economía

"Muchas veces hemos reducido la felicidad en la empresa a poner una mesa de pimpón o manzanas"

En algunos equipos directivos empieza a crearse una dirección de la Felicidad, ante el escepticismo de otros.

Carlos Jordana, coach y director de Felicidad en empresas.
Carlos Jordana, coach y director de Felicidad en empresas.
Chus Marchador

El puesto de trabajo suele ser el lugar donde se pasan más horas al día y para muchas personas puede llegar a convertirse en un castigo o una tortura. Desde el colectivo de los profesionales de los Recursos Humanos y la psicología se ha empezado a fraguar una nueva figura  en el 'staff', el director o directora de Felicidad. ¿Es necesario un puesto como este? ¿Es posible ser feliz en el trabajo? ¿Y en un trabajo precario? ¿Se traduce en beneficios económicos para la empresa tener empleados contentos? 

A algunas de estas preguntas se ha tratado de responder en una de las sesiones de la clausura este lunes del Festival Mundial de la Felicidad que se ha celebrado en Zaragoza, coincidiendo con el Día Internacional de la Felicidad. Cinco suelen ser la objeciones de las compañías cuando un profesional se postula para convertirse en responsable de Felicidad o trata de implementar algún plan orientado en este sentido, según ha recopilado Carlos Jordana, consultor y coach experto en este campo.

Entre los 'peros' que ha ido escuchando en su carrera ha estado que es algo "subjetivo", que solo será una "moda", que es muy "abstracto y difícil de evaluar", que suena a demasiado "utópico", que "ya va en el sueldo" o, simplemente, que la empresa no tiene dinero.

El dinero, sí da la felicidad

Jordana, fundador de The Chief Happiness Officer y miembro del comité organizador del encuentro, no se rinde fácilmente y ha dedicado su intervención a "desmontar" esos mitos, para dar argumentos a los profesionales. Así, ha enumerado los datos estadísticos que apuntan la mejora de aspectos como el aumento del compromiso, la reducción de la rotación y el absentismo o incluso el aumento de la productividad cuando se trabaja para logar la felicidad en la empresas.

Su compañía se define como una firma orientada a ayudar a las organizaciones a promover la felicidad y el bienestar de sus empleados como mejor estrategia posible para alcanzar sus objetivos empresariales, además de impulsar procesos de cambio en organizaciones. Para empezar, aconseja "definir cuáles son los indicadores útiles para cada empresa y medir sus propios datos para ver cómo han mejorado". No todo vale.

"Hacer una dinámica de reconocimiento a la labor de un compañero, es una cosa que puede ser gratuita, eso a la empresa no le cuesta nada" 

Reconoce que "el dinero sí da la felicidad", porque "las necesidades económicas están en la base de las necesidades humanas". Las condiciones salariales son "importantes", pero asegura que a la hora de saber qué hace más felices a los empleados, siempre hay que preguntar y de "no dar nada por supuesto". 

"Muchas veces hemos reducido la felicidad a poner una mesa de 'ping-pong' o manzanas", lamenta el autor del libro 'Happyholic. La felicidad en el trabajo es cosa seria'.

En este sentido, ha planteado que las empresas no son conscientes del coste que tiene "no hacer nada" para mejorar la felicidad. Entre la lista de efectos en el empleado figura el estrés, la ansiedad, la apatía o las jornadas perdidas por bajas. Cuando se marcha un empleado de una compañía, esta "no sabe cuánto dinero le cuesta reemplazar a una persona", ha dicho, en relación al tiempo que lleva que conozca la "cultura de empresa" o el coste de la formación invertida. 

Ha insistido en que hay muchas medidas para conseguir plantillas felices que son "gratuitas". "Hacer una dinámica de reconocimiento a la labor de un compañero, es una cosa que puede ser gratuita, eso a la empresa no le cuesta nada", ha puesto como ejemplo.  

Pese a la situación de crisis como la actual, afirma que ahora es "más fácil" que las empresas se abran a este tipo de estrategias. La pandemia de covid-19 ha traído una "conciencia de reordenar nuestras prioridades".

