vinos de aragón

Palmeri Adán, otra gran garnacha del Moncayo

La Bodega Palmeri Sicilia, de la D. O. Campo de Borja, acaba de poner en el mercado este reserva con espíritu juvenil.

Botella con la etiqueta del tinto reserva Palmeri Adán 2015.
Botella con la etiqueta del tinto reserva Palmeri Adán 2015.
J. L. S.

El nuevo proyecto de la Bodega Palmeri Sicilia (D. O. Campo de Borja) se llama Palmeri Adán, un reserva de garnachas viejas cuya primera añada, la 2015, acaba de salir al mercado. Según explica uno de los propietarios y enólogo de la bodega, Jesús David Cuartero, este gran vino se ha bautizado Palmeri Adán en memoria de su bisabuelo, Luis Cuartero Adán, el precursor, en los años 50, de lo que hoy es esta pujante bodega ubicada en la localidad zaragozana de Tabuenca, a los pies mismos del Moncayo.

Según Jesús David Cuartero, Palmeri Adán es un vino elaborado con uvas de un viñedo de garnacha con una antigüedad de entre 40 y 50 años, plantadas en vaso y con una producción de unos 2.000 kilos por hectárea. Las uvas que se destinan para elaborar este vino se seleccionan tanto en el campo como al llegar a la bodega.

Tanto la fermentación alcohólica como la maloláctica se realizan en tina de roble francés. La crianza conlleva una permanencia de unos 12 meses en la tina, 36 meses en barricas de roble francés y americano de 225 litros y unos 15 meses de afinamiento en botella. La crianza en barrica se realiza en una antigua bodega bajo tierra, en donde se dan las condiciones ideales para la crianza de estos vinos, que hacen una evolución lenta y constante.

La producción de esta primera añada ha sido de 5.000 botellas, de las que 1.500 están destinadas al mercado español.

En la copa, se presenta ya como un vino muy atractivo, de capa media, limpio y brillante. Al llevarlo a la nariz despliega un armonioso abanico aromático, con preponderancia de las notas frutales, sobre todo frutos rojos, aunque también negros, que reaparecen en forma de fruta madura en la boca. Se notan también referencias de hierbas silvestres y alusiones minerales. 

La madera, a pesar de su larga crianza, está perfectamente armonizada. Todo el conjunto fluye bajo la dirección de una acidez exquisita, esencial para vinos longevos como este, y que hace, además, que pasen muy desapercibidos los 16 grados alcohólicos que registra este tinto, otro gran ejemplo de la excelencia de las garnachas de monte moncaínas.

Todo ello hace que sea un reserva con espíritu juvenil, con una vida muy larga por delante.  Meses antes de salir al mercado, ya obtuvo el año pasado medalla de oro en el concurso Garnachas del Mundo y medalla de plata en el Concurso Mundial de Bruselas. Su precio de venta al público es de 55 euros.

También acaba de ponerse a la venta el Palmeri Navalta de la cosecha 2017. Es la garnacha que elabora esta bodega desde su fundación, en 2012,  a partir también de uvas de garnacha situadas a 700 metros de altura, utilizando la metodología artesanal de Sicilia. Es un vino que tiene una legión de seguidores, que esperan cada año que salga la nueva añada pues las botellas no están mucho tiempo en las tiendas porque se agotan en pocos meses. 

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