economía

Cómo pasar de calefacción central a individual: "Con poner los repartidores de costes no basta"

Los profesionales recuerdan que cambiar totalmente la instalación requiere hacer también modificaciones en la sala de calderas. 

Radiador con repartidor de costes y válvula termostática.
Radiador con repartidor de costes y válvula termostática.
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Las temperaturas tan elevadas para estas fechas hacen que se vea lejos el momento del encendido de las calefacciones centrales en las comunidades de vecinos, que debería producirse en un par de semanas. Hay algunas que se plantean retrasar la fecha, además de reducir el número de horas, e incluso dejarla apagada ante el temor a las facturas que puedan llegar este invierno por la escalada del gas. Este martes esperan conocer los detalles del plan del Gobierno que incluye poder acogerse a la tarifa regulada (TUR), que hasta ahora era posible para hogares individuales, y que este invierno resulta más barata por estar 'topada' por el Ejecutivo desde hace un año. Los repartidores de costes pueden ser un elemento fundamental, pero no es el único para conseguir más eficiencia, según explican los instaladores.

Antes de que se dispararan los precios del gas y se hiciera más acuciante la necesidad de bajar las facturas, la normativa ya había impuesto la obligación de mejorar la eficiencia energética de las comunidades de vecinos. El Real Decreto 736/2020, de 4 de agosto, reguló la contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios, dando una serie de plazos para instalar medidores del consumo individual. Uno de ellos se ha cumplido este mes. Solo tenían obligación de hacer el cambio y poner sistemas para contabilizar los contadores de cada piso si tras un estudio previo resultaba posible amortizar la inversión en cuatro años. "Si no lo es podrían llevar ese informe al servicio provincial del departamento de Industria y este puede autorizar no hacer esta modificación", recuerda Luis Ángel Carbó, secretario general de Aessia, asociación aragonesa que agrupa a entidades de profesionales en materia de seguridad industrial desde proyectistas y directores de obra a instaladores, mantenedores y organismos de control.

Con los precios desbocados del gas, afirma que ahora habría comunidades que si volvieran a echar cuentas les saldría rentable la inversión en dicho plazo. "Van a amortizar en esos cuatro años con el ahorro que va a suponer individualizar el coste de cada vivienda". Considera que en la modificación de las instalaciones "nos ha pillado el toro, como siempre" ya que las empresas de medición y colocación de los contadores individuales han recibido a última hora numerosas peticiones. "Algunos tendrán que esperar hasta el final de la campaña de invierno", augura, sobre aquellas comunidades que todavía no hayan dado ningún paso, ya que considera que "con poner los repartidores de costes no basta". La adaptación de la instalación para lograr la máxima eficiencia considera que debe incluir también otros elementos como la colocación de válvulas termostáticas y la modificación de la caldera, entre otros.

1. Repartidores de costes

Se trata del primer paso en la transformación de la instalación. Estos aparatos se colocan en cada radiador de la vivienda y permiten controlar el consumo de cada piso del edificio. "Con poner un repartidor de costes per se no se ahorra, solo te da información de los consumos de cada piso", coincide Manuel Bernal, desde la empresa instaladora y de mantenimiento Innotec, usuaria de la plataforma para trámites electrónicos de Aessia.

2. Válvulas termostáticas

Los instaladores consideran necesario que a los repartidores de costes o contadores les acompañe la colocación también de válvulas termostáticas. En cada radiador se pone una para regular el funcionamiento ya que permite encenderlo, apagarlo, bajar la temperatura, etc. Se pueden colocar en cinco posiciones de menos a más calor. "Aquí se introduce un factor de regulación a los vecinos", destaca Bernal. Desde Aessia se advierte que empieza a haber problemas de abastecimiento, ante el aumento de la demanda, aunque la considera inferior a lo previsto. "No hay suficientes válvulas termostáticas", apunta Carbó, una situación provocada en parte por los problemas mundiales en la cadena de suministro ya que la mayoría de ellas se fabrican en China.

3. Caldera de caudal variable

Ambos técnicos consideran necesario adaptar también la caldera del edificio para conseguir una mayor eficiencia porque las instalaciones de calefacción central están proyectadas para un sistema de caudal fijo, con una bomba que impulsa siempre la misma cantidad de agua, desde abajo al último piso y pasa por todos los radiadores. "Ahora el caudal no va a ser el que estaba proyectado porque va a haber radiadores que van a estar cerrados", pone como ejemplo Carbó. De ahí que aconsejen el cambio por bombas de caudal variable. El experto cree que "no hacemos nada si equipamos las viviendas y no la sala de calderas". Este último paso apunta que se estaría dando en muy pocas comunidades. "Solamente una veintena de edificios han comunicado a Industria una reforma de la instalación, que puede ser de este tipo o porque se haya roto la caldera", indica Carbó, según los datos recopilados de la DGA. 

4. Desfangador

Un último elemento, este ya para instalaciones de nota consistiría en colocar un "desfangador". Se trata de una especie de filtro que mantiene limpia el agua del circuito de calefacción, que puede terminar arrastrando residuos de hierro de las tuberías. Estos aparatos se sitúan en la sala de calderas del edificio. "No es obligatorio, pero muy recomendable", precisa Carbó. 

"Si no se hacen los tres primeros pasos vamos a tener menos eficiencia energética, la factura no va a ser tan baja", advierte. Eso sí, cuantas más obras se lleven a cabo más se elevará la factura de la obra, que dependerá del número de vecinos a la hora de repartir la parte de gastos generales. "Solamente la parte de vivienda, con repartidores de costes y válvulas termostáticas puede estar entre 1.500 y 2.000 euros", calcula Carbó, aunque reconoce que depende de muchos factores. A ello habría que sumar las modificaciones en la sala de calderas. Existe también la posibilidad de alquilar el repartidor de costes.

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