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Día de la Discapacidad: Preparados y con capacidad para buscar empleo
Este domingo se celebra la jornada anual que quiere visibilizar la realidad de un colectivo que se abre paso en el mercado laboral superando barreras pero con mucha mayor tasa de paro.
Jonás Deito tiene 21 años y ganas de trabajar. Lleva un año y medio en el almacén logístico del grupo textil Inditex en Plaza en Zaragoza, que mueve millones de prendas de la marca Zara por todas las tiendas de la cadena en Europa. El joven zaragozano tiene una discapacidad intelectual, pero eso no le ha impedido conseguir desempeñar su trabajo en el centro logístico con algunas adaptaciones como mantener un turno fijo. Es un ejemplo de inserción laboral en este Día de la Discapacidad, que se celebra cada 3 de diciembre.
"Trabajo en la sección de paquetería y repartimos toda la ropa en cajas, también tenemos que poner cajas vacías en sus destinos, precintarlas y controlar para ver si hay fallos", explica sobre alguna de sus funciones.
Solo el 35% de personas con discapacidad en edad de trabajar en España se encuentran activas en el mercado laboral. En el caso de las personas con discapacidad intelectual, solo el 8% de entre 16 y 24 años tiene un empleo, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos de 2021, los últimos de su Estadística de Empleo y Discapacidad.
Entre las razones, Félix Arrizabalaga, gerente de Atades, apunta a un "cúmulo de circunstancias" como que en el colectivo hay una menor tasa de actividad, un mayor porcentaje de personas sin cualificación y es necesaria la adaptación de los puestos de trabajo, no solo para superar barreras arquitectónicas en el caso de las personas con movilidad reducida, sino también modificar otros aspectos. "Los trabajos nocturnos en los discapacitados intelectuales son tremendamente complicados. Determinados tipos de jornada no son compatibles", reconoce.
Los beneficios de conseguir un empleo para este colectivo, como para el resto de personas desempleadas, son "la posibilidad de tener unos ingresos económicos propios que les faciliten una vida autónoma e independiente", entre otros.
Acompañamiento inicial
En el caso de Jonás, entre los cambios para adaptar su puesto de trabajo ha estado quedarse con un horario fijo de mañana. Contó además al inicio con la figura del 'preparador laboral'. Este ayuda en la comprensión de las tareas, las relaciones con compañeros y responsables, y en la gestión de circunstancias personales. Su ‘acompañante’ fue José Manuel Olivas. "Al principio fue necesaria la coordinación con el ritmo de trabajo, pero ahora necesita mucho menos apoyo", explica el orientador laboral de la agencia de colocación de Atades.
El joven estudió hasta 3º de la ESO e hizo un curso de Informática. "Entré en Atades después de la cuarentena", detalla Jonás. Allí pasó por la Unidad para la Promoción de las Competencias en la Inserción Laboral (Upcil) de Atades, para mejorar su empleabilidad e hizo varias prácticas hasta llegar al proyecto Incluye, que cuenta con acuerdos con empresas como Inditex. Le gusta su trabajo, que además le permite continuar con sus entrenamientos de fútbol. Sus turnos son de 10.00 a 18.00 de lunes a viernes y si trabaja los sábados va de 7.00 a 15.00. En 2022, la Agencia de Colocación de Atades atendió a 1.230 usuarios, gestionó 199 ofertas e insertó a 175 personas, según su último balance.
Desde la organización de apoyo a personas y familias con discapacidad intelectual se pide la "colaboración efectiva" de administraciones, empresas y organizaciones del Tercer Sector para afrontar el reto de la inserción laboral. Para ello, es necesario desarrollar "acciones formativas y cualificaciones profesionales adaptadas a la realidad de la persona que va a participar", plantea el gerente de Atades. Incluye en la lista de peticiones mejorar el transporte público a los polígonos porque "las personas con discapacidad intelectual normalmente no tienen carenet de conducir", lo que les resta más opciones. Pide equipos de "ajuste psicosocial" para apoyar la entrada en el mercado laboral.
"Tenemos que ser realistas porque nos falta recorrido, pero el mundo de la empresa va evolucionando de forma positiva, generando oportunidades y avanzando", afirma Arrizabalaga. Asegura que "se avanza hacia una sociedad más justa e inclusiva".
Aumentar la competitividad
Algunos estudios recientes arrojan datos positivos en este sentido. Contratar a personas con discapacidad reduce la rotación de personal, diversifica las competencias, mejora la productividad, capta y fideliza talento, potencia la cultura de la colaboración y mejora la reputación corporativa, según algunas conclusiones del estudio ‘Políticas y prácticas en diversidad e inclusión’ del Instituto de Innovación Social de Esade y la Fundación Randstad, presentado esta semana. El informe recoge que las empresas que contratan a personas con discapacidad elevan un 28% sus beneficios.
Con todo, la situación actual parte de que la tasa de paro del colectivo se sitúa en el 22,5%, el doble que la del resto de trabajadores. La primera motivación de las empresas para contratar a una persona con discapacidad sigue siendo solo cumplir la ley (48%), pero avanzan otras razones como mejorar el bienestar de los trabajadores (41%), atraer al talento y fidelizarlo (41%).
"Hay empresas que te solicitan algunas personas con discapacidad por cumplir con la ley y otras porque creen", reconoce Cristina Alonso, directora de Gestión y Desarrollo de Personas en la empresa de recursos humanos Synergie España.
"Todavía hay un poco de estereotipos. Tenemos que entender que estas personas pueden hacer un determinado trabajo, pero hay que saber cuáles son las necesidades y posibilidades de los puestos de trabajo a los que pueden acceder", añade.
Claudia Tecglen, psicóloga que trabaja con personas con discapacidad, tiene claro que "una plantilla diversa aumenta la competitividad de la empresa". Ella preside la asociación Convives con Espasticidad, un trastorno motor que afecta a sus múscuculos y su movilidad, pero que no le resta actividad. Para facilitar el empleo de personas con alguna discapacidad apuesta por fomentar "el teletrabajo, la flexibilidad horaria y el desarrollo profesional continuo". Con todo, destaca que "todo empieza por una oportunidad. Empieza porque nosotros mismos sepamos cuáles son nuestras fortalezas". Entre ellas, destaca que "tener una discapacidad nos enseña trabajo en equipo y a autogestionarnos, competencias que solicitan las empresas".
