Camerino Bungalobar: la plaza de los Sitios estrena quiosco
En breve tendrá jardines verticales por las cuatro caras como si fueran las copas de unos árboles para integrarse en el entorno.
Camerino Bungalobar acaba de abrir en la plaza de los Sitios de Zaragoza. Es el nombre que recibe su nuevo quiosco, uno de los últimos en estrenarse tras el proceso de licitación para la reforma y modernización de este tipo de instalaciones que emprendió el Ayuntamiento de Zaragoza hace tres años.
El grupo empresarial Verbena, que gestiona establecimientos como Ginger, Garbo y Gonzo –también en el entorno de la plaza de los Sitios– se ha encargado de la reforma. No es el único quisco que ha puesto en marcha. También han abierto Cartelera, en el Paseo de Sagasta, y Vodevil, en Montecanal. A la espera está el del restaurante El Puerto, en Vadorrey, que se llamará Panorama, aunque las obras todavía no han empezado.
Camerino se ubica donde estaba el antiguo quiosco de prensa de la plaza de los Sitios que, por supuesto, ha desaparecido. La accesibilidad es uno de los aspectos más destacados, ya que se ha construido una pérgola acristalada permanente que permite la ampliación del espacio para veladores y, además, facilita su uso los días en los que no acompaña la climatología.
La madera está muy presente en la decoración y, en la parte alta, en breve aparecerán jardines verticales por las cuatro caras como si fueran las copas de unos árboles. De alguna forma, darán sensación de continuidad de la zona ajardinada que hay en el entorno.
El interior de la pérgola no es muy grande, ya que el espacio de la plaza es limitado. Caben cinco mesas de comedor y seis altas de taberna para aprovechar mejor el espacio y facilitar la accesibilidad.
El concepto de bungalobar para todos los quioscos que gestiona el grupo Verbena “tiene que ver con la idea de un edificio o una estructura que se construye a campo abierto o en mitad de un parque o una plaza, como sucede en este caso”. “De alguna forma –prosiguen desde el grupo– también es un guiño al mundo del teatro, a la idea de poner en escena a la hostelería”.
En la terraza exterior hay alrededor de doce mesas, que en estos primeros días de andadura, con el buen tiempo que ha hecho, han estado muy solicitadas. La carta es sencilla, no tiene grandes pretensiones gastronómicas. De lo que se trata básicamente es de ofrecer comida de quiosco, es decir, ensaladilla, croquetas, calamares, además de algunas ensaladas, sándwiches o uno de los clásicos de los establecimientos del grupo: albóndigas con salsa de boletus. Más adelante incluirán algún pescado a la plancha o platos de verdura.
La coctelería también tiene protagonismo. Especialmente, durante este mes de octubre con el cóctel sin alcohol Pink Lemonade. Se trata de un combinado solidario para recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer. Esta bebida de zumo de limón verde, arándanos y hierbabuena, tiene un precio de tres euros, de los que 50 céntimos irán destinados a la lucha contra el cáncer de mama.
En Camerino no va a haber actuaciones musicales, pero ya se han organizado algunos talleres de fotografía, hábitos saludables o inglés para niños con guiñoles. La programación continuará con otras actividades como yoga en las zonas ajardinadas para que los vecinos del entorno se integren con el nuevo espacio.
Como en todos sus quioscos, los baños son públicos, algo que se agradece especialmente en esta plaza en la que suele haber muchos niños. Además, cuentan con cambiadores para bebés.
