gastronomía

Una ruta por las cervezas de importación más especiales para tomar en verano en Zaragoza

Raúl Moncho, de La Cebada en la capital aragonesa, comenta que en esta época "la tendencia es a beber más cantidad pero con menos alcohol"

Raúl Moncho, tirando una cerveza de grifo en La Cebada
Raúl Moncho, tirando una cerveza de grifo en La Cebada
A. Toquero

Raúl Moncho, propietario de la cervecería La Cebada (c/ Caminos del Norte, 24. 976 090 983), es una enciclopedia andante sobre la cerveza, y su local, uno de los templos de esta bebida en Zaragoza. En estos momentos tiene once grifos de cervezas de importación operativos, pero este es un número que varía durante el año.

Su especialidad son las trapenses que se producen en algunas abadías europeas, sobre todo en Bélgica. Su color oscila entre el bronce y el marrón oscuro y la graduación es bastante alta, pero no son las que más se consumen en verano.

En esta época, la degustación de cerveza cambia y se adapta para dar protagonismo a propuestas más ligeras y fáciles de beber, pero no por ello menos interesantes. Las que Raúl sugiere a continuación son un buen ejemplo.

"Cuando llega el calor tenemos dos o tres grifos con menos graduación alcohólica; la gente viene con sed y si se pone a beber cervezas de más de ocho grados, la cosa se puede complicar, además de que apetece menos", comenta.

En definitiva, esta es la tendencia general por la que apuesta la clientela: beber más cantidad, pero menos alcohol. "De hecho, se suelen servir en una copa más grande de lo habitual porque el trago es más largo", prosigue.

Las negras y tostadas tienen poco recorrido en verano. De hecho, ahora mismo en La Cebada solo hay un grifo de tostada y ninguno de negra. Además, el botellín se consume menos por la misma razón, porque apetece beber más cantidad.

Sierra Nevada, Weihenstephaner y Green Killer, tres cervezas muy veraniegas.
Sierra Nevada, Weihenstephaner y Green Killer, tres cervezas muy veraniegas.
A. Toquero

Raúl Moncho tiene en su local pequeñas joyas que son ideales para disfrutar en la época estival. Una de ellas es la alemana Weihenstephaner, que los maestros cerveceros que se sacan el título en Múnich elaboran para el verano. Es un tipo de cerveza pale ale, lupulada y de intenso sabor, de 6,2 grados.

Esta cervecería alemana se fundó en el año 1040 y son muy pocos los locales que reciben algún barril como el que Raúl ofrece en estos momentos en el suyo. "A España llegan contados y en Zaragoza me parece que solo la tengo yo". Ni dulzona ni muy amarga. Ideal para tomar cuando el calor aprieta.

Las lager son las más populares en Europa, claras y con una graduación media baja. Hay varios subtipos y la lager pilsen es una de las más consumidas en verano. Dentro de este estilo, el propietario de La Cebada recomienda la Löwenbräu (5,2 grados). "Es alemana, suave y cristalina. Fue la primera fábrica que visité cuando me dediqué a la cerveza y es una de las que más apetece beber ahora".

El estilo IPA (India Pale Ale) es uno de los más demandados en los últimos años. Tienen un aroma a lúpulo más intenso y un amargor característicos con notas herbales, florales, críticas y a frutas tropicales, que en unas se intensifica más que en otras.

La belga Green Killer, de 6,2 grados, es una de las que más vende Raúl en esta época del año dentro del estilo IPA. "Es amarga y aromática, con notas cítricas y especiadas, pero muy fácil de beber".

Por último, este experto sugiere la Sierra Nevada Pale Ale. Desde que se creó en 1980, esta cerveza de 5 grados destaca por su sabor pleno y refrescante, "un referente del estilo American Pale Ale".

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