gastronomía
El helado que ha pasado de las bodas de los 80 a estar de moda en Tik Tok
Este postre, que se sirve en un limón entero, triunfó hace décadas en todo tipo de celebraciones y ahora ha regresado a los supermercados y a las redes sociales.
Hace unas décadas muchas celebraciones se terminaban con el mismo postre: un limón helado. El colofón dulce de bodas, bautizos, comuniones y otras celebraciones era una pieza de este cítrico relleno de un cremoso helado. Ahora ya no abundan tanto en este tipo de eventos –solo hay que ver que Tamara e Íñigo optaron por un postre de chocolate y oliva-.
Más allá del intenso sabor, la original presentación también causaba furor. Las modas cambiaron y, poco a poco, esta fresca propuesta laminera fue desapareciendo de los menús. Sin embargo, todo vuelve y los postres también. Hace unos años regresaron a los lineales de los supermercados y este verano se han convertido en tendencia en las redes sociales: raro es el día que un 'tiktoker' no sube su propia receta de este helado de limón.
Ingredientes
Cinco limones grandes
250 mililitros de nata líquida para montar
30 gramos de azúcar
150 gramos de leche condensada
Elaboración
En primer lugar se deben lavar muy bien los limones y se quitan los copetes de cuatro de ellos, con cuidado, ya que se debe evitar quitar la mayor parte de la pulpa del limón.
A continuación, con la ayuda de un cuchillo, se separa la carne de la cáscara, que no se tiene que romper. Con una cuchara y los dedos se retira todo el interior, dejando el limón totalmente vacío de fibras y líquido.
Una vez limpios los cuatro limones, se meten en una bolsa y se introducen en el congelador.
Mientras se congelan, se prepara el relleno. Para ello, se debe colar el interior de los limones. Se exprimen todas las fibras, hasta que quedan secan, reservando el zumo en un recipiente.
Se ralla la corteza del limón restante.
En un bol se vierte la leche condensada y en otro la nata. Esta última se debe montar, mientras se le agrega el azúcar. Cuanto más firme, más cremoso será el helado.
Después, se mezcla la nata montada, la leche condensada, la ralladura y el zumo del limón.
El siguiente paso es rellenar los limones que se guardaban en el congelador y taparlos con el extremo del limón. Se envuelven con un film transparente y se meten, de nuevo, al congelador. Es importante colocarlos de pie para que no se derrame el interior.
Un día después, ya se pueden comer.
