Lo intentó, fue fiel al plan y lo aplicó con cierto tino, pero no resultó suficiente. La SD Huesca regresó de vacío de Andorra en un choque en el que pocas cosas le salieron de cara. Sufrió pronto la lesión de Kanté y el que sería el definitivo 1-0, y ya en el tramo final se quedó con uno menos tras la expulsión de Salvador justo cuando había agotado los cambios. Fue más eléctrica hasta el descanso y después le costó llegar a la meta contraria a pesar de que elaboró más y de que contó atrás con las intervenciones de Andrés, poco acertado en el gol, pero al que es justo reconocerle que fue el artífice de que los suyos se mantuviesen hasta el último momento con opciones de puntuar.

La derrota implica que la sequía de victorias a domicilio se mantiene. De la única de la temporada, la de Oviedo, han pasado ya seis meses. El mal es repetitivo y crónico, traba el anhelo de seguir creciendo en la tabla y retrasa la meta de alcanzar los 50 puntos. Se llevan 46 a falta de seis jornadas. 

Como se preveía, el duelo fue un choque de estilos. El Huesca cedió el balón y el Andorra, que tuvo que trabajarse el triunfo, lo aceptó gustoso. Tras el buen sabor de boca del 2-1 previo con el Burgos, Ziganda optó para su once por una solución híbrida. Desechó la propuesta de los tres centrales que venía manteniendo en los desplazamientos, pero mantuvo al ariete habitual en esos casos, Kanté, que fue una de las dos novedades junto a Mateu. Para que se reeditase la dupla de Carrillo y Obeng de la semana anterior hubo que esperar a la última media hora y no tuvo el mismo efecto. 

En el primer acto, a pesar de la sustitución de Kanté y el posterior 1-0, lo único que varió en el juego visitante fue la altura a la que se inició la presión. Sobre la medular al inicio y algo más adelantada tras el gol. Se quiso destruir el juego por dentro de los del Principado y robar cerca de su meta. Salvador fue el hombre más peligroso. Le dio al palo, al lateral de la red y forzó el primer córner en una vistosa jugada a la que no llegó Obeng.

En imágenes: Andorra CF - SD Huesca

Kanté, miembro del numeroso grupo de jugadores que había estado renqueante en los días previos, sufrió un golpe en un costado por el que tuvo que ser atendido. Intentó seguir, pero, con muestras de dolor en su rostro, tuvo que abandonar dejando su sitio a Obeng a los ocho minutos.

La reacción del Huesca fue el disparo desde la frontal de Salvador que por poco no se coló en la red. El zamorano aprovechó la ley de la ventaja sobre una falta a Sielva que dejó temblando la portería y al meta local, Lizoain. 

Cumplido el primer cuarto de hora, la única inquietud que habían provocado los de Sarabia había sido un tiro alto de Bover. La insistencia con los disparos desde la frontal, de hecho, fue una constante de los tricolores. El encuentro parecía controlado, pero dos minutos después se lamentó el mazazo del gol de Bakis. Percutió Sergio Molina, Andrés rechazó hacia el ariete turco y éste no perdonó. La celebración fue poco efusiva porque se temía el fuera de juego. Él y Jorge Pulido estaban muy juntos al inicio. Se revisó y el tanto se dio por válido.

Bakis surgió otra vez para picar delante de Andrés y toparse con el larguero, aunque en esta ocasión sí que se observó que estaba adelantado. Antes, Obeng había intentado agitar y después el Huesca se acercó varias veces al área pequeña de Lizoain, donde su defensa tuvo que achicar aguas. 

Jorge Pulido se incrustó entre los medios en la línea de presión. Salvador siguió canalizando el ataque y hubo tres córners ejecutados por Mateu, pero no se pudo evitar que al descanso se llegase con desventaja.

El segundo tiempo se abrió intenso. El Huesca mantuvo su presión y como novedad cuando tuvo que iniciar jugada desde atrás lo hizo tocando. Le faltó precisión en los metros finales, avanzaba hasta la frontal del área y ahí se ahogaba. El Andorra fue mucho más decidido. 

Dos minutos antes de alcanzar la hora de partido, Soko y Carrillo sustituyeron a Mateu y Valentín. El camerunés se quedó con el extremo derecho, Juan Carlos se fue a la izquierda y Carrillo fue la pareja de Obeng.

Germán Valera dividió por el centro y cuando ya iba a entrar en el área fue derribado por Sielva, que se jugó la roja y se quedó con la amarilla. La falta era muy peligrosa, la tiró Bover por bajo y Andrés estuvo atento para atajar. También fue providencial en una estirada ante Bakis. 

El Huesca agotó sus sustituciones con Javi Martínez y Lombardo por Sielva y Juan Carlos, y justo a continuación se quedó con uno menos. Salvador derribó a Germán Valera y, con once minutos por delante para llegar al 90, vio su segunda amarilla; los visitantes fueron amonestados con cuatro a lo largo del periodo. En medio de la confusión, Andrés tuvo que despejar a Mármol.

Se mantuvo la presión alta y se quiso desordenar al rival. Jorge Pulido lo intentó tras una recuperación. El partido se rompió y Andrés siguió salvando. En la prolongación, el Andorra trató de adormilar el ritmo y el Huesca siguió sin encontrar el camino al gol.

Ficha técnica

FC Andorra: Lizoain, Adrià Altimira, Pastor, Mika Mármol, Pampín, Bover (Héctor, 68), Jandro Orellana, Sergio Molina (Aguado, 68), Germán Valera (Valle, 88), Bundu (Jacobo, 77) y Bakis (Carlos Martínez, 77)

SD Huesca: Andrés, Ratiu, Jorge Pulido, Blasco, Miguel, Valentín(Soko, 58), Sielva (Javi Martínez, 77) Salvador, Mateu (Carrillo, 58), Juan Carlos (Lombardo, 77) y Kanté (Obeng, 8).

Goles: 1-0, min. 17: Bakis.

Árbitro: Sánchez López, del Comité Murciano. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Bakis (57) y a los visitantes Soko (64), Sielva (65), y Jorge Pulido (71). Expulsó a Salvador por doble amarilla (22 y 79).

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 36 de Segunda División disputado en el Estadio Nacional de Andorra ante 2.030 espectadores. Se desplazaron más de un centenar de aficionados azulgranas.