gastronomía

Drácula, el polo que cautivó a varias generaciones, revive en Monzón

Lidia Molina ofrece en el restaurante El Cacao una versión en copa de cóctel de la adictiva mezcla de cola, fresa y vainilla.

El Drácula terminado.
El Drácula terminado.
Heraldo

A finales de los años 70, Frigo revolucionó el mundo de los helados en España con productos como Frigo dedo y Frigo pie, Frigurón, Capitán Cola, Calippo o Drácula. Este último fue uno de los primeros en salir al mercado y, probablemente, el que más se popularizó. En 1977 ya estaba presente en la cartelería y el polo se vendía a 12 pesetas.

Carlos Romero fue uno de los niños que cayó rendido a la mezcla de cola, fresa y vainilla, que tras la degustación te dejaba la lengua pintada de rojo. Hoy, Carlos está al frente del restaurante El Cacao de Monzón (c/ Joaquín Costa, 28-30. 974 403 974) y todavía recuerda la pasión que sentía por el Drácula.

El clásico Drácula de Frigo.
El clásico Drácula de Frigo.
Heraldo

Tanto le gustaba que un día le propuso a su mujer, Lidia Molina, que se animase a elaborar su propia versión. No lo dudó. Ella es maestra pastelera y todos los postres que ofrece en su establecimiento son caseros, así que se puso manos a la obra.

De eso hace ya unos cuantos años, tantos como para que el Drácula de El Cacao se haya consolidado como el postre más vendido en primavera y verano. Cuando llega el frío, el relevo lo toma el coulant de chocolate, que está en el restaurante desde que abrió sus puertas.

En su versión, Lidia lo presenta en una copa de cóctel donde los ingredientes se distribuyen por capas: el cremoso de vainilla, la espuma de frambuesa, el granizado de cola y unos peta zetas. “Hay que meter la cuchara hasta el fondo, coger los tres sabores y disfrutar”, comenta.

Esta maestra pastelera asegura que la elaboración es “muy sencilla; mi Drácula sabe un poco diferente porque no tiene colorantes ni saborizantes, pero desde la primera cucharada evoca al polo original”. Antes de plasmar la idea, el único debate que tuvo con su marido fue decidir si era fresa o frambuesa lo que llevaba en su interior. “Finalmente nos decantamos por la frambuesa”, asegura.

Lidia no tiene inconveniente en compartir su receta para que los lectores de HERALDO rememoren el placer de volver a disfrutar de todo un clásico del mundo heladero.

El Drácula de El Cacao

Restaurante El Cacao (Lidia Molina)

Primera fase del montaje.
Primera fase del montaje.
Heraldo

Para el granizado de Coca Cola:

- Verter la Coca Cola en un recipiente y meterlo al congelador. Cada hora mover bien con una varilla.

Para la espuma de frambuesa:

- 600 gramos de puré de frambuesa o fresas, 300 gramos de agua, 150 gramos de azúcar y 6 hojas de gelatina.

- Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.

- Calentar el puré con el agua y añadir el azúcar. Derretir las hojas de gelatina bien escurridas y añadir a la mezcla anterior.

- Triturar bien, pasar por un colador fino y rellenar un sifón de cocina (se puede adquirir a partir de 30 euros). Añadir dos cargas y reservar en el frigorífico.

Los sabores se van añadiendo en capas.
Los sabores se van añadiendo en capas.
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Para el cremoso de vainilla:

- 1 litro de nata, 2 vainas de vainilla, 6 yemas y 200 gramos de azúcar.

- Poner la nata al fuego con el azúcar y la vainilla abierta y rascada previamente con ayuda de un cuchillo para extraer la semilla.

- Llevar a ebullición, retirar del fuego y dejar infusionar 30 minutos. Volver a llevar a ebullición transcurrido ese tiempo y colar la mezcla encima de las yemas sin parar de remover.

- Poner la mezcla en un recipiente para horno. Cocer en horno al baño María a 100 grados durante una hora. Cuando esté cuajado, triturar hasta obtener una crema.

Para el montaje:

- En una copa de cóctel poner dos cucharadas de crema de vainilla, luego el granizado, encima dos cucharaditas de peta zetas y terminar con la espuma de frambuesa.

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