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José Luis Mendilibar, nuevo candidato al banquillo de la SD Huesca
El experimentado técnico vasco, que ya coincidió con Martín González en Osasuna, podría ser el sustituto de Xisco Muñoz después de que otro entrenador que estaba bien situado, Carcedo, se haya decantado por el Real Zaragoza.
Representa un perfil que se aleja del que ha gustado más en los últimos tiempos en la SD Huesca -entrenador de nueva ola en progresión-, pero es alguien por el que ya ha habido querencia en otras ocasiones y cuya contratación podría resultar más sencilla con la llegada de Ángel Martín González a la dirección deportiva. Jose Luis Mendilibar ha pasado a ser uno de los objetivos claros de los azulgranas dentro del abanico de opciones que se manejan para sustituir a Xisco Muñoz al frente del primer equipo. Se trata de un entrenador vasco de 61 años de sobrada y reconocida trayectoria en el fútbol español con largas etapas en Osasuna, Valladolid y Eibar, y que en la campaña que ahora acaba dirigió durante doce jornadas al Alavés al inicio del año.
En las últimas semanas, los oscenses habían mostrado interés por otros técnicos como Luis García Plaza, que finalmente se decidió precisamente por los vitorianos, y Rubén Albés, que no sigue en el Lugo. Juan Carlos Carcedo, ex del Ibiza, llegó a convertirse en el gran candidato, pero en los últimos días la relación se había enfriado y se ha decantado por el Real Zaragoza.
Mendilibar y Martín González coincidieron en Osasuna durante tres temporadas en Primera División entre 2011 y 2013. En la primera se incorporó a falta de quince jornadas en sustitución de Camacho con los rojillos en puestos de descenso y los llevó hasta la novena plaza. En la segunda fueron séptimos y en la tercera, 16º. Se produjo la marcha del director deportivo y aunque él siguió, en el siguiente curso solo aguantó tres jornadas más.
Después de que la mayor parte de su carrera como futbolista se desarrollase en el Sestao de Segunda División, sus inicios en los banquillos tienen al filial del Athletic como primer hito. En Segunda B pasó también por el Aurrera y el Lanzarote, y en Segunda se estrenó en la 2004-05 con el Eibar rozando el ascenso. El Athletic lo recuperó para su primer equipo, pero solo duró diez partidos. En la 2006-07 firmó con el Valladolid celebrando ahora sí el salto a la élite y de allí no se movió hasta 2010. Tras su paso por Osasuna tuvo una corta estancia en el Levante antes de regresar al Eibar en 2015. En Ipurua aguantó seis cursos hasta el descenso a la categoría de plata de hace un año.
Su esquema de cabecera es el 4-4-2 y en su propuesta la presión alta es un elemento básico. Prefiere cometer un error en el campo del rival antes que en el propio y por eso aboga por ser valientes.
