Gastronomía

La trufa negra abarrota una de las plazas más céntricas de Sariñena

El público ha agotado las 7.600 tapas elaboradas por los siete establecimientos inscritos en la vuelta del Trufate.

Las tapas elaboradas con trufa protagonizaron en Sariñena una nueva edición de Trufate
Las tapas elaboradas con trufa protagonizaron en Sariñena una nueva edición de Trufate
Patricia Puértolas

Trufate, la gran fiesta de la trufa negra de la provincia de Huesca, ha abarrotado este domingo la plaza Estatuto de Aragón de Sariñena. A las 12.00, los siete establecimientos inscritos han comenzado a servir las 7.600 tapas elaboradoras. Y, tan solo hora y media después, el primero ha colgado el cartel de fin de existencias. A las 14.30, otros tres han seguido sus pasos y después, el resto, agotando todas las elaboraciones, lo que habla del éxito de una jornada que ha cumplido su objetivo de promocionar y difundir las cualidades culinarias de un producto cada vez más extendido en el Alto Aragón.

A dos manos, los hosteleros han ido despachando las tapas elaboradas, que han permitido a los asistentes disfrutar de la textura, olor y sabor de la trufa negra. Y todo a precios populares: dos elaboraciones y una consumición por 3,5 euros. "Las tapas están riquísimas y el ambiente es excepcional. Hemos participado en varias ediciones y en este ocasión, con más razón, ya que tenemos amigos en la localidad y no podíamos faltar", ha señalado Carmen Arcorazano, vecina de Barbastro, tras degustar algunas de las siete elaboraciones.

El canelón de calabaza con longaniza trufada y chips de torrezno, del Hotel Sariñena, ha sido el primero en agotarse. De los siete establecimientos, tres han preparado 1.200 tapas y cuatro, 1.000, utilizando 7,6 kilos de trufa negra procedente de diferentes zonas del Alto Aragón y de la mejor calidad. De hecho, y coincidiendo con el fin de la campaña, es ahora cuando alcanza su mayor cota de aroma de la temporada.

"Trufate es una forma perfecta de promocionar un producto muy nuestro y de gran calidad, que resulta muy desconocido por una parte importante de la población"

El certamen ha incorporado un puesto de venta al público y, además, música en directo. Jesús Fantova, vecino de San Juan del Flumen, ha sido uno de los primeros en hacerse con su propia trufa. Aunque reside en la zona, es natural de la comarca del Sobrarbe y, por lo tanto, conocedor de un producto que, tal y como ha señalado, "ayuda a fijar población en el medio rural". "Mi padre era truficultor y, por lo tanto, me he criado con ella, apreciando sus grandes cualidades", ha añadido. "Trufate es una forma perfecta de promocionar un producto muy nuestro y de gran calidad, que resulta muy desconocido por una parte importante de la población", ha subrayado. Y con razón. De hecho, muchos de los asistentes han reconocido que rara vez se cuela en sus cocinas. "No suelo usarlo, pero las tapas están deliciosas y por lo tanto, habrá que probar", ha señalado otra de las asistentes a la gran comida popular, Marisol Laplaza, vecina de Sariñena.

Por el contrario, sí está entre los utilizados por los hosteleros, que aprecian sus cualidades y además, su procedencia. "Trufate es una manera estupenda de trabaja un producto propio y de que la gente lo conozca", ha señalado Mascún Ariste, del Restaurante Boira. A su lado, Toñi Bellón, del Bellmor, ha agradecido el desarrollo de esta "espectacular" iniciativa, que nos permite "dar a conocer nuestras cocinas y además, dar vida al pueblo".

Durante la inauguración, el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, ha mostrado su satisfacción por la vuelta de Trufate, que ha alcanzado su edición número 14, tras tres años de obligado parón por la pandemia. De carácter itinerante, ha sido la primera vez que el evento ha recalado en Los Monegros, que, aunque no está entre las zonas productoras de trufa negra, cuenta con una importante empresa de comercialización del diamante negro, según ha detallado Gracia.

El presidente de la DPH ha destacado la importancia de retomar esta apuesta dirigida a promocionar la trufa negra del Alto Aragón y brindar su apoyo al conjunto de los truficultores, que "apuestan por quedarse a vivir en el medio rural y sumar a la economía de sus municipios".

"Este evento permite acercar este producto a la población, demostrando que añade valor a los alimentos y que resulta accesible, ya que se utiliza de forma limitada en cada plato"

Por su parte, David Royo, presidente de la Asociación de Cultivadores y Recolectores de Trufa en Aragón, ha mostrado su agradecimiento a la DPH y el Ayuntamiento de Sariñena, al organizar un evento que "permite acercar este producto a la población, demostrando que añade valor a los alimentos y que resulta accesible, ya que se utiliza de forma limitada en cada plato". Para explicarlo en cifras, ha señalado que el coste en trufa de cada tapa ha rondado el euro y, por ejemplo, con entre 10 y 12 euros de trufa puede elaborarse una comida completa para cuatro personas, es decir, "por menos dinero de lo que nos puede costar el vino de la misma".

También ha valora la posibilidad de poder mostrar el verdadero sabor y aroma de este diamante negro, advirtiendo que no siempre es trufa la que se vende como tal.

Al acto de inauguración han asistido además la vicepresidenta de la DPH, Elisa Sancho; el diputado de Desarrollo y Sostenibilidad, Roque Vicente; el alcalde de Sariñena, Juan Escalzo; y la presidenta de Monegros Empresarial, María Jesús Laguna.

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