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El Huesca quiere reflexión con el arbitraje

El presidente Manolo Torres realizará el martes una comparecencia pública para expresar la postura del club tras la polémica avivada en la derrota del sábado en Leganés.

La SD Huesca quiere ser escuchada y que se reflexione sobre la labor arbitral. Tras las ampollas que levantó la actuación del colegiado Aitor Gorostegui Fernández en la derrota del sábado por 2-1 con el Leganés, especialmente en el decisivo penalti señalado a Blasco, la comisión ejecutiva del club, formada por los consejeros Alberto Larraz, Sergio Gracia y Fernando Callizo, se reunió este lunes para analizar la situación y las acciones que se van a llevar a cabo. En el plano más formal, pasan por la petición de una reunión con el presidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Medina Cantalejo. El encuentro no tendría por qué ser inmediato. De hecho, es probable que se posponga para el final de la temporada. Lo que sí se realizará hoy es una comparecencia del presidente del club, Manolo Torres, ante los medios de comunicación con la intención de exponer el enfado existente. Especialmente molesta la disparidad de criterios en acciones como los penaltis y más concretamente las manos. Igualmente, del arbitraje de Gorostegui Fernández en Butarque tampoco gustó la cantidad de faltas señaladas en la segunda parte impidiendo que el juego tuviese continuidad y cómo se gestionaron los minutos de prolongación. Fueron diez, se contaron desde el 90 y no desde el 94 cuando se anunciaron una vez que Qasmi hubiese marcado para el Leganés de penalti y posteriormente solo se comunicó que se añadían otros dos. La pena máxima se había señalado en el minuto 86 cuando el marcador reflejaba un 1-1 con aroma a definitivo. El protagonista, con permiso del árbitro, fue Blasco después de que Sergio González cabecease un centro de Raba en el saque de una falta. El balón golpeó en el central, empujado, que se encontraba de espaldas, con el brazo en posición natural y en pleno salto. Desde el VAR se le indicó a Gorostegui Fernández que revisase en vídeo la acción, empleó en ello siete minutos y acabó por reafirmarse en su decisión inicial. El penalti se añadió así al que también había sido pitado cinco días antes en Málaga a Tomeo de forma discutible. Ya a la finalización del choque mostraron su disconformidad Ziganda, que fue expulsado, y el capitán Jorge Pulido. A ellos, este lunes se les unió Marc Mateu. El mensaje es coincidente, la falta de consenso en el criterio arbitral. Al vestuario, le va a seguir en las reclamaciones la dirección del club, poco dada a realizar protestas en este tipo de situaciones.
Gorostegui Fernández indica que va a revisar el penalti que señaló a Blasco en Leganés.
Sergio Reyes/LOF

La SD Huesca quiere ser escuchada y que se reflexione sobre la labor arbitral. Tras las ampollas que levantó la actuación del colegiado Aitor Gorostegui Fernández en la derrota del sábado por 2-1 con el Leganés, especialmente en el decisivo penalti señalado a Blasco, la comisión ejecutiva del club, formada por los consejeros Alberto Larraz, Sergio Gracia y Fernando Callizo, se reunió este lunes para analizar la situación y las acciones que se van a llevar a cabo. En el plano más formal, se valora la petición de una reunión con el presidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Medina Cantalejo. El encuentro no tendría que ser inmediato. De hecho, es probable que se posponga para el final de la temporada. Lo que sí se realizará el martes es una comparecencia del presidente del club, Manolo Torres, ante los medios de comunicación con la intención de exponer el enfado existente.

Especialmente molesta la disparidad de criterios en acciones como los penaltis y más concretamente las manos. Igualmente, del arbitraje de Gorostegui Fernández en Butarque tampoco gustó la cantidad de faltas señaladas en la segunda parte impidiendo que el juego tuviese continuidad y cómo se gestionaron los minutos de prolongación. Fueron diez, se contaron desde el 90 y no desde el 94 cuando se anunciaron una vez que Qasmi hubiese marcado para el Leganés de penalti y posteriormente solo se comunicó que se añadían otros dos.

La pena máxima se había señalado en el minuto 86 cuando el marcador reflejaba un 1-1 con aroma a definitivo. El protagonista, con permiso del árbitro, fue Blasco después de que Sergio González cabecease un centro de Raba en el saque de una falta. El balón golpeó en el central, empujado, que se encontraba de espaldas, con el brazo en posición natural y en pleno salto. Desde el VAR se le indicó a Gorostegui Fernández que revisase en vídeo la acción, empleó en ello siete minutos y acabó por reafirmarse en su decisión inicial. El penalti se añadió así al que también había sido pitado cinco días antes en Málaga a Tomeo de forma discutible.

Ya a la finalización del choque mostraron su disconformidad Ziganda, que fue expulsado, y el capitán Jorge Pulido. A ellos, este lunes se les unió Marc Mateu. El mensaje es coincidente, la falta de consenso en el criterio arbitral

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