zaragoza

El Tubo coge impulso con nuevas aperturas antes de las fiestas

Antigua Casa Colás, La General del Tubo, El Triana, La Gerencia del Tubo y La Ceci han abierto sus puertas recientemente.

Miriam Blasco en la barra del nuevo Triana.
Miriam Blasco en la barra del nuevo Triana.
A. Toquero

Algo se mueve en el Tubo. Los meses más duros de la pandemia y el regreso escalonado a la actividad de las barras de los bares casi parecían anticipar su lenta agonía, pero lo cierto es que desde hace unas semanas no paran de abrir nuevos locales.

La cercanía de las fiestas del Pilar seguro que tiene mucho que ver porque ocho o diez días buenos de actividad hostelera en el Tubo dan mucho juego. Y eso que los traspasos no son precisamente baratos.

A principios de agosto volvió a abrir sus puertas Antigua Casa Colás (c/ Mártires, 10). Llevaba nueve meses cerrada y esta nueva aventura la emprenden Toño Utrillas y Juanma de las Heras, dos veteranos del Tubo. Ellos han potenciado el aire de taberna que adquirió hace unos años, dejando atrás su pasado como restaurante. Eso sí, la carta es amplia y se pueden probar desde ensaladas, carnes o pescados a tostadas y bocadillos.

La cocina es tradicional pero con un punto de innovación. Hay dos tapas que reflejan este carácter: el canelón de pato rebozado con salsa trufada y el solomillo al caramelo. Son las que más éxito están teniendo en esta nueva andadura.

Toño Utrillas está contento de haber recuperado un local con mucha historia que abrió sus puertas por primera vez en 1927. “En una época lo cogieron los abuelos de Plácido Domingo cuando vinieron a Zaragoza desde La Codoñera, y también fue uno de los bares preferidos del jotero José Oto”, comenta.

Alex Salinas, en La General del Tubo.
Alex Salinas, en La General del Tubo.
A. Toquero

Hace unas semanas cambió de manos Alta Taberna Soria que ahora se llama La General del Tubo (c/ Blasón Aragonés, 2). Alex Salinas y Juan Pablo Fernández, de La General de Vinos, están detrás de este proyecto. Dada la dedicación profesional de uno de los socios, el vino tiene mucho protagonismo y se pueden pedir bastantes referencias por copas.

Entre las tapas se mantiene el torrezno de Soria como algo nostálgico, pero hay propuestas más innovadoras como un bao con carne de ternera mechada, guacamole y judías verdes crujientes, o una focaccia con escalibada y panceta ibérica. Las cigalas de la huerta también son nuevas.

La llegada de esta taberna está animando una de las entradas más anchas y tranquilas del Tubo. Es una zona que no registra las aglomeraciones de las cuatro esquinas, donde se puede disfrutar de un tapeo más relajado.

Toño Utrillas y Juanma de las Heras, en Antigua Casa Colás.
Toño Utrillas y Juanma de las Heras, en Antigua Casa Colás.
A. Toquero

La Gerencia del Tubo (c/ Cinegio, 3) lleva abierta poco más de diez días. Al frente está el cocinero Carlos Martín. La carta no es muy larga y se basa en un recetario tradicional, pero con toques de cocina de autor. Hay propuestas que invitan a dejarse llevar y descubrir, por ejemplo, el trigo estofado con salsa española de ternasco y partes menos conocidas de este tesoro.

También se trabajan productos no muy habituales como la anguila, que se presenta en un guiso con patatas al azafrán para el unte. Bacalao ajoarriero trufado y puding de trucha de El Grado son otras opciones de pescado.

La taberna Triana se acaba de convertir en El Triana (c/ Estébanes, 7) de la mano de los socios Paco Luce y Miriam Blasco. Está muy bien ubicada en las cuatro esquinas, pero le faltaba visibilidad. Abrió hace poco más de una semana y ahora tiene más iluminación. Al interior también se le ha dado un lavado de cara.

A pesar del nombre, su tapeo no mira especialmente hacia el sur. Patatas asadas, montaditos muy vistosos, el tridente (chorizo, morcilla y longaniza ensartados en una brocheta), o los huevos Triana con carabinero y pulpo son algunas de las novedades.

Miguel Almau, en la puerta de La Ceci.
Miguel Almau, en la puerta de La Ceci.
A. Toquero

La apertura más reciente es la de La Ceci. Es el homenaje que Miguel Ángel, Francho y Noé Almau le han rendido a su madre, Cecilia Trujillo, que durante muchos años llevó las riendas de Bodegas Almau. La Ceci está justo en frente. El establecimiento no es muy grande, pero en todas las paredes, en las puertas de los baños y hasta en las etiquetas de las botellas de vino está dibujado su rostro. Es la gran protagonista de esta aventura hostelera, que en lo gastronómico nace con la idea de complementar a Bodegas Almau. La especialidad son las frituras, mirando a Andalucía en algún caso, pero en su barra se pueden degustar otros argumentos culinarios.

Habrá que esperar a noviembre para ver la reapertura del local que ocupara en su día Casa Pascualillo.
Habrá que esperar a noviembre para ver la reapertura del local que ocupara en su día Casa Pascualillo.
A. Toquero

Este recorrido finaliza con una apertura que ha levantado mucha expectación, pero habrá que esperar unas semanas hasta que se produzca. Se trata del local de Casa Pascualillo, que regresará a la actividad a finales de noviembre de la mano de los socios de la pizzería La Parthénope.

Ángela Simonetti comenta que el nuevo establecimiento hostelero va a fusionar los conceptos de coctelería, vermutería y restaurante gourmet. “No va a tener nada que ver con cocina italiana”, explica. Se aprovecharán todos los comedores para eventos, talleres, show cooking… Lo dicho, nada que ver con la tradición que representaba Casa Pascualillo. 

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