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Huesca-Mirandés: segundo intento en El Alcoraz con la primera victoria aún pendiente
Tras el agitado cierre de mercado, los azulgranas quieren resarcirse de su mal estreno como locales y confirmar la mejoría experimentada en el 0-0 con el Racing.
El mercado se cerró y la liga continúa. Tras una semana en la que gran parte de la atención ha estado puesta en los últimos movimientos posibles de cara a terminar de configurar la plantilla, la SD Huesca recibe este domingo al Mirandés a partir de la 21.00 en la que será la cuarta jornada de Segunda División. Los objetivos para los azulgranas en el choque están muy claros, conseguir la primera victoria del curso, resultado que aún se resiste después de dos empates y una derrota, y mejorar con creces la imagen mostrada ante su afición en su primera y pobre actuación como locales, un 0-2 con el Tenerife en el que a la conclusión hubo cánticos de "directiva, dimisión".
El primer paso para dejar atrás el mal trago vivido con los canarios se dio hace menos de una semana, el lunes en Santander. Frente al Racing se dejó de lado el sistema con tres centrales que se había usado desde la pretemporada para recuperar un 4-4-2 que junto a la inclusión de Javi Martínez, de vuelta tras alcanzarse un nuevo acuerdo para su cesión con Osasuna, dotó al equipo de más empaque y consistencia. Especialmente en la medular. El pero fue la escasa presencia ofensiva, una rémora nada nueva que condenó al 0-0.
Cabe pensar que ahora, Cuco Ziganda, a la vista de las buenas sensaciones que dejó el choque en El Sardinero, repetirá fórmula. El técnico ha querido en los últimos días focalizar al equipo en el partido. Ya en Santander afirmó que no esperaba salidas -como así ha sucedido- y después ha hablado personalmente con alguno de los jugadores susceptibles de hacer las maletas. Quería a los suyos centrados en un encuentro en el que los tres puntos han de ser útiles para abandonar la zona de descenso, situación todavía anecdótica, pero que conviene evitar para esquivar posibles nerviosismos.
El técnico navarro, nada partidario de que el mercado siguiese abierto con la liga comenzada, ya conoce las piezas con las que va a contar para conseguir una nueva salvación, los bueyes con los que hay que arar. Ello no implica que todos vayan a estar disponibles en El Alcoraz. Con respecto a la exigua convocatoria para Santander -en la que solo tuvo 19 jugadores- se puede agregar a Rafa Tresaco, al fin inscrito y promocionado al primer equipo, y a Hugo Vallejo. El extremo procedente del Valladolid es el único refuerzo de los tres firmados el viernes llegado a tiempo y de hecho acumula dos entrenamientos con el equipo.
Jovanny Bolívar, anunciado poco antes del cierre del mercado, y Javi Mier, cuya llegada fue oficial ayer, estaban el viernes convocados con sus ahora exequipos. El ariete venezolano se sentó en el banquillo del Albacete en su victoria con el Valladolid (2-0) y el medio asturiano se desplazó con el Oviedo a Valencia con el fin de medirse al Levante para finalmente rescindir su contrato. En la grada de El Alcoraz se espera a Kento Hashimoto, que ayer emprendió el viaje a España una vez resueltas las trabas burocráticas que durante un mes le han retenido en Japón.
El efecto de las caras nuevas es previsible que se comience a hacer notar la semana que viene, en la que el Huesca visitará el sábado al Leganés (21.00). Antes, en el Mirandés se va a encontrar a un rival muy renovado, pero que mantiene sus señas de identidad con la apuesta por la juventud como rasgo característico. Ha hecho veinte fichajes para poner en manos del italiano Alessio Lisci un grupo en el que nadie pasa de los 25 años y que incluye al caspolino Álvaro Sanz y a un ex, el centrocampista de Alloza, Pablo Tomeo. Se estrenó con un goleada al Alcorcón (4-0) y después ha caído con el Sporting (3-0) y el Espanyol (0-1).
