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El objetivo del Huesca en el tramo final, no bajar los brazos
Como en la temporada pasada, los azulgranas llegan a las últimas seis jornadas con poco alicientes, pero con la intención de no repetir el mal final de entonces.
Alcanzar el ‘play off’ sería una gesta y verse agobiado por atar la permanencia un descalabro. La derrota del domingo en Andorra (1-0) terminó por atar a la SD Huesca a la zona templada, la misma en la que lleva varada gran parte de la temporada. Con 46 puntos sumados y situada en la 12ª posición, observa la promoción de ascenso a nueve de distancia y con respecto al descenso goza de un colchón de diez cuando quedan seis jornadas por disputarse. Es decir, con 18 puntos aún por entrar en juego puede costar encontrar alicientes. La situación tiene paralelismos con la de la temporada pasada y por ello, atendiendo al mal desenlace de entonces, el mensaje que se transmite desde el club es claro. En lo restante hay que mantener la tensión competitiva, no se pueden bajar los brazos.
Esas fueron las palabras que empleó Jorge Pulido para expresarlo tras el cruce en el Principado y en la misma dirección se movió también el discurso del entrenador. Ziganda, como siempre ha hecho desde el principio, recordó que aún no se han alcanzado los 50 puntos, la meta mínima marcada para el ejercicio y que por lo mismo no quiere "despistes ni tonterías".
Los azulgranas reciben el próximo lunes al Tenerife (21.00). Después visitarán de forma consecutiva al Málaga y al Leganés, y más adelante recibirán a la Ponferradina y se desplazarán a Lugo antes de echar el cierre a la campaña en ElAlcoraz con el Eibar. Tienen seis oportunidades para al menos sumar cuatro puntos más y con la obligación impuesta desde el club de quedar lo más arriba posible.
No es un tema baladí y por ello ya en su momento se establecieron primas para incentivar la pelea hasta el final. En función del puesto en el que se acabe se obtiene una recompensa u otra en cuanto a los derechos de televisión y en el momento de ajuste del cinturón por el que pasan las arcas oscenses cada euro cuenta. La diferencia, por ejemplo, entre acabar séptimo, lugar que ocupa el Cartagena con siete puntos más, o 12º es de 660.000 euros. Implica pasar de 1.260.000 euros a 600.000.
Hace un año, el Huesca era noveno con 49 puntos, ocho por debajo del ‘play off’ y quince por encima del descenso. Justo acababa de empatar a uno con el Real Zaragoza en El Alcoraz, un marcador tras el que Xisco Muñoz, el que era el entrenador, asumió que no se iba a poder llegar a la sexta posición y que por lo tanto no seguiría. Seis partidos después se concluyó una campaña para olvidar con solo cinco puntos más en el haber cayendo hasta la 13ª plaza. "La temporada pasada nos dejamos ir", reconoció Pulido en Andorra, muy consciente de que "cada posición es importante en lo económico" y de que "cuanto más arriba lleguemos, mejor sensación nos quedará".
Aunque lo que transmitía aquel equipo y aquel entrenador no es igual a lo de ahora, no está de más recordar cómo fue su trayectoria final, curiosamente muy coincidente con la que toca afrontar en las próximas semanas. Se repiten dos rivales, Leganés y Tenerife, también hay que cruzarse con conjuntos enfangados en el descenso -el Málaga, la Ponferradina y el Lugo en vez de la Real Sociedad B y el Amorebieta- y la última jornada será contra un candidato al ascenso directo. El Eibar sueña con que para entonces ya lo tenga resuelto mientras que el Valladolid lo celebró con los azulgranas sobre el césped del José Zorrilla.
Fue con un 3-0 que sirvió de triste final para los oscenses. Hasta llegar ahí, y tomando como partida las tablas del derbi, los de Xisco no pasaron del 0-0 en Tenerife, cayeron en Leganés por 2-1 tras haberse adelantado, se tuvieron que conformar en casa con un 1-1 a pesar de que Ignasi Miquel marcó primero, perdieron 1-0 en Lezama ante el Amorebieta acrecentando la deriva negativa y, después de haber gozado de un 2-0, ganaron por 3-2 con un gol de Juan Carlos en la prolongación a la Real Sociedad B, que consumó su descenso.
