economía

"A las peluquerías nos ha bajado el trabajo a la mitad. Si ahora estamos así, cómo estaremos en septiembre"

El sector pide una rebaja del IVA del 21% al 8% y reivindica su carácter esencial. Tras el 'boom' de actividad después del confinamiento ahora trabajan "a medio gas".

Marta Molí, peluquera de Parque Goya.
Marta Molí, peluquera de Parque Goya.
Heraldo.es

Marta Molí tiene 40 años y lleva más de la mitad de ellos trabajando de peluquera. Hace dos se decidió a emprender y montó su propio salón en Zaragoza. "Cogí un traspaso con la capitalización del paro", recuerda desde su peluquería situada en Parque Goya. Tiene años de experiencia pero nunca había vivido una crisis como esta provocada por la pandemia de covid-19.

Primero fue el parón durante el estado de alarma. Luego llegó la avalancha de llamadas tras el confinamiento. Y ahora, un nuevo bajón. "Al principio teníamos listas de espera de 20 y 30 personas y hacíamos 10 y 12 horas para poder atenderlas lo antes posible. Nos ocuparon el mes de mayo", explica. Pero ya no queda nada de esos días. "Estamos trabajando a medio gas", confiesa. Tiene una empleada a media jornada para la que pidió un expediente de regulación temporal (ERTE).

Menos clientas por seguridad

Y entonces, tampoco consiguieron compensar lo dejado de ingresar porque con las restricciones sanitarias podían atender a la mitad de clientas. De cinco tocadores solo podía trabajar con dos. "En una peluquería normal no hay dos metros de distancia entre un tocador y otro. Ya no he vuelto al aforo anterior y ahora que hemos vuelto a la fase 2 me temo que va a ser todo el invierno así". Y a ello suma los gastos en medidas de protección como material desechable, mascarillas y geles.

"No me des ayudas, déjame trabajar y quítame impuestos", pide a la Administración

Ahora ha pasado de tener 12 clientas diarias a seis o siete y los sábados de ocho o diez a solo dos o tres. "Nos ha bajado el trabajo a la mitad", calcula en línea con los datos de las patronales del sector, pero ve más problema en que se vuelva a trabajar con aforos. "Si en julio estamos así no me quiero imaginar cómo estaremos en septiembre y octubre", lamenta. Han perdido las bodas y comuniones de mayo y junio y se han reducido las salidas por ocio.

Septiembre es otro mes de trabajo por la vuelta al cole, pero este año no está claro cómo será ni tampoco si habrá fiestas del Pilar en octubre. "De ser malos meses julio, agosto y noviembre vamos a pasar a que desde julio no levantemos cabeza hasta diciembre. Eso si hay Navidad. Seis meses de parón absoluto". Y prefiere no seguir sumando en 2021.

"No me des ayudas, déjame trabajar y quítame impuestos", pide a la Administración. "Yo lo que quiero es abrir la peluquería y venir a trabajar". Hace unos días se sumó a una plataforma en internet creada recientemente, 'Creer en nosotros', que pide la bajada del IVA al 8% para su actividad, una reivindicación del sector los últimos años. Plantean un paro el próximo 20 de octubre como medida de presión. Ahora pagan el tipo más alto desde que se subiera en la anterior crisis en 2012 como medida temporal. "Hacemos lo básico, tintes y cortes. Lo de necesidad. Pero estamos pagando como artículo de lujo. Si somos de primera necesidad por qué pagamos el 21% de IVA", plantea. La plataforma suma 1.300 seguidores de toda España en Facebook y quiere movilizar a más profesionales, en un sector formado por más de 80.000 en todo el país.

3.000 peluquerías en la provincia de Zaragoza

"En nuestro sector hay mucha gente que ha ido sacando poco a poco a los trabajadores de los ERTE, pero a la vuelta en septiembre, veremos. Ya no cobraremos la prestación por cese de actividad y empezaremos a pagar autónomos. Entre septiembre y octubre va a haber un declive en la economía en general", teme Raquel Alastuey, presidenta de la Asociación de Profesionales de Peluquería de Zaragoza. Pide que en un momento de crisis como este se acerque más gente a las asociaciones que es "donde está la fuerza" para conseguir cambios. En Zaragoza provincia hay unas 3.000 peluquerías, alrededor de la mitad en la capital.

Coincide con la necesidad de rebajar el IVA, una petición de hace años, para "aliviar" al sector, formado en su mayoría por autónomas solas o con entre 1 y 5 empleados. "Estamos con una economía de supervivencia", asegura, desde su centro Rachel Estilistas. "Estamos temblando de que con estas nuevas medidas que se han adoptado en la Unión Europea nos suban el IVA. Va a ser la puntilla", teme sobre el rescate comunitario a la economía y sus contraprestaciones. La también peluquera autónoma pide al Gobierno que "antes de que el barco se hunda ayude a reflotarlo", no cuando las empresas estén en concurso de acreedores.

La asociación nacional de perfumería y cosmética (Stanpa) calculó en un estudio tras el confinamiento que ya antes del coronavirus un 30% de los establecimientos contaba con una rentabilidad muy precaria, con ingresos de subsistencia. Tras el parón de dos meses veía riesgo de cierre en al menos el 30% de los salones de peluquería, es decir, unos 15.000 establecimientos en España.

"Los ERTES han sido una medida de lo mejor que se ha podido hacer. Se salvarán muchas empresas que hubieran tenido que cerrar por obligación" 

Desde el sector se intenta también ver la luz al final del tunel y se defiende la necesidad de que sigue siendo un servicio de primera necesidad. "Los ERTES han sido una medida de lo mejor que se ha podido hacer. Se salvarán muchas empresas que hubieran tenido que cerrar por obligación", reconoce Luis Romero, fundador de la cadena que lleva su apellido y de los centros de formación Pivot Point. Además de coincidir en la necesidad de rebajar el IVA añade que "es necesario que los ERTE se prolonguen mientras dure la pandemia".

Destaca que el colectivo "ha dado un servicio asumiendo mucha responsabilidad" con "medidas de seguridad extremas hasta en las peluquerías más recónditas". Confía en que "la peluquería se mantendrá porque creamos ilusión en la gente. Es necesaria porque en momentos duros la estética te devuelve las ganas de vivir". Pese a la bajada de actividad, afirma que se ha mantenido la clienta fija "que tiene esa necesidad de verse bien aunque sea para estar con los suyos", tras recortarse el ocio.

"Somos necesarios. La gente necesita psicológicamente estar arreglada y cuidarse", añade Javier Mesones, desde el grupo Passaró. Coincide en que el sector trabaja ahora "la mitad que hace un año porque realmente el público tiene miedo" pero prefiere ser optimista. "Pienso que a nada que las cosas vayan bien la peluquería es necesaria". 

Reconoce que "el IVA nos ha destrozado porque somos básicamente recaudadores" y ve "fundamental" que se reduzca al 8%. Después de que los ERTE se terminen teme que no se haya recuperado suficiente trabajo pero confía en que "a la larga saldremos adelante". En la cadena zaragozana ya han potenciado otras actividades como la venta de productos, un outlet y el servicio a domicilio para responder a los cambios de hábitos de los clientes.

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