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El presidente del Huesca considera que “el arbitraje español necesita una reflexión”
Manolo Torres pide "coherencia en la toma de decisiones", tiende la mano y rebaja la tensión para "zanjar polémicas".
El malestar por el penalti señalado por Gorostegui Fernández a Jérémy Blasco en el 2-1 del sábado en Leganés sigue ahí, pero con tres partidos aún por disputarse y con la salvación todavía sin cerrar, la SD Huesca, considera que lo fundamental ahora es centrarse en los siguientes compromisos y, en particular, en la visita de la Ponferradina del próximo domingo (18.30). Para rebajar la tensión y analizar la situación, su presidente, Manolo Torres, realizó este martes una comparecencia con la que quiso "zanjar la polémica" sin dejar de mostrar su disconformidad con lo vivido en Butarque y afirmando que "el arbitraje español necesita una reflexión".
"Hay que realizar una reflexión crítica, moderada y al margen de los vaivenes de la competición, porque sino al final todos los fines de semana tendríamos a un club saliendo a exponer sus agravios", comentó. "Somos conscientes de los esfuerzos ímprobos del Comité Técnico de Árbitros (CTA) para dar soluciones, pero al final a pesar de ello no dejamos de vivir situaciones que nos desubican", fue al mismo tiempo conciliador y crítico con el estamento arbitral tendiendo también la mano del club "para tratar de mejorar la competición y el modelo de arbitraje y de su propia gestión". "El nivel arbitral es muy bueno, el VAR ha permitido que haya menos injusticias, pero hay cosas que faltan", analizó.
El encuentro que el Huesca quiere tener con Luis Medina Cantalejo, el presidente del CTA, se aplaza en todo caso hasta el final de la competición y también han quedado en el aire otras acciones. Ello no quita para que en el seno de la entidad oscense se tengan "analizadas las pautas arbitrales de la temporada" y para que se vaya a realizar una lista con aciertos y fallos.
Torres ve ajustada la descripción que hizo Ziganda del desenlace del partido de Leganés calificándolo de "capea". "El VAR detecta un error manifiesto y claro, que es para lo que está, avisa al árbitro y en una situación en la que en el 98% de los casos se cambia la decisión, no lo hizo", comentó sobre la pena máxima a Blasco, señalada por mano en el minuto 86 en una acción en la que el balón golpeó al central cuando estaba de espaldas, saltando y con el brazo en posición natural. "Es evidente que el árbitro se equivocó", fue claro. Más allá de eso, al presidente tampoco le gustó que hubiese "jugadores animando al público para que se pitara el penalti", "que la decisión a adoptar se convirtiese en una situación casi asamblearia" o que "los recogepelotas escondiesen el balón en los últimos minutos".
Una de las propuestas que plantea es "escuchar las comunicaciones del pinganillo". "A lo mejor es bueno que los que están en la grada sepan de qué están hablando los árbitros y cuáles son sus razones como sucede en el fútbol americano o en la MLS", expuso. "Todo va hacia una mayor transparencia en la toma de decisiones", agregó.
En el hecho de ser el equipo con más penaltis en contra -once- no quiso entrar, aunque sí apuntó que "somos conscientes de la competición en la que nos movemos y de que siempre es más fácil que se den menos errores cuando estás arriba". Al respecto, una petición generalizada es que haya uniformidad en las decisiones arbitrales. Torres lo ve "muy difícil, porque cada árbitro tiene su criterio", pero sí pide "coherencia". "Hay inseguridad sobre cuál va a ser el comportamiento en la resolución de algunas acciones", subrayó.
El presidente anima a la afición a que acuda al encuentro contra la Ponferradina "para llenar El Alcoraz y ayudar a que los jugadores hagan un esfuerzo extra". "Hay que acabar la temporada de la mejor manera posible pensando también en la próxima", arengó.
