economía

Las quiebras de empresas se duplican en Aragón y aumenta el riesgo de 'persianazos'

El desgaste provocado por más de un año de restricciones y crisis por la pandemia de covid pasa factura, sobre todo, a las pequeñas.

El juicio se celebró en la Ciudad de la Justicia
Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Aránzazu Navarro

La crisis económica que ha llegado tras la sanitaria ha empezado a cobrarse víctimas con el avance de los concursos de acreedores. Entre las empresas aragonesas que no han podido aguantar más de un año los efectos de la pandemia de covid-19 hay algunas de sectores como la construcción, que no se había terminado de recuperar de la crisis inmobiliaria de 2008, y del comercio y la hostelería, los más afectados ahora por las restricciones para combatir los contagios de coronavirus. El goteo de cierres se espera que continúe cuando comience la recuperación. 

En lo que va de año han llegado a los juzgados aragoneses 72 concursos de acreedores, un alza del 132% respecto al mismo periodo de 2020, según los datos hasta abril del Estudio sobre Concursos y Disoluciones realizado por Informa D&B, filial de Cesce, especializada en información de empresas. Esto supone que los datos de quiebras empresariales se duplican, aunque los autores del estudio matizan que "el pasado año fueron excepcionalmente bajos", ya que marzo y abril de 2020 ser vieron afectados por el primer confinamiento y la paralización de la economía. Se han disuelto 342 sociedades, un 10% menos.

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En España, se han registrado 2.114 concursos y 11.363 disoluciones en los cuatro primeros meses del año, lo que supone un alza del 72% y del 15%, respectivamente. Por comunidades, Madrid, Cataluña y Valencia concentran el mayor número de compañías que recurren a la ley concursal. El 29% del total de concursos corresponden a las 617 empresas catalanas en dificultades. Le siguen Madrid (381) y Valencia (292).

Un 25% más de concursos en 2021

En Aragón se prevé un incremento del 25% de las crisis empresariales este año, frente al 30% en España, según Solunion, compañía de seguros de crédito. El aumento de las quiebras, como consecuencia de las secuelas de la pandemia, se prolongará a corto plazo. "Es muy probable que las insolvencias crezcan de manera continuada durante los próximos tres años", apunta Enrique Cuadra, director corporativo de Riesgos de Solunion. 

En una crisis "se suele repetir que cuando vemos que remonta la actividad económica y se va publicando crecimiento trimestral positivo, a su vez, empiezan a subir las insolvencias de empresas que están en situación débil y que cuando todo empieza a remontar, para las rezagadas es muy difícil competir", explica.

En un escenario "razonable", considera que España puede volver a tener la actividad anterior a la pandemia "en el segundo trimestre de 2023". En el caso de Aragón, se estaría comportando mejor que la media. Los sectores más afectados están siendo los servicios, "lo que está tocado en todas partes: turismo, ocio o restauración y el comercio, como en todo el país.

"Las pequeñas empresas muchas veces sin pasar por el proceso de concurso voluntario, bajan la persiana y ya está"

Los expertos advierten que la estadística de concursos registra solo una parte de los cierres. "Las pequeñas empresas muchas veces sin pasar por el proceso de concurso voluntario, bajan la persiana y ya está", apunta Cuadra.

En ello coincide Carlos Terreu, tesorero del Colegio de Economistas de Aragón y miembro del Refor (Registro de economistas forenses), convencido de que en esta crisis "será un fenómeno bastante habitual" si no se ha empezado a producir ya. "Ves muchos locales en los que se busca nuevo inquilino", pone como ejemplo.

Todo ello, pese a que se ha prolongado hasta el 31 de diciembre la moratoria de concursos de acreedores vigente hasta marzo. "No existe la obligación de presentar concurso hasta el 31 de diciembre", explica el experto concursal. Si solicita el concurso un acreedor, el llamado 'necesario', "no se tramita y se da preferencia al voluntario antes del 31 diciembre". Terreu reconoce que "sin moratoria hubiese habido más concursos".

Destaca que los que aumentan son los de persona física, en busca del beneficio de la segunda oportunidad para el 'perdón' de las deudas que arrastran muchos particulares sobreendeudados o con negocios fallidos. "Es gente que ya estaba en crisis. Les da igual la moratoria porque lo que quieren es resolver ya su problema de exoneración del pasivo", señala.

La facturación media de las empresas aragonesas en concurso de acreedores rondaba el millón de euros hasta abril. En España, el 78% de los concursos los solicitaron microempresas (420) y el 20% fueron pequeñas, según Informa D&B. Solo dos grandes empresas iniciaron proceso concursal el mes pasado.

Desde Solunion, Cuadra reconoce que "medidas como los créditos ICO y los ERTES han sido esenciales en 2020 y continúan teniendo un efecto positivo". Por ello, su eliminación o modificación considera que "repercutirá de manera directa en el incremento de las insolvencias". En el caso de los ERTE, el Ministerio de Trabajo ha planteado que se prorroguen hasta el 30 de septiembre, ya que la última renovación solo llegaba hasta este mes. Para muchas empresas han sido la clave para "que hayan podido sobrevivir".

"En general, en los perfiles que estamos viendo la mayoría son empresas que ya entraron con algún problema", indica, sobre las concursadas.

De momento, Terreu cree que muchas sociedades, aunque atraviesen una mala situación, todavía mantienen la esperanza y "aguantan a ver si se abre definitivamente todo y se vuelve a recuperar la actividad". En el caso de la hostelería, uno de los sectores que más ha recurrido a los ERTE, los negocios "van a tener que continuar para evitar que les reclamen la prestación", en relación a las cantidades que han dejado de abonar en forma de cotizaciones sociales. "En hostelería todo el que puede, aguanta", asegura.

"Si se recupera actividad en el sector servicios habrá ilusión por aguantar"

Hay compañías del sector de la construcción y auxiliares que se están viendo afectadas por la crisis. "Ya era un sector que trabajaba con unos márgenes muy ajustados y si encima ahora alguien no le paga o retrasa el pago se genera un efecto dominó", alerta.

En la media nacional, Informa D&B destaca que el empeoramiento de la situación de las compañías hace que cada vez sean más las empresas que presentan al mismo tiempo el concurso y la extinción. En abril del año pasado lo hacía un 44% y este llega al 64%. Desde que se aprobara la ley concursal, hace casi dos décadas, casi todas las compañías que han iniciado este proceso judicial acababan liquidando y cerrando, en contra del objetivo de la norma, con la que se buscaba dar una segunda oportunidad a las empresas en crisis. Los expertos coinciden en que en la mayoría de casos se debe a que recurren a este instrumento legal demasiado tarde.

Los sectores más afectados por la pandemia seguirán siendo los que más insolvencias sufran a nivel nacional como son servicios y comercio minorista, destacan desde Solunion. Y las comunidades más grandes, las que continuarán sumando quiebras. En Cataluña se espera que aumenten este año un 37% y en Madrid, un 31%.

Entre los factores positivos que pueden mejorar estas previsiones, Cuadra apunta a que lleguen más rápido los fondos europeos, "se aceleren las campañas de vacunación que van a dar más confianza a los consumidores y se produzca un relanzamiento de las exportaciones".

"Al final queda esa esperanza de que haya un rebote a la recuperación grande, cuando ya esté vacunada la mayoría de la población y la llegada del verano. Si se recupera actividad en el sector servicios habrá ilusión por aguantar", augura Terreu.

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