gastronomía

De bares con Jorge Sanz: "La familia que cena unida permanece unida"

El actor Jorge Sanz tiene muchos recuerdos gastronómicos vinculados a Zaragoza, "que es como mi segunda casa".

Jorge Sanz tirando una caña de cerveza en la barra del restaurante Los Cabezudos.
Jorge Sanz tirando una caña de cerveza en la barra del restaurante Los Cabezudos.
Alejandro Toquero

Para el actor Jorge Sanz, Zaragoza es como su segunda casa. Recuerda que durante 20 años prácticamente venía una vez al mes y de la mano de Luis Alegre, acompañado unas veces por David Trueba y otras por Gabino Diego o Maribel Verdú, conoció bien los encantos de la capital aragonesa.

Su última visita fue el pasado mes de junio con María Barranco y Ana Turpin, de gira con la obra teatral ´El premio`. Tras uno de los pases, el actor no tuvo inconveniente en conversar alrededor de un plato de jamón 5J sobre su relación con la gastronomía y los alimentos.

"¿Cuál es tu mejor recuerdo culinario en Zaragoza?", le pregunto. No se lo piensa un momento al responder: "La tortilla de patata de la madre de Luis Alegre –sentencia–, durante esos años que venía tanto dormía en su casa y cuando regresábamos a las cinco de la mañana de fiesta siempre había una tortilla de patata con cebolla en la cocina para que no nos fuésemos a la cama con hambre".

Para esta entrevista, la cita la concertamos en el restaurante Los Cabezudos. Es uno de sus sitios de referencia cuando ahora viene a Zaragoza. "El pescado y el marisco son magníficos, pero si tengo que elegir una receta, me quedo con las colmenillas rellenas de foie con salsa de trufa; no las he probado tan buenas en ningún otro restaurante".

El encuentro con el actor tiene lugar después de una de las funciones en el Teatro Principal. "En este trabajo nos reservamos para después del pase, para ese momento en el que ya sales con el chute de adrenalina disparado, el estómago se abre y comes lo que sea". Para empezar, Jorge calma esa ansiedad con una buena ración de jamón "y luego ya se verá".

Los Cabezudos se ha incorporado recientemente a la lista de sus establecimientos de visita obligada. En ella también están dos casas, Casa Emilio y La Casa de las Migas de Hermógenes Carazo. "En los dos la comida es muy aragonesa, informal y variada", sentencia. Migas, alcachofas, ternasco...

“Cuando venimos a visitar a Hermógenes, que guarda todos los recortes de prensa de actores desde hace 30 años, siempre competimos a ver quién tiene el más antiguo”, rememora. Al recordar a Félix Romeo y sus "encuentros kilométricos" en Casa Emilio se le pone en el rostro un rictus de melancolía. "Era un gran disfrutón a la mesa, un tipo cultivado, divertido y con tantas cosas por hacer...".

"Tengo la imagen de mi madre cocinando en las habitaciones con un camping gas para ahorrarnos el dinero de la comida"

De su infancia no tiene grades historias vinculadas a la cocina. "Empecé a trabajar tan de niño que son todas profesionales. Vivía con mi madre en hoteles y como en las películas que hacía cobraba más por las dietas que por el caché, tengo la imagen de mi madre cocinando en las habitaciones con un camping gas para ahorrarnos el dinero de la comida, mientras preparábamos el texto del día siguiente".

De su madre, precisamente, tiene grabada a fuego una frase: "La familia que cena unida permanece unida". Y él la lleva a rajatabla. "En mi casa es el momento en el que desaparecen las pantallas, nos miramos a la cara y nos contamos cómo nos ha ido el día. Y ahora que mi hija mayor me ha hecho abuelo, con más razón".

Alrededor del cine o el teatro y la gastronomía Jorge Sanz no para de contar anécdotas. "En las compañías de teatro hay costumbre, cuando vas a un restaurante, de que cada uno se pague lo suyo; en el cine, sin embargo, somos más de 'esta ronda la pago yo', quizá por la costumbre de las dietas de hace unos años".

"Los buenos proyectos siempre van acompañados de una buena comida"

"Los buenos proyectos siempre van acompañados de una buena comida". Es otra frase que repite mucho. Y al hacerlo se acuerda especialmente del productor Andrés Vicente Gómez, “un gran disfrutón a la mesa, como los Trueba". "En la grabación de 'Carreteras secundarias' mi caché era una comida en El Bulli de Ferrán Adriá, para que veas el nivel que teníamos alrededor de la gastronomía y lo desapegados que estábamos del dinero".

Jorge Sanz, probando una ración de jamón 5J en Los Cabezudos.
Jorge Sanz, probando una ración de jamón 5J en Los Cabezudos.
A. Toquero

Olor a chimenea y a guiso casero

Jorge Sanz reconoce que no es muy cocinillas. Vive con su pareja y sus hijos en la sierra, en el parque de Guadarrama. "Siempre he querido tener un hogar que oliera a chimenea y a guiso casero y lo he conseguido". Su pareja es cocinera, así que tiene garantizada una buena alimentación.

Él se ocupa, sobre todo, de los huevos. "Tenemos unas gallinas araucanas, que tienen muy mala leche, pero ponen unos huevos azules preciosos". Además, cría ocas, que ponen alrededor de 40 al año. "En casa –comenta– hay una tradición cuando llegan los de las ocas en primavera, ya que los primeros en probarlos son Ariadna Gil y Vigo Mortensen".

Entre los productos aragoneses que más valora, Jorge Sanz cita la borraja. "En Madrid es raro verla en algún sitio y mira que de vez en cuando lo intento". El actor no hace ascos a casi ningún alimento. La casquería, por ejemplo, le gusta mucho, "pero con los sesos no puedo".

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