Nube de pegatina, el proyecto de dos amigas de Alcañiz gracias al que ir a trabajar es un placer

Ana Armengol y Rosa Espallargas están detrás de esta ludoteca desde 2014. Recientemente se ha unido Merche Pardo, con talleres de teatro por los que pasan a la semana cien niños.

Ana, a la izquierda, y Rosa son las dos alcañizanas detrás de la ludoteca Nube de pegatina.
Ana, a la izquierda, y Rosa son las dos alcañizanas detrás de la ludoteca Nube de pegatina.
Heraldo.es

Ana Armengol y Rosa Espallargas son compañeras de estudios y de profesión desde hace más de diez años. También son amigas, de Alcañiz y compañeras de trabajo. Juntas abrieron, en 2014, una ludoteca en la localidad donde ofrecen talleres, clases de inglés o de yoga, así como teatro, a niños de 3 a 12 años. El germen de este espacio, que se llama la Nube, está en un proyecto que Ana lanzó en solitario, tres años antes, en 2011. “Hacía animaciones, clases extraescolares y alguna escuela de verano. Trabajaba para otras empresas o entidades y no tenía un centro físico”, explica.

Junto con Rosa, estudió el grado medio de Actividades Físico-Deportivas en el Medio Natural en Caspe. A partir de aquello, se siguieron formando como monitoras y, después, directoras, de tiempo libre, entre otros títulos. Al mismo tiempo, son compañeras de trabajo, en el comedor de un centro escolar de Alcañiz. “Nunca pensé que acabaría teniendo mi propio negocio”, asegura Ana, quien tras empaparse de cierta experiencia trabajando en el sector para otras empresas, se lanzó a montar la suya propia.

De estos casi diez años desde que abrieron la ludoteca en Alcañiz el balance no puede ser mejor. “Poder decir que no sientes que es un trabajo porque es algo que te gusta y lo disfrutas es una suerte. Para nosotras no es una obligación además permite conciliar la vida familiar”, asegura Ana, que tiene un bebé de once meses que la acompaña a su centro cuando nadie se puede hacer cargo de ella.

Cuando abrieron su centro, había otra ludoteca en Alcañiz, pero cerró. Y actualmente hay una guardería pero el suyo es el único espacio dedicado exclusivamente a organizar actividades para niños fuera del horario escolar. Además de los talleres y otras clases que se ofrecen en la Nube, las profesionales que trabajan en el centro se encargan de realizar extraescolares en pueblos de alrededor, como Calanda y Valdealgorfa, además de en el propio municipio.

El centro dispone de tres aulas. Una se emplea para la impartición de talleres, que suelen ser de temáticas innovadoras como la pintura con poscas o la comida saludable. Otro espacio se destina a la celebración de fiestas de cumpleaños, que suelen ser los viernes por la tarde y también algunos sábados, así como para las sesiones de teatro. Ésta es una de las últimas incorporaciones a la oferta de la ludoteca y la encabeza Merche Pardos, que se ha sumado al equipo recientemente. “Después de la pandemia, como tuvimos mucho tiempo para pensar, nos planteamos abrir un nuevo camino hacia las emociones y el teatro. Contactamos con Merche, a quien le pareció una idea atractiva, y ahora, por esta sala pasan a la semana unos cien niños que trabajan las emociones a través del teatro, con cuentos, canciones o juegos”, explica Ana.

Éste también es un servicio itinerante y desde la Nube se pretende profundizar en él y ampliarlo a más pueblos. “Está funcionando muy bien y cada año tenemos a más niños. Vienen muy contentos”, asegura. De sus servicios se benefician niños de 3 a 12 años aunque el grueso, sobre todo en las actividades de vacaciones, son de 3 a 6 años. Y es que, además de la programación durante el curso, en los periodos de Navidad, Semana

Santa y Verano, ahí están Ana, Rosa y Merche para ayudar a las familias a conciliar las vacaciones escolares con la vida laboral.

“Emprender en un pueblo es diferente”

“Emprender en un pueblo es diferente porque nos conocemos todos y a los clientes hay que ganárselos. Pero la experiencia nos ha dado muy buena recompensa porque quienes nos conocen están muy contentos y hablan bien de nosotras. Esa es la mejor publicidad que podemos tener”, explica Ana, consciente de que ésas son las cosas que hacen bien a su empresa.

Además de ellas dos, las fundadoras, Merche, que es la encargada del teatro y también se ocupa de talleres de risoterapia y gestión de emociones, está contratada. Por otro lado, tienen a varias personas que se encargan de prestar el servicio de madrugadoras en colegios no solo de Alcañiz, sino también de Calaceite, Mazaleón, Valdeltormo y Peñarroya. “Intentamos que sean personas del mismo pueblo. Lo que nos gusta es poder dar trabajo a vecinos que puedan compatibilizarlo, por ejemplo, con sus estudios, porque son pocas horas al día”, comenta.

Entre su variado repertorio de servicios también ofrecen animaciones en bodas, bautizos, comuniones y otros eventos de este tipo. “Aunque alguna vez me ha tocado disfrazarme de mago o de payaso, lo que hacemos ahora es montar gymkhanas, pruebas, retos o hacemos talleres, siempre relacionando la temática con los gustos del cliente”, explica Ana.

Reconoce que las consecuencias de la pandemia en lo que a rutinas se refiere todavía colea, sobre todo en algunos de los municipios próximos a Alcañiz donde solían trabajar anteriormente. Pero poco a poco se están recuperando todos los servicios y las cabezas de estas emprendedoras no paran de pensar. “Cada verano lanzamos un proyecto diferente y siempre estamos con la libreta en la mano apuntando ideas”. Tanto entidades municipales como comarcas o Ampas y otras asociaciones pueden contratar los servicios de Nube de pegatina, una empresa creada para llenar de ocio y aprendizaje la vida de los más pequeños en el entorno de Alcañiz.

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