"Misión compartida" entre empresa y trabajador

Ana Rubio, psicóloga y coach zaragozana.
Ana Rubio, psicóloga y coach zaragozana.
HA

¿De quién es responsabilidad conseguir la felicidad en las organizaciones? Ana Rubio, psicóloga y coach zaragozana en temas de bienestar y felicidad en las empresas, considera que es una "misión compartida". Así, las empresas tienen "la responsabilidad de cuidar el bienestar de sus trabajadores y equipos. Es necesario que las organizaciones detecten las necesidades de los trabajadores, midan su bienestar de manera periódica y anual e impulsen programas que den respuesta a sus necesidades físicas, emocionales, mentales y relacionales".

"En un tiempo, esta cultura será algo imprescindible dentro de las organizaciones que verdaderamente, apuesten todo por las personas"

Afirma que este puesto es un perfil "necesario" y que la cultura del Bienestar y la Felicidad debe materializarse "como un valor esencial".

A las personas escépticas les asegura que no es una moda porque "la salud en su sentido amplio es un tema recurrente en todas las esferas de la vida en los tiempos que corren". Reconoce que hay empresas que, en este momento, "no son capaces de ver esta necesidad", pero está segura de que "en un tiempo, esta cultura será algo imprescindible dentro de las organizaciones que verdaderamente, apuesten todo por las personas". De ahí que considere que solo es cuestión "de sensibilizar y de tiempo".

A la hora de apuntar las claves para la felicidad del trabajador reconoce que "van a depender de sus prioridades y valores".

Teniendo en cuenta que dependerá de la "idiosincrasia" de cada persona y yendo "más allá del dinero", considera que los "pilares" para la felicidad en el trabajo se basan primero en conseguir un puesto "ligado al talento y significativo", en el que haya un "equilibrio entre habilidades y desafíos" y tenga un "propósito". 

En el apartado de las relaciones interpersonales debe primar la "confianza", el "trabajo en equipo y la colaboración". La confianza y el reconocimiento deben regir el trato con las personas en escalafones superiores. Finalmente, en otro grupo se encontraría la mejora de la calidad de vida, con medidas dirigidas a la flexibilidad y conciliación vida personal y profesional.

Raquel Castañeda, Head of Cultura y Liderazgo de Hiberus Tecnología.
Raquel Castañeda, Head of Cultura y Liderazgo de Hiberus Tecnología.
HA

En Aragón hay algunos ejemplos de compañías que han dado pasos en esta dirección. El sector de la tecnología es uno de los que más escasez de profesionales tiene y más nivel de rotación. Para retener talento apuesta por medidas encaminadas a mejorar el bienestar de las plantillas. "En el sector TIC tenemos recursos escasos, no hay suficientes perfiles para cubrir todas las necesidades por lo que tenemos que marcar la diferencia", explica Raquel Castañeda, Head of Cultura y Liderazgo de Hiberus Tecnología.

"La felicidad en el trabajo está vinculada también a la carrera profesional que te pueda dar una empresa, el desarrollo y el sentimiento de pertenencia, además de otras iniciativas"

La tecnológica del grupo HENNEO llegó a tener hace un par de años un responsable de Felicidad, pero ahora este ha pasado a integrarse en el departamento de People y el área de Cultura y Liderazgo. "La felicidad en el trabajo está vinculada también a la carrera profesional que te pueda dar una empresa, el desarrollo y el sentimiento de pertenencia, además de otras iniciativas", apunta, de forma que se aúnan todas en el mismo equipo.

Pese a que ha venido siendo un sector con una elevada rotación, por la búsqueda de mejores condiciones laborales, Castañeda afirma que ahora la gente "se va por tema más emocional". De ahí que para captar y retener talento se trabaje en medidas para fomentar la vinculación a la empresa, mejorar la conciliación, desarrollar políticas disruptivas para ocuparse de la salud mental y física, que "antes no se tenían en cuenta", reconoce. Los profesionales quieren "proyectos innovadores" para apostar por una empresa.

A la hora de diseñar políticas en este campo afirma que "una escucha activa es fundamental" por lo que hacen "muchas encuestas de clima laboral para saber qué quiere la gente". Reconoce que con el crecimiento del grupo se va complicando porque "somos cada vez más diversos, a nivel internacional y con culturas muy diferentes". La consultora cuenta con 2.300 trabajadores, distribuidos entre la sede de Zaragoza y las delegaciones en Europa, América y recientemente en Marruecos. 

Actualmente trabajan en el diseño de "oficinas disruptivas" y la creación de una "oficina virtual", una plataforma en la que trabajen conectados los empleados que no están en una delegación.

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