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El Alcoraz sopla cincuenta velas

El feudo de la SD Huesca cumple medio siglo mirando al futuro tras las reformas de los últimos años que lo han modernizado elevando su aforo a 9.100 espectadores.

El Alcoraz ha sufrido una gran transformación en los últimos años con una inversión de trece millones de euros.
El Alcoraz ha sufrido una gran transformación en los últimos años con una inversión de trece millones de euros.
SD Huesca

El Alcoraz, el hogar de la Sociedad Deportiva Huesca, el lugar donde sus aficionados viven con pasión las alegrías y las tristezas propias del fútbol, cumple este domingo cincuenta años y lo hace, según confirma Luis Sanclemente, el gerente de la entidad azulgrana, "en su mejor momento" tras un intenso programa de reformas iniciado con el primer ascenso a Primera División en 2018, que lo ha convertido en un estadio moderno y le ha permitido crecer hasta alcanzar un aforo de 9.100 espectadores. El espíritu, no obstante, es el mismo que guio la idea primigenia que puso en marcha el presidente José María Mur, fallecido el pasado mes de diciembre: generar patrimonio y mirar al futuro. Algo que se hizo completamente realidad con la visita del Aragón el 16 de enero de 1972, duelo enmarcado en la jornada 19 de Tercera División que albergó la inauguración y que se saldó con un 2-1.

La obra costó 15 millones de pesetas, 90.000 euros, y su diseño corrió a cargo del arquitecto Raimundo Bambó, que no cobró por él. Ahora, en los últimos cuatro años la entidad lleva invertidos en lo que considera que es la joya de su corona 13 millones de euros que han permitido poner en práctica el proyecto de Ignacio Lacarte.

"Se ha pasado del cemento y las vallas, a una bombonera", destaca Fernando Lobera, presidente de la peña Fenómenos Oscenses y presente ya en aquel primer partido. "El nuevo campo generó mucha expectación porque entre otras cosas se pasó de la tierra al césped", recuerda. "Eran otros tiempos, los primeros años fueron muy buenos, con mucha gente, entonces no había tantas distracciones como ahora, luego llegó la decadencia y hubo un tiempo en el que no nos juntábamos más de 200 personas, por eso ahora resulta muy emocionante cuando lo ves lleno o casi lleno", comenta. De hecho, el club ha atravesado por varios momentos económicos complicados a lo largo de su historia. Uno de ellos hizo peligrar la suerte de El Alcoraz. En 1986, un grupo de 200 aficionados y directivos se unieron para ganar una subasta y evitar el embargo.

El primer gran momento se vivió pronto, dos años después de la inauguración con la consecución de la Copa de España de aficionados precisamente también ante el Aragón. Luego llegarían otros como el salto a Segunda B en 2001 frente al Mirandés o la eliminatoria de ascenso a Segunda con el Córdoba en la que, aunque el 1-1 no permitió remontar el 2-0 de la ida, hubo un gran ambiente. Ya en la categoría de plata, al margen de los derbis con el RealZaragoza, siempre especiales, es recordada en la primera etapa la remontada ante el Cádiz de la 2009-10 que supuso media salvación (2-1). Después, también aparecen la eliminatoria de Copa con el Barcelona (0-4) y el regreso a Segunda frente al Huracán (2-0), ambos en la 2014-2015, y más recientemente, al margen de las visitas de los grandes, el ‘play off’ con el Getafe (2-2) de 2017 y el debut en la élite con el Rayo en 2018, que a pesar del 0-1 supuso todo un hito organizativo para el club.

Ninguno de los dos desembarcos en Primera han sido con la mayoría de la afición presente. El de 2018 fue en Lugo, algo que se quiso compensar una semana después con una fiesta a la que le faltó la guinda del triunfo ante el Nàstic (0-1). El de 2020 sí lo albergó El Alcoraz, pero en él la victoria por 3-0 contra el Numancia fue a puerta cerrada por la pandemia, medida que se mantuvo también la temporada pasada en la élite.

En la actual, ya con el público de vuelta aunque con restricciones, la mejor entrada hasta el momento es la del cruce con el Tenerife, 6.826. "Esperábamos más afluencia, pero la reducción de los aforos y la prudencia de la gente se hace notar", confiesa Sanclemente. El récord histórico en El Alcoraz es de 7.343 espectadores. Se alcanzó en la visita del Barcelona durante la primera experiencia en Primera. De cara a esa campaña, y para cumplir con las exigencias de la Liga, el aforo del campo se elevó de 5.500 a 7.638. Para ello, entre otras actuaciones, se remodelaron las gradas sur y norte. Además, se construyó la tribuna de gol norte y se elevó una estructura prefabricada en gol sur, que la temporada siguiente pasó a ser de obra. En los últimos dos años, también se han creado las esquinas y la tribuna de general

Uno de los objetivos ahora es que en El Alcoraz haya actividad más allá de los días de partido, momento en el que llegan a trabajar en él 200 personas. Está en marcha la tienda del club, también se ha habilitado una sala para conferencias y un restaurante, además del futuro museo y de la visita guiada que lo complementará. Y las obras no cesan. Está proyectada la renovación de los vestuarios y de las zonas de acceso.

Borbón y Mendiara, los primeros goleadores

A pesar de que, según cuentan las crónicas, el día fue frío y lluvioso, los oscenses no faltaron a la inauguración de ElAlcoraz. Antes del partido José María Mur, que haría el saque de honor, acompañado de directivos y personaliades que habían hecho posible el nuevo estadio, dirigió unas palabras a los presentes y el párroco de San Pedro, Cándido Casanovas, realizó la bendición. 

Los goles llegaron ya en la segunda parte. El honor de marcar el primero recayó en Jesús Borbón a los seis minutos de la reanudación cuando cruzó el balón a la izquierda desde el borde del área. Después Mendiara aprovechó un rechace en una acción de Franganillo I y Sigi redujo distancias para el Aragón gracias a un penalti señalado a Galbis. 

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