 de diciembre, se concentra principalmente en el Hotel Palafox.

En El Cachirulo ofrecen varios menús, según sean comidas o cenas. El precio oscila entre los 46 y 69 euros, con opciones como lubina, secreto ibérico, corvina, pulpo o solomillo de vaca. Se incluye la primera copa y en la reserva del viernes 15 de diciembre incluyen la actuación de un DJ.

"Antes pagaba la empresa y ahora cada uno lo suyo"

Experiencia con los compañeros

Junto a las cenas, barras libre y copas, está la posibilidad de hacer la cena con los compañeros de trabajo. "Pueden venir a nuestras instalaciones y aquí se rompen los roles clásicos del trabajo, porque unos cocinan mejor que otros sin importar su puesto", apunta José Antonio Campos, director de la Escuela de Hostelería Azafrán, en el barrio de las Delicias. "Se crea muy buen ambiente", considera Campos. Estima que el precio puede ser a partir de unos 30 euros, aunque se les entregan varios presupuestos, y el máximo pueden ser unas 20 personas. Durante la pandemia trabajaron un formato similar, aunque en lugar de ser presencial fue totalmente telemático en directo.

Otra de las variaciones que se han observado en los últimos años es quién abona la cuenta. "Antes pagaba la empresa y ahora cada uno lo suyo", concluya Navascués.

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