economía

Hipoteca a tipo fijo o variable: ¿conviene cambiar ahora que sube el euríbor?

Quienes han tenido que revisar los intereses en abril ya han notado que la cuota mensual se ha encarecido. Los expertos aconsejan prudencia antes de tomar una decisión.

Viviendas de protección oficial en Arcosur de Zaragoza
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Oliver Duch

Las personas que en su día contrataron una hipoteca con un tipo de interés variable han empezado a notar a medida que les toca la revisión anual o semestral que la cuota sube. El euríbor, la referencia utilizada en este tipo de préstamos llevaba siendo negativo los últimos seis años, pero ha empezado a recuperarse. De momento, sigue por debajo de cero, en el 0,013% en abril, al que hay que sumar el porcentaje negociado con cada banco como diferencial. Muchos hipotecados se preguntan si se equivocaron en su decisión y si ahora es el momento de pasar a contratar un tipo fijo. Antes de dar el paso es necesario tener en cuenta varios factores.

"Si alguien me pidiese consejo el primero sería no precipitarse", explica Francisco Gracia, delegado en Aragón de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf). "Desde que están subiendo los tipos de interés variable las ofertas de hipotecas a tipo fijo están subiendo. Los bancos están absorbiendo la incertidumbre", advierte a los hipotecados que se plantean ahora cambiar de una hipoteca variable a una fija para protegerse de la tendencia al alza del euríbor. Según los datos del Banco de España habrían dejado de bajar los tipos fijos. "Tras la tendencia descendente de los años 2019 y 2020 se aprecia una cierta estabilización de los tipos durante el año 2021 y comienzo de 2022", apuntan desde el Portal del Cliente Bancario. La media de marzo se situó en el 2,34% de interés fijo. El tipo medio en las hipotecas variables fue de un 2,09% en febrero, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

 El asesor fiscal añade que los costes de hacer este cambio pueden ser elevados. "Normalmente, las hipotecas de tipo fijo tienen comisiones más altas a la hora de cancelarlas que las variables porque si no te harías una a tipo fijo y cuando los tipos bajaran la cancelarías", señala. 

En la necesidad de esperar coinciden desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). "Dada la actual incertidumbre es difícil saber cuánto pueden subir los tipos de interés y durante cuánto tiempo. Creo que no es momento para tomar decisiones. Es mejor tomárselo con calma y esperar a que se resuelva el conflicto y se estabilice la situación", apunta Alejandro Marín, delegado de la asociación en Zaragoza. Solo en un escenario muy negativo, con una subida por encima del 4%, la opción del tipo fijo supondría un ahorro, según la comparativa hecha por la asociación a finales del año pasado, previa a la invasión rusa de Ucrania. En el estudio se parte de una hipoteca media de 100.000 euros y un plazo de 15 años.

"Cubrirse las espaldas"

Desde la Unión de Consumidores de Aragón, Ucaragón, creen que nunca debieron llegar los intereses variables a un bien como la vivienda. "Si juegas a tipo variable, en realidad estás apostando", advierte José Ángel Oliván, presidente de la organización. El euríbor considera que "no se adapta al consumo de las familias, que tienen que saber cuánto les va a costar su casa". De ahí que defienda los tipos fijos en los que "los bancos son los que tienen que jugársela estableciendo un tipo de interés con el que unos ganan y otros pierden", aunque sean un poco más altos para "cubrirse las espaldas".

Marín reconoce que "el miedo a las subidas de tipos es alto, y eso unido al mensaje que se está remitiendo por las entidades financieras, hace que algunos consumidores se planteen si merece la pena cambiar nuestra hipoteca ligada al euríbor a tipos fijos". Pese a ello, aunque "sobre el papel" haya razones para hacer el cambio "la rentabilidad de esta operación puede limitar su utilidad en el corto plazo, a uno o dos años vista·". En la línea del asesor fiscal, cree que los gastos asociados a la operación de subrogación o novación que habría que hacer "podrían incluso neutralizar el efecto".

La clave para Gracia no es que sea una hipoteca a tipo fijo o variable, sino que sea "buena". Esto es, que en su momento se contrate con un interés "lo más bajo posible". De ahí que el cambio a un tipo fijo suponga "meterte en una apuesta al fijo poco reversible", por los mayores costes de cancelación.  

Oliván denuncia que los bancos "nos llevaron a los tipos de interés variable porque les interesaba". Así, "si te ofrecen un interés variable a un 4% y un fijo al 6%, ¿qué haces?, pues coges el variable", pone como ejemplo de la época justo anterior a la crisis inmobiliaria, cuando se extendieron los préstamos referenciados al euríbor que llegaron a ser más del 80% del mercado. En la última década ese porcentaje casi se ha dado la vuelta entre las nuevas hipotecas, en las que el 70% se firma a tipo fijo.

Marín insiste en pensar bien antes de actuar. "En una operación a tan largo plazo como una hipoteca, con vencimientos a 20 años o más es mejor ser prudente y no precipitarse", aconseja. "No podemos tomar decisiones a corto plazo en función de una situación extraordinaria y probablemente temporal como es la invasión de Ucrania y el descontrol de la inflación que está provocando", añade, en referencia a los incrementos del Índice de Precios al Consumo (IPC), que han llegado al 10% aunque se han moderado en abril. Pese a ello, aconseja a quien tenga un préstamo variable "contar con un margen de ahorro o ingresos suficientes para afrontar las posibles subidas de las cuotas".

El asesor fiscal añade otro consejo para reducir intereses de forma indirecta, siempre que el hipotecado tenga un colchón de ahorro. "A la persona que le suba mucho la hipoteca puede amortizar anticipadamente y quitarse hipoteca, que en la práctica supondría reducir intereses", plantea. Una decisión, la de destinar más dinero al pago de la hipoteca, que habría que hacer "antes de que suban más los tipos de interés". Por esta vía se conseguiría aumentar la desgravación en la declaración de la renta, si la vivienda se compró antes de 2013, con los límites fijados cada año de 9.040 euros por contribuyente.

En cuanto a las previsiones sobre la evolución del euríbor, Marín cree que las proyecciones que manejan internamente los bancos "no deben ser de fuertes subidas de tipos a largo plazo, ya que esto les supondría grandes pérdidas en el caso de una cartera grande de hipotecas fijas a tipos bajos, como los que ofrecen ahora". Organismos como la Reserva Federal estadounidense han dado el paso de subir tipos para controlar la inflación, pero no grandes incrementos a largo plazo.

"No podemos saber lo que va a ocurrir en un plazo tan largo", añade Oliván, en referencia al periodo que se tarda en pagar una hipoteca, por ello defiende el tipo fijo y aumentar la información antes de la firma del préstamo. "Acometer la compra de un piso y la hipoteca asociada son los dos contratos más importantes que se hacen en la vida de una familia y no se pueden hacer sin asesoramiento independiente", recalca.

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